Tu santidad personal: el primer paso
Inspirado en el material para células “Personal
Holiness in Times of Temptation” (Santidad Personal en Tiempos de Tentación), de
Bruce Wilkinson, este es uno de los temas tratados por la Red de Hombres de la
Iglesia Cristiana en el primer semestre del 2013. La santidad no es el final
del camino, es el camino.
Objetivo
Que
cada hombre entienda que puede y debe ser personalmente santo, no
como una meta idealizada y futura (cuando esté en el paraíso o cuando tenga 90
años), sino en su mejor momento: el de
ahora.
Introducción
Imagina que estás buscando referencias para un nuevo
trabajo, un nuevo negocio o para obtener una visa o un préstamo. Pides a tus amigos más cercanos que te
describan de manera personal y en sólo tres o cuatro palabras. ¿Crees que alguno de ellos incluiría “santo”
entre esas palabras? ¿Pensarías siquiera
tú mismo en esa palabra? ¿Qué beneficios
tendría el ser llamado o conocido como “santo”?
¿Sabías
que Dios nos llama a ser santos? Leamos la
primera carta de Pedro, capítulo 1, versículos 15 y 16:
1 Pe
1:15-16 “15 Más bien, sean ustedes santos en todo lo que hagan, como también es
santo quien los llamó; 16 pues está escrito: «Sean santos, porque yo soy
santo.»”
¿Qué significa ser “santo”?
Literalmente, “santo” significa separar (cortar en dos
mitades). Separar algo de una cosa para
otra cosa. Por ejemplo, si de un filete
corto un pedazo y lo cocino, puedo decir en un sentido muy general que he hecho
ese pedazo “santo”, al separarlo del resto del filete para ser cocido. En el sentido bíblico, ser santos significa
ser separados (apartados) de lo secular (de lo común, ordinario) para lo
sagrado. Entonces, el significado raíz de “ser
hombres santos” es de ser hombres separados, apartados. Separados, apartados de
lo que “Dios no quiere que seamos” a lo que “Dios sí quiere que seamos”. En
primer lugar, personalmente estamos llamados a ser santos, y en segundo
lugar, a actuar santamente, a ser
santos en toda nuestra conducta.
2 Co
6:17-18 “17 «Salgan de en medio de ellos y apártense. No toquen nada *impuro, y yo los recibiré.» 18 «Yo seré un padre para
ustedes,y ustedes serán mis hijos y mis hijas,dice el Señor Todopoderoso.»”
¿Personalmente te has propuesto alguna vez ser
santo? ¿Cómo pudieras llegar a serlo?
Las tres etapas de la santidad
En su libro “Santidad Personal en Tiempos de
Tentación”, el doctor Bruce Wilkinson plantea tres niveles o etapas de santidad:
1.
Salvación– Conversión – Confiar en Cristo (“Apartados
para Dios” en la mente de Dios)
2.
Presentación – Consagrarse – Agradecer a Cristo
(“Apartados para Dios” en la mente del creyente)
3.
Transformación – Conducta, Carácter – Obedecer a
Cristo (“Apartados para Dios” en la vida del creyente, en cómo nos comportamos)
En este estudio veremos qué significa la salvación
como primera etapa de la santificación salvación. Para eso, veamos qué le dice Dios a Moisés
cuando éste observó un arbusto que ardía sin consumirse:
Ex
3:5 “—No te acerques más —le dijo Dios—. Quítate las sandalias, porque estás
pisando tierra santa.”
¿Por
qué era santa esta tierra? ¿Qué la hacía santa?
Esta tierra era igual a toda la que le rodeaba; por
eso Dios tuvo que decirle a Moisés que era santa. Fue hecha santa cuando Dios la separó para
Sus propósitos y reveló Su plan divino de salvación para la nación de Israel a
Moisés. Algo parecido sucedía con el tabernáculo y sus instrumentos: enseres
cotidianos eran hechos santos para el servicio a Dios, y lo principal que los
hacía santos era la actitud del sacerdote para con ellos.
La primera etapa de la santidad, por tanto, es el
hecho de que todos los cristianos están apartados para santidad en la mente de
Dios. Es decir, son llamados “santos”
porque Dios les ha apartado para santidad conforme a su fe en el sacrificio de
Cristo, aunque todavía pudieran no estar viviendo santamente. Como se lee en la carta de Pablo a los
colosenses:
Col
3:8“Pero ahora abandonen también todo esto: enojo, ira, malicia, calumnia y
lenguaje obsceno.”
¡Esta exhortación va dirigida a cristianos! Santos
apartados en la mente de Dios, pero viviendo todavía de una manera impura. La primera etapa de la santidad sucede en la
mente y en el corazón de Dios. Para esto
murió Cristo en la cruz. En lugar de
pagar eternamente por nuestros pecados, al poner nuestra fe en este sacrifico,
Dios nos separa del mundo y de quienes le han rechazado, y nos separa para Él. Nos hace Sus hijos, y nos traslada a Su reino
(Col 1:13). Pasamos de condenación y
muerte eterna a salvación y vida eterna; dos estados muy separados. ¿Cómo Él efectúa el movimiento entre esos dos
estados, lleva a cabo esta separación? Cuando
aceptamos a Jesús como nuestro Señor y Salvador. Por eso, convertirnos, confiar
en Jesucristo, nos hace santos en la mente y en el corazón de Dios.
Discusión Final
• ¿Qué
crees que piensa un hombre común y corriente acerca de transformarse en un
hombre santo? ¿Cambia su propia opinión
dependiendo de si es cristiano o no?
• ¿Qué
tan cerca o lejos te ves o te sientes a ti mismo de esta primera etapa de la
santidad?
• Hacer una oración de acción de gracias
a Dios por Su salvación para nosotros
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