Te comparto el mensaje que mi esposa Ysabel compartió con mujeres de la Iglesia Cristiana de Villa Consuelo el pasado sábado 18 de Mayo. Que sea de bendición para tu corazón.
Isaías 60:1
"¡Levántate, resplandece,
porque ha venido tu luz y la gloria de Jehová ha nacido sobre ti! 2 Porque he aquí que tinieblas cubrirán la tierra y oscuridad las naciones; más sobre ti
amanecerá Jehová y sobre ti será
vista su gloria. 3 Andarán las naciones a tu luz y los reyes al
resplandor de tu amanecer.
1.
LA CREACIÓN DE LA
MUJER
Quiero
contarles un relato que me encantó. Cuenta la leyenda que al principio del
mundo, cuando Dios decidió crear a la mujer, encontró que había agotado todos
los materiales sólidos en el hombre y no tenía más de que disponer.
Ante
este dilema y después de profunda meditación, hizo esto:
Tomó la redondez de la luna, las suaves curvas de las olas, la tierna adhesión de la enredadera, el trémulo movimiento de las hojas, la esbeltez de la palmera, el tinte delicado de las flores, la amorosa mirada del ciervo, la alegría del sol y las gotas del llanto de las nubes, y la fidelidad del perro, la timidez de la tórtola y la vanidad del pavo real, la suavidad de la pluma de un cisne y la dureza del diamante, la dulzura de la paloma y el ardor del fuego. Mezclo tan desiguales ingredientes, formó a la mujer y se la dio al hombre.
Tomó la redondez de la luna, las suaves curvas de las olas, la tierna adhesión de la enredadera, el trémulo movimiento de las hojas, la esbeltez de la palmera, el tinte delicado de las flores, la amorosa mirada del ciervo, la alegría del sol y las gotas del llanto de las nubes, y la fidelidad del perro, la timidez de la tórtola y la vanidad del pavo real, la suavidad de la pluma de un cisne y la dureza del diamante, la dulzura de la paloma y el ardor del fuego. Mezclo tan desiguales ingredientes, formó a la mujer y se la dio al hombre.
Ysabel junto a nuestro hijo Juan Roberto. |
Después
de una semana, vino el hombre y le dijo: ¡¡¡Señor, la criatura que me diste me
hace desdichado, quiere toda mi atención, nunca me deja solo, habla sin
cansarse, llora sin motivo, parece que se divierte al hacerme sufrir y vengo a
devolvértela porque no puedo vivir con ella!!!
Bien, contestó Dios y tomó a la mujer.
Pasó
otra semana, volvió el hombre y le dijo: Señor, me encuentro muy solo desde que
te devolví a la criatura que hiciste para mí, ella cantaba y jugaba a mi lado,
me miraba con ternura y su mirada era una caricia, reía y su risa era música,
era hermosa a la vista y suave al contacto. Me cuidaba y protegía cuando lo
necesitaba, me daba dulzura, ternura, comprensión y amor sin condiciones, por
favor Dios, devuélvemela, ¡¡¡porque no puedo vivir sin ella!!!
Ya
veo, dijo Dios, ahora valoras sus cualidades, eso me alegra mucho, claro que
puedes tenerla de nuevo, fue creada para que estuvieran juntos, pero no olvides
cuidarla, amarla, respetarla y protegerla, porque de no hacerlo, corres el
riesgo de quedarte de nuevo sin ella...
Quisiera
iniciar este mensaje estableciendo una gran verdad: Ser mujer es maravilloso! Fuimos creadas por Dios de la misma manera
como lo fue el varón. Dios nos hizo con
sus manos y nuestra definición no nos la da la cultura, ni el lugar donde
nacimos, ni nuestro color de piel, ni nuestra belleza, ni nuestra inteligencia;
Nuestra identidad está en la palabra de Dios y es ahí donde debemos buscar
quiénes somos y para qué fuimos creadas.
LA MUJER DENTRO
LA CREACION DE DIOS
La
primera revelación sobre los pensamientos de Dios hacia la mujer la encontramos
en las primeras páginas de la Biblia, en Génesis, el libro del principio. Ahí
vemos revelada una verdad fundamental: El
todopoderoso, el eterno Dios, creó al hombre según su plan y voluntad, siendo
consciente de que los creo hombre y mujer.
