viernes, 1 de junio de 2007

Mi opinión / Desde el Espíritu Santo


La fiesta del Espíritu Santo fue un verdadero banquete espiritual...
La “Fiesta al Señor en el Espíritu Santo” constituyó un momento de gozo y mirar común para el pueblo cristiano de República Dominicana. Más de 2,200 personas se dieron cita el pasado lunes 28 de mayo en el Auditorio de las Fuerzas Armadas, uniendo su sentir bajo el lema “Creyendo verás la gloria de Dios”.
Lissette Acosta, David Grego y René González fueron los platos fuertes de la noche, pero también constituyó una evidencia de la obra del Señor en nuestros corazones el testimonio de Carlos Alfredo Fatule, hombre de la farándula y el espectáculo, que abrió las puertas de su corazón al Señor (porque Jesús es un caballero y necesita que tú le invites para poder entrar en tu casa, a diferencia de un ladrón que entra sin que lo inviten y deshace tu morada).
Lissette, quien recientemente vio partir físicamente a su padre, entregó ante la multitud el dolor de la separación, pero también ofrendó el gozo de saber que su progenitor, en sus últimos minutos de vida, pidió perdón al Señor ¡Glorificado sea nuestro Dios! Esta mujer nos mantuvo cantando y abriendo puertas.
Lo mismo puedo afirmar de la reflexión de David Grego quien nos confrontó. Lázaro fue resucitado. Y los diversos grupos de entonces asumieron actitudes también diversas ante el hecho, ante la evidencia. Para unos, motivo de creer. Para otros, razón de creer, pero de echarse a un lado, porque es riesgoso colocarse en contra de las autoridades religiosas de su tiempo. Para un tercer grupo, este hombre –Jesús- es insoportable. “Es mejor que muera un hombre por la nación (ellos y sus privilegios) y no que la nación entera perezca”. Otros, quizás más radicales y sesudos, entienden que lo que hay que eliminar, además de Jesús, es a la evidencia, a ese Lázaro que anda caminando por los caminos y calles. Un quinto, decide no sólo creer en Jesús, sino seguirle con todas sus consecuencias. ¿En qué grupo estamos?
Finalmente, René González también nos deleitó con sus canciones y su voz.
Junto a estos platos fuertes, también ministraron nuestras vidas la participación del Ministerio de Danzas Pies de Ciervas, que dirige Amy Zamora; las representaciones dramáticas, especialmente la resurrección de Lázaro, el afán con el cual numerosas mujeres sirvieron al auditorio, tanto para acomodarlo como para brindarle algo de comer en medio de la fiesta.
Esta fue, sin dudas, una fiesta del Espíritu Santo que agradecemos a sus organizadores, el Ministerio de Ayuda al Prójimo, responsable de su producción general, quienes asumen que ha llegado el momento de luchar por una sociedad mejor, más espiritual y con temor reverente de Dios, seguros de que si las familias estuviesen cimentadas en Jesucristo tendríamos una sociedad más sana, menos conflictiva y menos traumatizadas, ya que Jesús es quien transforma las vidas para bien personal e institucional.
Gracias Señor por traernos a este banquete…
Milton Tejada C.

1 comentario:

Professor Howdy dijo...



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Very good posting.
Thank you - Have a good day!!!