domingo, 7 de abril de 2013

Desde la fe / Orar al estilo de Jesús

 El Padre Nuestro, orar al estilo de Jesús

Pastor Rafael Montalvo

¿Somos enseñables, humildes o creemos que lo sabemos todo y no pedimos enseñanza? El que es enseñable hace preguntas, pide ayuda, recibe de otros, sabe que no lo sabe todo.
Hay recompensa cuando oramos ¿Cuál recompensa anhelamos? ¿La humana e inmediata o la Divina y futura?
¿Estoy siempre viviendo en lo público, en el ruido, en el bullicio?
¿Qué recompensa estoy buscando? ¿La que viene de Dios o la que viene de los hombres?
¿En qué consiste la recompensa de Dios en público? Creo que se trata de las respuestas a mis peticiones en secreto. El me dará respuestas evidentes, que todos van a ver…de lo que yo le he pedido en secreto.
¿Tengo rasgos religiosos en mi vida? ¿Tener algunos de estos rasgos es malo en sí mismo? 
Si Dios sabe ¿entonces por qué no me las da antes de yo le pida? ¿Por qué Él no se adelanta a mis plegarias y ruegos y me suple lo que El conoce que yo necesito y las cosas por las cosas estoy cargado, sufriendo? Son algunas de las preguntas que trata de respondernos el Pastor Rafael Montalvo en su prédica de este domingo.

Mat. 6:9-15
‎Reina Valera Revisada (1960)
‎Nueva Versión Internacional
‎Traducción en lenguaje actual
‎‎Mt 6.5 Y cuando ores, no seas como los hipócritas; porque ellos aman el orar en pie en las sinagogas y en las esquinas de las calles, para ser vistos de los hombres; de cierto os digo que ya tienen su recompensa.
‎‎Mt 6.5 »Cuando oren, no sean como los hipócritas, porque a ellos les encanta orar de pie en las sinagogas y en las esquinas de las plazas para que la gente los vea. Les aseguro que ya han obtenido toda su recompensa.
‎‎Mt 6.5 »Cuando ustedes oren, no hagan como los hipócritas. A ellos les encanta que la gente los vea orar. Por eso oran de pie en las sinagogas y en los lugares por donde pasa mucha gente. Pueden estar seguros de que no tendrán otra recompensa.
‎‎6 Mas tú, cuando ores, entra en tu aposento, y cerrada la puerta, ora a tu Padre que está en secreto; y tu Padre que ve en lo secreto te recompensará en público.
‎‎6 Pero tú, cuando te pongas a orar, entra en tu cuarto, cierra la puerta y ora a tu Padre, que está en lo secreto. Así tu Padre, que ve lo que se hace en secreto, te recompensará.
‎‎6 »Cuando alguno de ustedes ore, hágalo a solas. Vaya a su cuarto, cierre la puerta y hable allí en secreto con Dios, su Padre, pues él da lo que se le pide en secreto.
‎‎7 Y orando, no uséis vanas repeticiones, como los gentiles, que piensan que por su palabrería serán oídos.
‎‎7 Y al orar, no hablen sólo por hablar como hacen los gentiles, porque ellos se imaginan que serán escuchados por sus muchas palabras.
‎‎7 »Cuando ustedes oren, no usen muchas palabras, como hacen los que no conocen verdaderamente a Dios. Ellos creen que, porque hablan mucho, Dios les va a hacer más caso.
‎‎8 No os hagáis, pues, semejantes a ellos; porque vuestro Padre sabe de qué cosas tenéis necesidad, antes que vosotros le pidáis.
‎‎8 No sean como ellos, porque su Padre sabe lo que ustedes necesitan antes de que se lo pidan.
‎‎8 No los imiten, porque Dios, nuestro Padre, sabe lo que ustedes necesitan, aun antes de que se lo pidan.

Ocasión del Padre Nuestro

Luc. 11:1 1Aconteció que estaba Jesús orando en un lugar, y cuando terminó, uno de sus discípulos le dijo: Señor, enséñanos a orar, como también Juan enseñó a sus discípulos.