Gn. 1:26-27: “26 Y dijo Dios: Hagamos al hombre a nuestra
imagen, conforme a nuestra semejanza; y ejerza dominio sobre los peces del mar,
sobre las aves del cielo, sobre los ganados, sobre toda la tierra, y sobre todo
reptil que se arrastra sobre la tierra. 27 Creó, pues, Dios al hombre a imagen
suya, a imagen de Dios lo creó; varón y hembra los creó”.
El,
el único Dios sabio, que posee conocimiento perfecto, sabiduría y comprensión,
ha creado al ser humano como hombre y mujer, estableciendo para ellos unas
cualidades, capacidades y áreas de trabajo especiales. Su plan de construcción
y el orden de su creación es sabio, bueno y perfecto porque Dios mismo en su
ser es sabio, bueno y perfecto.
Gn. 1:31: “Y vio Dios todo lo que había hecho, y he aquí que era bueno en gran
manera. Y fue la tarde y la mañana el día sexto”.
Salmo 104:24 “Cuán muchas son tus obras, oh Jehová! Hiciste todas ellas con sabiduría: La tierra
está llena de tus beneficios.”
Somos
la perfecta creación de Dios, no un accidente, sino un tesoro, una perla de
incalculable valor para el Señor.
2.
CUÁL ES EL VALOR
DE LA MUJER
Cuando
Jesús se hizo hombre y estuvo entre nosotros mostró de muchas maneras cualidades
de nosotras las mujeres; nuestra fidelidad, nuestro afecto, nuestra dedicación
y compromiso. Muchas mujeres durante su
ministerio en la tierra siguieron a Jesús y le acompañaron en sus momentos de
alegría pero también de dolor.
Es
por eso que muchas veces el diablo ha tratado de excluir a la mujer del
accionar de la obra de Dios en la tierra, confundiendo roles y actitudes que
distraen la atención de lo que es verdaderamente importante en el reino de
Dios.
Desde
el Antiguo Testamento Dios ha reconocido el valor de las mujeres, múltiples ejemplos
podemos encontrar como cuando reconoció sus derechos civiles, otorgándole el
pedido de las hijas de Zelofead en Números 27; o como cuando les reconoció los
derechos políticos; al otorgarle el título de jueza a Débora en Jueces 4.
Jueces 4: 4 “4 En
aquel tiempo gobernaba a Israel una profetisa llamada Débora, que era esposa de
Lapidot”.
Cuando
Jesús vino habló claramente sobre cómo debía cambiar la cultura patriarcal que
prevalecía en aquel tiempo, declarando que todos somos uno en El.
Gálatas 3:28: “28 Ya no hay judío ni griego, esclavo ni libre, hombre ni mujer, sino
que todos ustedes son uno solo en Cristo Jesús”.
Jesús
vino a honrar y restaurar a la mujer como tal:
·
Fueron
las mujeres las que más acompañaron, apoyaron y sirvieron en el ministerio de Jesús.
·
Ellas
permanecieron fieles hasta su
crucifixión.
·
Fueron
las primeras que vieron la tumba vacía, las primeras en recibir el aviso de la resurrección de Cristo y las
primeras en ver al Cristo resucitado.
·
También
fueron ellas las primeras en dar aviso a
los discípulos de la resurrección del Señor.
En
el periodo de persecución de la iglesia primitiva, Pablo encarcelaba y mataba a
los cristianos, dentro de ellos iban muchas mujeres, que murieron fieles a Dios
(Hechos 8:3). Luego fueron muchas
también las mujeres que colaboraron con Pablo y los demás apóstoles en su
misión y contribuyeron grandemente con la
expansión del evangelio en los primeros tiempos.
La
mujer ha ejercido su rol en la extensión del Reino de Dios y así lo declaran
las escrituras como hemos visto.
Por
tanto no importa lo que el mundo diga de ti, lo que importa es lo que Dios ha
dicho y ha hecho por ti:
Ø Eres Hecha a la imagen de Dios.
Gn. 1:27, 5:1,2. “Y creó Dios al hombre a su imagen, a imagen de Dios lo creó; varón
y hembra los creó. El día en que creó Dios al hombre, a semejanza de Dios lo
hizo. Varón y hembra los creó; y los bendijo”.
Ø Has
sido formada por Él, en el vientre de tu madre.
