miércoles, 22 de mayo de 2013

Desde la fe / Mujer, levántate...

Mujer: levántate, resplandece

Te comparto el mensaje que mi esposa Ysabel compartió con mujeres de la Iglesia Cristiana de Villa Consuelo el pasado sábado 18 de Mayo. Que sea de bendición para tu corazón.

Isaías  60:1   
"¡Levántate,  resplandece, porque ha venido tu luz   y la gloria de Jehová ha nacido sobre ti!  Porque he aquí que tinieblas cubrirán la tierra  y oscuridad las naciones;   más sobre ti amanecerá Jehová  y sobre ti será vista su gloria.  Andarán las naciones a tu luz  y los reyes al resplandor de tu amanecer.

1.                  LA CREACIÓN DE LA MUJER
Quiero contarles un relato que me encantó. Cuenta la leyenda que al principio del mundo, cuando Dios decidió crear a la mujer, encontró que había agotado todos los materiales sólidos en el hombre y no tenía más de que disponer.
Ante este dilema y después de profunda meditación, hizo esto:
Tomó la redondez de la luna, las suaves curvas de las olas, la tierna adhesión de la enredadera, el trémulo movimiento de las hojas, la esbeltez de la palmera, el tinte delicado de las flores, la amorosa mirada del ciervo, la alegría del sol y las gotas del llanto de las nubes, y la fidelidad del perro, la timidez de la tórtola y la vanidad del pavo real, la suavidad de la pluma de un cisne y la dureza del diamante, la dulzura de la paloma y el ardor del fuego. Mezclo tan desiguales ingredientes, formó a la mujer y se la dio al hombre.
Ysabel junto a nuestro hijo Juan Roberto.
Después de una semana, vino el hombre y le dijo: ¡¡¡Señor, la criatura que me diste me hace desdichado, quiere toda mi atención, nunca me deja solo, habla sin cansarse, llora sin motivo, parece que se divierte al hacerme sufrir y vengo a devolvértela porque no puedo vivir con ella!!!  Bien, contestó Dios y tomó a la mujer.
Pasó otra semana, volvió el hombre y le dijo: Señor, me encuentro muy solo desde que te devolví a la criatura que hiciste para mí, ella cantaba y jugaba a mi lado, me miraba con ternura y su mirada era una caricia, reía y su risa era música, era hermosa a la vista y suave al contacto. Me cuidaba y protegía cuando lo necesitaba, me daba dulzura, ternura, comprensión y amor sin condiciones, por favor Dios, devuélvemela, ¡¡¡porque no puedo vivir sin ella!!!
Ya veo, dijo Dios, ahora valoras sus cualidades, eso me alegra mucho, claro que puedes tenerla de nuevo, fue creada para que estuvieran juntos, pero no olvides cuidarla, amarla, respetarla y protegerla, porque de no hacerlo, corres el riesgo de quedarte de nuevo sin ella...
Quisiera iniciar este mensaje estableciendo una gran verdad: Ser mujer es maravilloso!  Fuimos creadas por Dios de la misma manera como lo fue el varón.  Dios nos hizo con sus manos y nuestra definición no nos la da la cultura, ni el lugar donde nacimos, ni nuestro color de piel, ni nuestra belleza, ni nuestra inteligencia; Nuestra identidad está en la palabra de Dios y es ahí donde debemos buscar quiénes somos y para qué fuimos creadas.