Jesús vivió una vida de oración.

La vida del Hijo del Hombre aquí en la tierra se caracterizó por la comunión que tuvo con su Padre mediante la oración. Dedicaba noches enteras exclusivamente a ella, y ese buen hábito no pasó desapercibido a sus seguidores. Reconociendo el valor de ese ejercicio espiritual, uno de ellos le pidió que los enseñara “a orar, como Juan también enseñó a sus discípulos”

Mr. 1:35; Luc 4:42.
Levantándose muy de mañana, siendo aún muy oscuro, salió y se fue a un lugar desierto, y allí oraba.

Luc. 5:15, 16.
Pero su fama se extendía más y más; y se reunía mucha gente para oírle, y para que les sanase de sus enfermedades.  Mas él se apartaba a lugares desiertos, y oraba.

Mt.14:22,23 En seguida Jesús hizo a sus discípulos entrar en la barca e ir delante de él a la otra ribera, entre tanto que él despedía a la multitud.  Despedida la multitud, subió al monte a orar aparte; y cuando llegó la noche, estaba allí solo.

Mar. 6:31 El les dijo: Venid vosotros aparte a un lugar desierto, y descansad un poco. Porque eran muchos los que iban y venían, de manera que ni aun tenían tiempo para comer. 32Y se fueron solos en una barca a un lugar desierto.

Luc. 11:1 1Aconteció que estaba Jesús orando en un lugar, y cuando terminó, uno de sus discípulos le dijo: Señor, enséñanos a orar, como también Juan enseñó a sus discípulos.

Lucas menciona más que ningún otro evangelista la frecuencia de las oraciones de Cristo: Cuando fue bautizado, estuvo orando (3:21); «se retiraba con frecuencia a los lugares solitarios para orar» (5:16); «salió al monte a orar y pasó la noche entera en oración a Dios» (6:12); «mientras Jesús oraba aparte» (9:18); poco después, «subió al monte a orar. Y entretanto que oraba …» (9:28–29); y aquí le vemos «orando en un lugar».

Los discípulos vieron los resultados de esta vida de oración de Jesús. El les dio un ejemplo. Ejemplo inspirador. Ellos le veían. Y esto motivó a los discípulos a pedirles que les enseñara a orar.

Esto también implica la humildad del discípulo. Porque si piensa que lo sabe todo, no pide que se le enseñe.

* ¿Somos enseñables, humildes o creemos que lo sabemos todo y no pedimos enseñanza? El que es enseñable hace preguntas, pide ayuda, recibe de otros, sabe que no lo sabe todo.

V.5
‎‎Mt 6.5 Y cuando ores, no seas como los hipócritas; porque ellos aman el orar en pie en las sinagogas y en las esquinas de las calles, para ser vistos de los hombres; de cierto os digo que ya tienen su recompensa.
‎‎Mt 6.5 »Cuando oren, no sean como los hipócritas, porque a ellos les encanta orar de pie en las sinagogas y en las esquinas de las plazas para que la gente los vea. Les aseguro que ya han obtenido toda su recompensa.
‎‎Mt 6.5 »Cuando ustedes oren, no hagan como los hipócritas. A ellos les encanta que la gente los vea orar. Por eso oran de pie en las sinagogas y en los lugares por donde pasa mucha gente. Pueden estar seguros de que no tendrán otra recompensa.

Jesús responde: v. 5 Cuando ores…no si oras. Da por sentado que oraremos. Vs.2, 16. Cuando des, cuando ayunes. Estas son prácticas de los cristianos. Se espera que las hagamos. Orar, dar y ayunar…entre otras cosas. Mandamientos como amar a Dios y al prójimo, etc.

La oración es parte de la vida cristiana. “Cuando ores…”. No hay cuestionamientos acerca de la oración. Si debemos hacerlo o no. Se da por sentado de que lo vamos a hacer. De que lo haremos.