Sal. 139:13-16. “Tú creaste mis entrañas; me formaste en el vientre de mi madre.14
¡Te alabo porque soy una creación admirable! ¡Tus obras son maravillosas, y
esto lo sé muy bien. 15 Mis huesos no te fueron desconocidos cuando en lo más
recóndito era yo formado, cuando en lo más profundo de la tierra era yo
entretejido. 16 Tus ojos vieron mi cuerpo en gestación: todo estaba ya escrito
en tu libro; todos mis días se estaban diseñando, aunque no existía uno solo de ellos”.
Ø Creada para gloria de Dios.
Is. 43:7. “todos los llamados de mi nombre; para gloria mía los he creado, los
formé y los hice”.
Ø Cristo murió por ti.
Rom. 5:8. “Más Dios muestra su amor para con nosotros en que siendo aún
pecadores Cristo murió por nosotros”.
Ø Eres el templo del Espíritu Santo.
1 Cor. 6:19. “¿O ignoráis que vuestro cuerpo es templo del Espíritu Santo, el cual
está en vosotros, el cual tenéis de Dios, y que no sois vuestros?”.
Ø Fuiste creada para grandes cosas.
Ef. 2:10. “Porque somos hechura suya, creados en Cristo Jesús para buenas
obras, las cuales Dios preparó de antemano para que anduviésemos en ellas”.
Amadas, el verdadero valor de una mujer es: El gozo
de saber que Dios nos ha creado con la capacidad para asumir plenamente todos
nuestros roles:
ü la
belleza de la respuesta emocional al amor y al dolor,
ü la
fuerza de seguir lo que tiene valor, de soportar lo que es necesario y de dejar
de lado lo que no es para nosotras,
ü el
gozo de ser madres,
ü la
paz de aceptarnos a nosotras mismas como ciudadanas no de segunda clase sino de
primera, y
ü la
seguridad de saber que somos hijas del Dios altísimo quien nos ama y nos cuida
y con quien podemos disfrutar de
intimidad siempre.
3.
LOS PLANES DE
DIOS PARA LA MUJER
Salmo 138:8
“Jehová cumplirá su propósito en mí”.
Desde el principio de la creación, Dios tiene
un proyecto de vida especial con cada mujer y para desarrollarnos o expandirnos
tenemos que conocer ese propósito, buscarlo y no desmayar ni descansar hasta
que Dios nos lo revele.
Dios nunca tendrá un proyecto con tu vida
imposible de llevarlo a cabo, Dios tiene ese proyecto contigo, porque sabe que
lo puedes cumplir, conoce tu capacidad y tus fuerzas, porque Él te las dio Romanos 8: 28-30 “Y sabemos que a los
que aman a Dios, todas las cosas le ayudan a bien, esto es a los que conforme a
su propósito son llamados”.
En
las escrituras hay ejemplo de muchas mujeres llamadas y escogidas por Dios para
desatar bendiciones, salvando a hombres,
pueblos, naciones y generaciones.
María: Madre de Jesús, una mujer
bendita, sabia, prudente, obediente, sumisa, vemos como Dios la usó para
restaurar, sanar, libertar, a todos los pueblos y todas las generaciones
venideras Lucas 1: 47-48 “Mi espíritu se regocija en Dios mi salvador.
Porque ha mirado la bajeza de su sierva; Pues he aquí, desde ahora me dirán
bienaventurada todas las naciones”.
“Una Mujer” como cada una de nosotras, que
conoció a Dios a través de su obediencia, escogida y santificada por Dios, para
cumplir un propósito Divino; engendrar en su vientre al Hijo de Dios, nuestro
Señor Jesucristo y a través de Él, traer la salvación a toda la humanidad.
Podría decir que una mujer de barrio o quizás campesina, pues Nazareth era tan
solo un pequeño pueblito del que no se esperaba que saliera nada bueno… Y ahí
estaba María y estaba Jesús, como puede estar aquí en esta iglesia y en este
barrio.
Otra
mujer usada con un propósito de Dios, que mencione hace un rato, fue:
Débora:
Una mujer que llegó a tener un lugar prominente, una mujer que tomó la
iniciativa de enfrentarse al enemigo, Dios la bendijo por su osadía y todo el
pueblo reconoció que la mano de Dios estaba sobre ella Jueces 5:7 “Las aldeas quedaron abandonadas en Israel,
habían decaído; Hasta que yo Débora me levanté, me levanté como madre de
Israel”, “una gobernadora”
del pueblo de Dios, una mujer valiente, intrépida, osada, una mujer de acción,
de coraje, que estuvo al frente del ejército y sacó al pueblo en victoria.