LA MUJER DENTRO LA CREACION DE DIOS
La primera revelación sobre los pensamientos de Dios hacia la mujer la encontramos en las primeras páginas de la Biblia, en Génesis, el libro del principio. Ahí vemos revelada una verdad fundamental: El todopoderoso, el eterno Dios, creó al hombre según su plan y voluntad, siendo consciente de que los creo hombre y mujer.
Gn. 1:26-27:26 Y dijo Dios: Hagamos al hombre a nuestra imagen, conforme a nuestra semejanza; y ejerza dominio sobre los peces del mar, sobre las aves del cielo, sobre los ganados, sobre toda la tierra, y sobre todo reptil que se arrastra sobre la tierra. 27 Creó, pues, Dios al hombre a imagen suya, a imagen de Dios lo creó; varón y hembra los creó”.
El, el único Dios sabio, que posee conocimiento perfecto, sabiduría y comprensión, ha creado al ser humano como hombre y mujer, estableciendo para ellos unas cualidades, capacidades y áreas de trabajo especiales. Su plan de construcción y el orden de su creación es sabio, bueno y perfecto porque Dios mismo en su ser es sabio, bueno y perfecto.
Gn. 1:31: “Y vio Dios todo lo que había hecho, y he aquí que era bueno en gran manera. Y fue la tarde y la mañana el día sexto”.
Salmo 104:24 “Cuán muchas son tus obras, oh Jehová!  Hiciste todas ellas con sabiduría: La tierra está llena de tus beneficios.”
Somos la perfecta creación de Dios, no un accidente, sino un tesoro, una perla de incalculable valor para el Señor.

2.      CUÁL ES EL VALOR DE LA MUJER
Cuando Jesús se hizo hombre y estuvo entre nosotros mostró de muchas maneras cualidades de nosotras las mujeres; nuestra fidelidad, nuestro afecto, nuestra dedicación y compromiso.  Muchas mujeres durante su ministerio en la tierra siguieron a Jesús y le acompañaron en sus momentos de alegría pero también de dolor.
Es por eso que muchas veces el diablo ha tratado de excluir a la mujer del accionar de la obra de Dios en la tierra, confundiendo roles y actitudes que distraen la atención de lo que es verdaderamente importante en el reino de Dios.
Desde el Antiguo Testamento Dios ha reconocido  el valor de las mujeres, múltiples ejemplos podemos encontrar como cuando reconoció sus derechos civiles, otorgándole el pedido de las hijas de Zelofead en Números 27; o como cuando les reconoció los derechos políticos; al otorgarle el título de jueza a Débora en Jueces 4.
Jueces 4: 4  “4 En aquel tiempo gobernaba a Israel una profetisa llamada Débora, que era esposa de Lapidot”.
Cuando Jesús vino habló claramente sobre cómo debía cambiar la cultura patriarcal que prevalecía en aquel tiempo, declarando que todos somos uno en El.
Gálatas 3:28: “28 Ya no hay judío ni griego, esclavo ni libre, hombre ni mujer, sino que todos ustedes son uno solo en Cristo Jesús”.
Jesús vino a honrar y restaurar a la mujer como tal:
·         Fueron las mujeres las que más acompañaron, apoyaron y sirvieron en el ministerio de Jesús.
·         Ellas permanecieron fieles hasta su crucifixión.
·         Fueron las primeras que vieron la tumba vacía, las primeras en recibir el aviso de la resurrección de Cristo y las primeras en ver al Cristo resucitado.
·         También fueron ellas las primeras en dar aviso a los discípulos de la resurrección del Señor.
En el periodo de persecución de la iglesia primitiva, Pablo encarcelaba y mataba a los cristianos, dentro de ellos iban muchas mujeres, que murieron fieles a Dios (Hechos 8:3).  Luego fueron muchas también las mujeres que colaboraron con Pablo y los demás apóstoles en su misión  y contribuyeron grandemente con la expansión del evangelio en los primeros tiempos.
La mujer ha ejercido su rol en la extensión del Reino de Dios y así lo declaran las escrituras como hemos visto.
Por tanto no importa lo que el mundo diga de ti, lo que importa es lo que Dios ha dicho y ha hecho por ti:
Ø    Eres Hecha a la imagen de Dios. 
Gn. 1:27, 5:1,2. “Y creó Dios al hombre a su imagen, a imagen de Dios lo creó; varón y hembra los creó. El día en que creó Dios al hombre, a semejanza de Dios lo hizo. Varón y hembra los creó; y los bendijo”.
Ø    Has sido formada por Él, en el vientre de tu madre.
Sal. 139:13-16.Tú creaste mis entrañas; me formaste en el vientre de mi madre.14 ¡Te alabo porque soy una creación admirable! ¡Tus obras son maravillosas, y esto lo sé muy bien. 15 Mis huesos no te fueron desconocidos cuando en lo más recóndito era yo formado, cuando en lo más profundo de la tierra era yo entretejido. 16 Tus ojos vieron mi cuerpo en gestación: todo estaba ya escrito en tu libro; todos mis días se estaban diseñando,  aunque no existía uno solo de ellos”.
Ø    Creada para gloria de Dios. 
Is. 43:7. “todos los llamados de mi nombre; para gloria mía los he creado, los formé y los hice”.
Ø    Cristo murió por ti. 
Rom. 5:8.Más Dios muestra su amor para con nosotros en que siendo aún pecadores Cristo murió por nosotros”.
Ø    Eres el templo del Espíritu Santo. 
1 Cor. 6:19.¿O ignoráis que vuestro cuerpo es templo del Espíritu Santo, el cual está en vosotros, el cual tenéis de Dios, y que no sois vuestros?”.
Ø    Fuiste creada para grandes cosas. 
Ef. 2:10. “Porque somos hechura suya, creados en Cristo Jesús para buenas obras, las cuales Dios preparó de antemano para que anduviésemos en ellas”.

