viernes, 28 de febrero de 2014

Desde la fe / Hombre de un ejército


Un mensaje: un llamado

Hoy quiero llamarte a dar el paso. A ser valiente. Puede que ya hayas aceptado a Cristo, puede que no. Ya sabe que no te la pone fácil.

En 1 Cron 12:32-33, al hablarnos de la conformación del ejército de David –una imagen del ejército de Dios- en un momento de la historia de Israel, nos dice que:

NVI
32 De Isacar: doscientos jefes y todos sus parientes bajo sus órdenes. Eran hombres expertos en el conocimiento de los tiempos, que sabían lo que Israel tenía que hacer.
33 De Zabulón: cincuenta mil hombres listos para tomar las armas, preparados para usar cualquier clase de armamento y dispuestos a luchar sin cuartel en favor de David.

RV95
32 De los hijos de Isacar, doscientos principales, entendidos en los tiempos, y que sabían lo que Israel debía hacer, y cuyas órdenes seguían todos sus hermanos. 33 De Zabulón, cincuenta mil, que salían a la campaña prontos para la guerra, con toda clase de armas de guerra y dispuestos a pelear sin doblez de corazón.

Oye las características que el jefe de nuestro ejército espera de ti:

·         Experto en discernir los signos de los tiempos
·         Capaz de saber qué debe hacer tu familia, tu comunidad, tu pueblo
·         Capaz de ponerte en orden de batalla
·         Capaz de utilizar cualquier tipo de armas de guerra
·         Dispuesto a luchar en el Ejército de Dios sin doblez de corazón
·         Dispuesto a luchar sin cuartel
·         Un líder cuyas órdenes sigan todos tus hermanos (tu casa)

Ese ejército conquistará territorios, vencerá grandes enemigos (la carne, el mundo, el demonio) y, sobre todo, te llevará en victoria hasta ese tesoro que Dios te ha prometido que tendrás.

Es tu decisión. Si eres cristiano, puedes quedarte atrás-atrás, no ser parte de esta bendición de servir, y si no lo eres, puedes acobardarte, quedarte en el ejército de los que serán vencidos, no echar la pelea…

Sin embargo, yo espero que todos nosotros seamos capaces de proclamar, como Josué: “Yo y mi casa serviremos al Señor”.


No hay comentarios: