viernes, 17 de mayo de 2013

Formando / La santidad es ahora



Tu santidad personal: el primer paso
Inspirado en el material para células “Personal Holiness in Times of Temptation” (Santidad Personal en Tiempos de Tentación), de Bruce Wilkinson, este es uno de los temas tratados por la Red de Hombres de la Iglesia Cristiana en el primer semestre del 2013. La santidad no es el final del camino, es el camino.

Objetivo
Que cada hombre entienda que puede y debe ser personalmente santo, no como una meta idealizada y futura (cuando esté en el paraíso o cuando tenga 90 años), sino en su mejor momento: el de ahora.

Introducción
Imagina que estás buscando referencias para un nuevo trabajo, un nuevo negocio o para obtener una visa o un préstamo.  Pides a tus amigos más cercanos que te describan de manera personal y en sólo tres o cuatro palabras.  ¿Crees que alguno de ellos incluiría “santo” entre esas palabras?  ¿Pensarías siquiera tú mismo en esa palabra?  ¿Qué beneficios tendría el ser llamado o conocido como “santo”?

¿Sabías que Dios nos llama a ser santos?  Leamos la primera carta de Pedro, capítulo 1, versículos 15 y 16:
1 Pe 1:15-16 “15 Más bien, sean ustedes santos en todo lo que hagan, como también es santo quien los llamó; 16 pues está escrito: «Sean santos, porque yo soy santo.»”

¿Qué significa ser “santo”?
Literalmente, “santo” significa separar (cortar en dos mitades).  Separar algo de una cosa para otra cosa.  Por ejemplo, si de un filete corto un pedazo y lo cocino, puedo decir en un sentido muy general que he hecho ese pedazo “santo”, al separarlo del resto del filete para ser cocido.  En el sentido bíblico, ser santos significa ser separados (apartados) de lo secular (de lo común, ordinario) para lo sagrado. Entonces, el significado raíz de “ser hombres santos” es de ser hombres separados, apartados. Separados, apartados de lo que “Dios no quiere que seamos” a lo que “Dios sí quiere que seamos”. En primer lugar, personalmente estamos llamados a ser santos,  y en segundo lugar, a actuar santamente, a ser santos en toda nuestra conducta.
2 Co 6:17-18 “17 «Salgan de en medio de ellos y apártense.  No toquen nada *impuro,  y yo los recibiré.» 18 «Yo seré un padre para ustedes,y ustedes serán mis hijos y mis hijas,dice el Señor Todopoderoso.»”

¿Personalmente te has propuesto alguna vez ser santo?  ¿Cómo pudieras llegar a serlo?

Las tres etapas de la santidad
En su libro “Santidad Personal en Tiempos de Tentación”, el doctor Bruce Wilkinson plantea tres niveles o etapas de santidad:
1.               Salvación– Conversión – Confiar en Cristo (“Apartados para Dios” en la mente de Dios)
2.               Presentación – Consagrarse – Agradecer a Cristo (“Apartados para Dios” en la mente del creyente)
3.               Transformación – Conducta, Carácter – Obedecer a Cristo (“Apartados para Dios” en la vida del creyente, en cómo nos comportamos)

En este estudio veremos qué significa la salvación como primera etapa de la santificación salvación.  Para eso, veamos qué le dice Dios a Moisés cuando éste observó un arbusto que ardía sin consumirse:
Ex 3:5 “—No te acerques más —le dijo Dios—. Quítate las sandalias, porque estás pisando tierra santa.”

¿Por qué era santa esta tierra? ¿Qué la hacía  santa?
Esta tierra era igual a toda la que le rodeaba; por eso Dios tuvo que decirle a Moisés que era santa.  Fue hecha santa cuando Dios la separó para Sus propósitos y reveló Su plan divino de salvación para la nación de Israel a Moisés. Algo parecido sucedía con el tabernáculo y sus instrumentos: enseres cotidianos eran hechos santos para el servicio a Dios, y lo principal que los hacía santos era la actitud del sacerdote para con ellos.

La primera etapa de la santidad, por tanto, es el hecho de que todos los cristianos están apartados para santidad en la mente de Dios.  Es decir, son llamados “santos” porque Dios les ha apartado para santidad conforme a su fe en el sacrificio de Cristo, aunque todavía pudieran no estar viviendo santamente.  Como se lee en la carta de Pablo a los colosenses:
Col 3:8“Pero ahora abandonen también todo esto: enojo, ira, malicia, calumnia y lenguaje obsceno.”

¡Esta exhortación va dirigida a cristianos!  Santos apartados en la mente de Dios, pero viviendo todavía de una manera impura.  La primera etapa de la santidad sucede en la mente y en el corazón de Dios.  Para esto murió Cristo en la cruz.  En lugar de pagar eternamente por nuestros pecados, al poner nuestra fe en este sacrifico, Dios nos separa del mundo y de quienes le han rechazado, y nos separa para Él.  Nos hace Sus hijos, y nos traslada a Su reino (Col 1:13).  Pasamos de condenación y muerte eterna a salvación y vida eterna; dos estados muy separados.  ¿Cómo Él efectúa el movimiento entre esos dos estados, lleva a cabo esta separación? Cuando aceptamos a Jesús como nuestro Señor y Salvador. Por eso, convertirnos, confiar en Jesucristo, nos hace santos en la mente y en el corazón de Dios.

Discusión Final
          ¿Qué crees que piensa un hombre común y corriente acerca de transformarse en un hombre santo?  ¿Cambia su propia opinión dependiendo de si es cristiano o no?
          ¿Qué tan cerca o lejos te ves o te sientes a ti mismo de esta primera etapa de la santidad?
          Hacer una oración de acción de gracias a Dios por Su salvación para nosotros 


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