Amadas, el verdadero valor de una mujer es: El gozo de saber que Dios nos ha creado con la capacidad para asumir plenamente todos nuestros roles:
ü  la belleza de la respuesta emocional al amor y al dolor,
ü  la fuerza de seguir lo que tiene valor, de soportar lo que es necesario y de dejar de lado lo que no es para nosotras,
ü  el gozo de ser madres,
ü  la paz de aceptarnos a nosotras mismas como ciudadanas no de segunda clase sino de primera, y
ü  la seguridad de saber que somos hijas del Dios altísimo quien nos ama y nos cuida y con quien podemos disfrutar de intimidad siempre.

3.      LOS PLANES DE DIOS PARA LA MUJER
Salmo 138:8 “Jehová cumplirá su propósito en mí”.
 Desde el principio de la creación, Dios tiene un proyecto de vida especial con cada mujer y para desarrollarnos o expandirnos tenemos que conocer ese propósito, buscarlo y no desmayar ni descansar hasta que Dios nos lo revele.
 Dios nunca tendrá un proyecto con tu vida imposible de llevarlo a cabo, Dios tiene ese proyecto contigo, porque sabe que lo puedes cumplir, conoce tu capacidad y tus fuerzas, porque Él te las dio Romanos 8: 28-30 “Y sabemos que a los que aman a Dios, todas las cosas le ayudan a bien, esto es a los que conforme a su propósito son llamados”.
En las escrituras hay ejemplo de muchas mujeres llamadas y escogidas por Dios para desatar bendiciones, salvando a  hombres, pueblos, naciones y generaciones.
María: Madre de Jesús, una mujer bendita, sabia, prudente, obediente, sumisa, vemos como Dios la usó para restaurar, sanar, libertar, a todos los pueblos y todas las generaciones venideras  Lucas 1: 47-48 “Mi espíritu se regocija en Dios mi salvador. Porque ha mirado la bajeza de su sierva; Pues he aquí, desde ahora me dirán bienaventurada todas las naciones”.
 “Una Mujer” como cada una de nosotras, que conoció a Dios a través de su obediencia, escogida y santificada por Dios, para cumplir un propósito Divino; engendrar en su vientre al Hijo de Dios, nuestro Señor Jesucristo y a través de Él, traer la salvación a toda la humanidad. Podría decir que una mujer de barrio o quizás campesina, pues Nazareth era tan solo un pequeño pueblito del que no se esperaba que saliera nada bueno… Y ahí estaba María y estaba Jesús, como puede estar aquí en esta iglesia y en este barrio.
Otra mujer usada con un propósito de Dios, que mencione hace un rato, fue:
Débora: Una mujer que llegó a tener un lugar prominente, una mujer que tomó la iniciativa de enfrentarse al enemigo, Dios la bendijo por su osadía y todo el pueblo reconoció que la mano de Dios estaba sobre ella Jueces 5:7Las aldeas quedaron abandonadas en Israel, habían decaído; Hasta que yo Débora me levanté, me levanté como madre de Israel”,  “una gobernadora” del pueblo de Dios, una mujer valiente, intrépida, osada, una mujer de acción, de coraje, que estuvo al frente del ejército y sacó al pueblo en victoria.
Vemos en estas enseñanzas  a dos mujeres, creadas con un propósito de Dios, que fueron usadas para la gloria de Dios, que marcaron un hito en la historia de la humanidad.
 Igual que con ellas, Dios también quiere hacerlo con nosotras, busquemos sin desmayar sus propósitos.   No importa el tiempo, la hora o el momento en que vamos a poner en acción el proyecto de Dios, lo importante es que dispongamos nuestras vidas, y nos preparemos para que Dios nos use como un instrumento santo para la gloria de su nombre.
Hechos 22:14-15 “El Dios de tus padres te ha escogido para que conozcas su voluntad, y veas al justo, y oigas la voz de sus boca. Porque serás testigo suyo a todos los hombres, de lo que has visto y oído”