“Cuando ores”. Pasar tiempo con Dios es un privilegio de los hijos de Dios. Ahí encontramos comunión, compañerismo, recibimos palabras, revelación, fortaleza, dirección, paz, etc.

La oración es vital. Es una de las formas de mantenernos conectados con Dios el Padre. Es una de las formas de mantener nuestras vidas ardientes, sintonizadas con Dios. Mantener nuestros corazones con la pasión por Dios. Nos ayuda a mantener la vida limpia, confesando nuestros pecados.

También es una de las formas de permanecer en Cristo. Unido a Él. Recibir la sabia, la vida que viene de Él, la vida que nos nutre, nos alimenta y nos ayuda a dar frutos.

No era que los discípulos no sabían acerca de la oración. No era que no se oraba en aquel tiempo. Los sacerdotes lo hacían, también los fariseos. Los judíos conocían acerca de la oración.

Cuando ores NO SEAS como…Malos ejemplos:

El modelo para orar no son los religiosos. No son esas personas que públicamente se conocen orando. Ellos NO son nuestros modelos. No son los ejemplos a seguir. Jesús los cataloga como hipócritas.

¿Qué es un hipócrita? Alguien que tiene dos caras. Muestra una bonita pero esconde otra fea…la real. No sigamos esos ejemplos. El propósito de ellos es “para ser vistos”. Están buscando reconocimiento de los demás, imagen, aprobación. ¡Esa será su única recompensa! ¡Toda su recompensa!

* Hay recompensa cuando oramos ¿Cuál recompensa anhelamos? ¿La humana e inmediata o la Divina y futura?

V. 6
‎‎6 Mas tú, cuando ores, entra en tu aposento, y cerrada la puerta, ora a tu Padre que está en secreto; y tu Padre que ve en lo secreto te recompensará en público.
‎‎6 Pero tú, cuando te pongas a orar, entra en tu cuarto, cierra la puerta y ora a tu Padre, que está en lo secreto. Así tu Padre, que ve lo que se hace en secreto, te recompensará.
‎‎6 »Cuando alguno de ustedes ore, hágalo a solas. Vaya a su cuarto, cierre la puerta y hable allí en secreto con Dios, su Padre, pues él da lo que se le pide en secreto.

La mejor forma (no la única) de orar es buscando privacidad. Ejs: Jesús se iba a un lugar desierto, las mujeres en Filipos iban fuera de la ciudad, al rio, Pedro subió a la azotea a orar, los discípulos oraban en un aposento alto, etc. (Daniel, David, Moisés).

Encontramos a Dios, al Padre en la soledad, en lo privado, donde nadie nos ve. ¡Ahí le encontramos!

Aquí la invitación es a salir del ruido, de la multitud, de las distracciones. El llamado es a buscar un lugar de intimidad, un lugar tranquilo, aislado y pasar tiempo con nuestro Dios. “Entra en tu aposento y cierra la puerta…está en lo secreto”. Buscamos un lugar privado, sin distracciones.

“Lo secreto”. A solas. Fuera de lo público. Aparte de la gente. Lejos del bullicio, del ruido, del afán del diario vivir. Es hacer un alto a las actividades con el propósito de encontrarnos con el Padre. Fuera del compañerismo de los demás. Hay un momento para disfrutar de la amistad de los demás y otro para disfrutar la amistad y compañerismo con Dios. Hay un momento para cada cosa. Y para esto hay que ser intencionales, porque si no, la gente nos arropa, el afán nos consume, las demandas diarias nos toman.

* ¿Estoy siempre viviendo en lo público, en el ruido, en el bullicio?

Y en lo secreto, donde nadie ve, el Padre VE. El me mira, me escucha, me comprende, encuentro comunión con El. Paso tiempo con El en lo secreto.

Cuando oro al Padre en lo secreto, El me recompensará en público.

* ¿Qué recompensa estoy buscando? ¿La que viene de Dios o la que viene de los hombres?