Vemos
en estas enseñanzas a dos mujeres,
creadas con un propósito de Dios, que fueron usadas para la gloria de Dios, que
marcaron un hito en la historia de la humanidad.
Igual que con ellas, Dios también quiere
hacerlo con nosotras, busquemos sin desmayar sus propósitos. No importa el tiempo, la hora o el momento
en que vamos a poner en acción el proyecto de Dios, lo importante es que
dispongamos nuestras vidas, y nos preparemos para que Dios nos use como un
instrumento santo para la gloria de su nombre.
Hechos 22:14-15 “El Dios de tus padres te ha escogido para que
conozcas su voluntad, y veas al justo, y oigas la voz de sus boca. Porque serás
testigo suyo a todos los hombres, de lo que has visto y oído”
4.
NUESTRO
DESAFIO: LEVANTARNOS Y RESPLANDECER
Quiero leer
nuevamente el pasaje con que inicie:
Isaías 60:1 "¡Levántate, resplandece, porque ha venido tu luz y la gloria de Jehová ha nacido sobre ti! 2 Porque he aquí que tinieblas cubrirán la tierra y oscuridad las naciones; más sobre ti
amanecerá Jehová y sobre ti será
vista su gloria. 3 Andarán las naciones a tu luz y los reyes al
resplandor de tu amanecer.
Cuando Dios te
dice aquí levántate, se trata de una actitud, es una decisión que
debemos tomar y que implica una acción.
Eres una mujer de Dios, creada por El, vales por lo que El ha hecho y
dicho de ti, tienes un propósito. Por
tanto hay un llamado fuerte para ti en esta palabra, un desafío de parte de
Dios LEVANTATE.
¿Pero
para que quiere Dios que nos levantemos? Para RESPLANDECER, para que nuestra luz se
vea.
Mateo 5:15 Ni se enciende una luz y se
pone debajo de una vasija, sino sobre el
candelero para que alumbre a todos los que están en casa. 16 Así
alumbre vuestra luz delante de los hombres,
para que vean vuestras buenas obras y glorifiquen a vuestro Padre que
está en los cielos.
El mundo
necesita de hombres y mujeres que marquen la diferencia, que obedezcan al
Señor, que vivan vidas de integridad, de honestidad, que aun sin palabras
nuestras vidas hablen de Jesús. Que
seamos ejemplo en la comunidad donde vivimos del amor de Dios, de la pureza y
la santidad de Dios
Porque la
promesa de JEHOVÁ para nosotros los que queremos levantarnos y resplandecer, es
que sobre nosotros “amanecerá Jehová y sobre nosotros será vista su gloria”.
Si
obedecemos al llamado Divino de Dios seremos llamadas bienaventuradas, Él mismo
Dios de ayer, hoy y por siempre está llamando a mujeres valientes a LEVANTARSE para
su reino en estos últimos tiempos para que le seamos testigos desde nuestra
tierra a todas las naciones, seremos mayor estima que las piedras preciosas en
las manos de nuestro creador, con nuestras vida y el poder de Dios derramado en
nosotras la tierra será enriquecida y prosperada, nuestra vida, nuestra
familia, nuestro pueblo y nuestro barrio en nosotras serán bendecidos.
Dios
quiere mujeres en acción, con pasión, ardientes en el Espíritu, que cumplamos
su llamado de Dios y obedezcamos a su
palabra, que seamos mujeres ejemplares en el reino de Dios, mujeres valientes
que no temamos al porvenir, que estemos revestidas de la gloria de Dios, que
conozcamos el propósito de Dios en nuestras vidas y lo cumplamos.
Amada
Él nos escogió desde antes de la fundación del mundo y desde el vientre de nuestra
madre nos santificó para darnos por luz a las naciones; Dios nos quiere levantar
a una nueva dimensión espiritual, derramar un manto de unción y hacer reposar Su Espíritu y Su Poder en
nosotras para que resplandezcamos y el mundo vea su gloria a través de
nosotras.
El
te dice ¿quieres? ¿Quieres
levantarte? ¿Quieres resplandecer?
Y
si hoy estas dispuesta a aceptar este desafío, quiero orar por ti…
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