4.      NUESTRO DESAFIO:  LEVANTARNOS Y RESPLANDECER
Quiero leer nuevamente el pasaje con que inicie:
Isaías  60:1   "¡Levántate,  resplandece, porque ha venido tu luz   y la gloria de Jehová ha nacido sobre ti!  Porque he aquí que tinieblas cubrirán la tierra  y oscuridad las naciones;   más sobre ti amanecerá Jehová  y sobre ti será vista su gloria.  Andarán las naciones a tu luz  y los reyes al resplandor de tu amanecer.
Cuando Dios te dice aquí  levántate,  se trata de una actitud, es una decisión que debemos tomar y que implica una acción.  Eres una mujer de Dios, creada por El, vales por lo que El ha hecho y dicho de ti, tienes un propósito.  Por tanto hay un llamado fuerte para ti en esta palabra, un desafío de parte de Dios LEVANTATE.
¿Pero para que quiere Dios que nos levantemos?  Para RESPLANDECER, para que nuestra luz se vea.   
Mateo 5:15  Ni se enciende una luz  y se pone debajo de una vasija,  sino sobre el candelero para que alumbre a todos los que están en casa.  16  Así alumbre vuestra luz delante de los hombres,  para que vean vuestras buenas obras y glorifiquen a vuestro Padre que está en los cielos.
El mundo necesita de hombres y mujeres que marquen la diferencia, que obedezcan al Señor, que vivan vidas de integridad, de honestidad, que aun sin palabras nuestras vidas hablen de Jesús.  Que seamos ejemplo en la comunidad donde vivimos del amor de Dios, de la pureza y la santidad de Dios
Porque la promesa de JEHOVÁ para nosotros los que queremos levantarnos y resplandecer, es que sobre nosotros “amanecerá Jehová y sobre nosotros será vista su gloria”.
Si obedecemos al llamado Divino de Dios seremos llamadas bienaventuradas, Él mismo Dios de ayer, hoy y por siempre está llamando a mujeres valientes a LEVANTARSE para su reino en estos últimos tiempos para que le seamos testigos desde nuestra tierra a todas las naciones, seremos mayor estima que las piedras preciosas en las manos de nuestro creador, con nuestras vida y el poder de Dios derramado en nosotras la tierra será enriquecida y prosperada, nuestra vida, nuestra familia, nuestro pueblo y nuestro barrio en nosotras serán bendecidos.
Dios quiere mujeres en acción, con pasión, ardientes en el Espíritu, que cumplamos su  llamado de Dios y obedezcamos a su palabra, que seamos mujeres ejemplares en el reino de Dios, mujeres valientes que no temamos al porvenir, que estemos revestidas de la gloria de Dios, que conozcamos el propósito de Dios en nuestras vidas y lo cumplamos.
Amada Él nos escogió desde antes de la fundación del mundo y desde el vientre de nuestra madre nos santificó para darnos por luz a las naciones; Dios nos quiere levantar a una nueva dimensión espiritual, derramar un manto de unción y  hacer reposar Su Espíritu y Su Poder en nosotras para que resplandezcamos y el mundo vea su gloria a través de nosotras.
El te dice ¿quieres?  ¿Quieres levantarte?  ¿Quieres resplandecer?
Y si hoy estas dispuesta a aceptar este desafío, quiero orar por ti… 

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