* ¿En qué consiste la recompensa de Dios en público? Creo que se trata de las respuestas a mis peticiones en secreto. El me dará respuestas evidentes, que todos van a ver…de lo que yo le he pedido en secreto.

Aquí vemos dos formas de vivir, dos estilos de vida: para los hombres o para Dios. Ej: Pablo, Jesús. Vivir para agradar a Dios o para agradar a los hombres. ¿Qué estilo de vida tenemos? ¿Qué recompensa estoy buscando? ¿La que viene de Dios o la que viene de los hombres?

La recompensa de los hombres es inmediata, la de Dios viene más tarde. ¿Qué recompensa queremos? ¿La inmediata o la que viene más tarde? ¿La de los hombres o la de Dios?

Con la recompensa que viene de los hombres tendremos una aprobación y reconocimientos inmediatos, en el presente. Casi no hay espacio, casi no hay tiempo entre la acción realizada por nosotros y la recompensa humana, la aprobación de los hombres.

Muchas veces la recompensas de Dios funciona como la Ley de la Siembra y la Cosecha…Sembramos, hay un tiempo de espera donde no se ve NADA, aunque el crecimiento se está dando, y luego viene la planta y luego el fruto… ¡La cosecha!

Muchas veces para recibir la recompensa que viene de Dios, debemos esperar. Hay un tiempo de silencio. No hay recompensa inmediata. “Condicionamiento Operante” (el Conductismo): la recompensa debe venir inmediatamente después de la acción. Si no, no se refuerza la conducta.

Por eso “no se cansen de hacer el bien, porque a su tiempo segaremos si no desmayamos”. Muchas veces en el Reino de Dios hay un tiempo de espera donde no vemos frutos, no vemos resultados, que a veces nos puede llevar a desmayar, a desalentarnos, a abandonar lo que estamos haciendo.

* ¡No desmayes! ¡Sigue haciendo lo que es correcto porque a su tiempo segarás, si no desmayas! ¡Sigue orando por tu familia! ¡Sigue orando por sanidad! ¡Sigue orando por recursos! ¡Sigue orando por esa situación! ¡Tu Padre que VE en lo secreto te recompensará en público! ¡A su tiempo recibirás respuesta a tus peticiones!

V. 7.
‎‎7 Y orando, no uséis vanas repeticiones, como los gentiles, que piensan que por su palabrería serán oídos.
‎‎7 Y al orar, no hablen sólo por hablar como hacen los gentiles, porque ellos se imaginan que serán escuchados por sus muchas palabras.
‎‎7 »Cuando ustedes oren, no usen muchas palabras, como hacen los que no conocen verdaderamente a Dios. Ellos creen que, porque hablan mucho, Dios les va a hacer más caso.

Otro mal ejemplo. Los Gentiles. Estos no son religiosos judíos.

Mucha gente “ora” pero no ORA. Muchas personas se dirigen a Dios pero no se están comunicando con El. Ej: El fariseo y el publicano… “oraba consigo mismo”. Luc. 18

La Forma de Orar. No necesariamente porque hablemos mucho seremos oídos más. No porque hablemos bonito o usemos palabras rebuscadas seremos mejores escuchados. No porque hablemos mucho Dios nos va a hacer más caso. O porque repitamos la misma frase muchas veces (10 Padre Nuestro ó 5 Ave María). Recibir de Dios, ser escuchados por Dios no tiene que ver con hablar mucho o repetir mucho. Esta es una de las diferencias entre rezar y orar.

Rezar implica repetir. Orar implica hablar, conversar.

Esta conducta, como otras muchas de los religiosos e hipócritas, puede ser fácilmente imitada por los demás. Hay una tentación a seguir estos modelos, estos patrones.

V. 8
‎‎8 No os hagáis, pues, semejantes a ellos; porque vuestro Padre sabe de qué cosas tenéis necesidad, antes que vosotros le pidáis.
‎‎8 No sean como ellos, porque su Padre sabe lo que ustedes necesitan antes de que se lo pidan.
‎‎8 No los imiten, porque Dios, nuestro Padre, sabe lo que ustedes necesitan, aun antes de que se lo pidan.

“No se hagan semejantes a ellos”. “No los imiten”. La conducta religiosa es fácilmente contagiosa.

Posturas religiosas. Formas que nos colocan como más espirituales que los demás…son una tentación para imitar, para dejarnos llevar por esa corriente. Ej: si no decimos “en el nombre del Padre, del Hijo y del E.S.” no leemos la Palabra de Dios….o ponerse de pies, o arrodillarse…etc. Estas cosas no son malas en sí mismas, pero podemos hacer patrones, modelos religiosos, adjudicándoles poder e importancia a la forma más que al fondo. Deteniéndonos y viviendo por la forma y no por el fondo.

* ¿Tengo rasgos religiosos en mi vida? ¿Tener algunos de estos rasgos es malo en sí mismo? No…El punto es si yo vivo para esto.   

La razón (v.8b): Porque Dios el Padre SABE cuáles son nuestras necesidades. El conoce lo que necesito. Él sabe perfectamente cuál es mi condición. Sabe cuáles son mis carencias. Él sabe cuáles son las cosas que están en mi corazón que me están inquietando. El conoce las cargas que tengo en mi mente y mi corazón. Él sabe…ANTES de que yo le pida…Él ha visto mi vida…mis cargas, mis luchas, mi dolor, mi sufrimiento…ANTES de que yo vaya delante de El a derramar mi corazón. A pedirle por mi situación.

* Si Dios sabe ¿entonces por qué no me las da antes de yo le pida? ¿Por qué Él no se adelanta a mis plegarias y ruegos y me suple lo que El conoce que yo necesito y las cosas por las cosas estoy cargado, sufriendo?

Principio de pedir y recibir. Principios en la Biblia. Principios en lo natural, humano. “El que se humilla…el que da…el que siembra…etc. Leyes, principios que se cumplen y que Dios ha establecido. Aunque Él tiene la potestad para cambiarlos…caminar sobre las aguas…hacer bien por Su soberanía y misericordia…

De modo que nosotros oraremos de la siguiente manera:…

Comparación Mateo y Lucas
Mateo 6
Lucas 11
‎‎9 Vosotros, pues, oraréis así: Padre nuestro que estás en los cielos, santificado sea tu nombre.
‎‎2 Y les dijo: Cuando oréis, decid: Padre nuestro que estás en los cielos, santificado sea tu nombre.
‎‎10 Venga tu reino. Hágase tu voluntad, como en el cielo, así también en la tierra.
Venga tu reino. Hágase tu voluntad, como en el cielo, así también en la tierra.
‎‎11 El pan nuestro de cada día, dánoslo hoy.
‎‎3 El pan nuestro de cada día, dánoslo hoy.
‎‎12 Y perdónanos nuestras deudas, como también nosotros perdonamos a nuestros deudores.
‎‎4 Y perdónanos nuestros pecados, porque también nosotros perdonamos a todos los que nos deben.
‎‎13 Y no nos metas en tentación, mas líbranos del mal; porque tuyo es el reino, y el poder, y la gloria, por todos los siglos. Amén.
Y no nos metas en tentación, mas líbranos del mal.
‎‎14 Porque si perdonáis a los hombres sus ofensas, os perdonará también a vosotros vuestro Padre celestial;

‎‎15 mas si no perdonáis a los hombres sus ofensas, tampoco vuestro Padre os perdonará vuestras ofensas.


Nuestros próximos puntos:

1.      ‎‎Padre nuestro que estás en los cielos,
2.      santificado sea tu nombre.
3.      Venga tu reino.
4.      Hágase tu voluntad, como en el cielo, así también en la tierra.
5.      El pan nuestro de cada día, dánoslo hoy.
6.      Y perdónanos nuestras deudas, como también nosotros perdonamos a nuestros deudores.
7.      Y no nos metas en tentación, mas líbranos del mal;
8.      porque tuyo es el reino, y el poder, y la gloria, por todos los siglos. Amén.

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