1ª Palabra de Jesús sobre la cruz:
“Padre
Perdónalos porque no saben lo que hacen”
(Lcs
23:34).
Ana
Ysabel Acosta
Esta es la primera palabra de Jesús sobre la cruz. Su comentario fue hecho por nuestra hermana Ana Ysabel Acosta, líder de la Red de Mujeres de nuestra Iglesia. Que sirvan ellas de alimento en estos días de reflexión.
La crucifixión fue
diseñada por mentes muy crueles y era la forma más dolorosa y vergonzosa de
morir jamás concebida por el hombre. Fue tan cruel que los romanos solo la
utilizaron para los esclavos y criminales de la clase más baja y nunca un ciudadano romano fue crucificado.
Ya hemos visto una
recreación de la escena de aquel momento. Hay tres cruces y tres hombres que
cuelgan de ellas. Cristo fue colgado en la cruz del centro, ya que lo consideraron
el peor de los tres delincuentes. Como lo relata Lucas
23:32-33 diciendo "Cuando
llegaron al lugar llamado de la Calavera, lo crucificaron allí, y a los
malhechores, uno a la derecha y otro a la izquierda"
Y es aquí, en el
monte calvario, donde encontramos la
oración perfecta en el lugar perfecto. Jesús oraba y decía: "Padre, perdónalos, porque no saben lo
que hacen " (Lucas 23:34).
Veamos que implican
estas palabras, esta oración:
1) PADRE. Jesús estaba consciente de su
relación perfecta con su Padre. Nunca,
incluso en el peor momento de su vida, Jesús se desenfocó del propósito por el
cual vino a esta tierra y mucho menos a quién debía recurrir, quién tenía todo
el poder y la sabiduría, quién era, es y será el único juez perfecto y justo,
el Padre celestial. Apocalipsis 16:7b. “Ciertamente,
Señor Dios Todopoderoso, tus juicios son verdaderos y justos”
La palabra
"Padre" implica una relación íntima, de amor y de confianza. Uno de
los pilares del carácter de Jesús era que estaba confiado en Su Padre, nunca
dudó en recurrir a Él bajo cualquier circunstancia y no hubo un momento en la
vida de Jesús en el cual dejase de tener comunión con el Padre, su padre. En la
oración que hizo por los discípulos, recogida en el libro de Juan Cap. 17, Jesús le llama “Padre
justo”, porque eso era para El, su buen padre y justo.
2) PERDÓNALOS: Jesús no solo fue capaz de
perdonarnos, sino que intercedió para que el Padre también nos perdonara. Se
hizo a sí mismo mediador entre el Juez celestial y el mundo hostil que lo
rechazó, que lo odió y torturó hasta conseguir su muerte. Esa es la mayor
prueba de amor que pudimos haber recibido.
Hechos 7.22-25 “22Por tanto, Jesús es hecho fiador de un
mejor pacto. 24…..por cuanto permanece para siempre, tiene un sacerdocio
inmutable; 25por lo cual puede también salvar perpetuamente a los que por él se
acercan a Dios, viviendo siempre para interceder por ellos”.
Jesús fue el único que logró redimirnos de
una vez y para siempre!
1Timoteo2:5 “Porque hay un solo Dios, y un solo mediador
entre Dios y los hombres, Jesucristo hombre”.
3) PORQUE NO SABEN LO QUE HACEN: imagino
al Padre diciendo:
-“Hijo mío, solo
dime algo: ¿Por qué debería perdonarlos?”
Y Jesús, como el
mejor abogado que es, exponiendo sus alegatos ante el juez supremo y diciendo: -“Papá,
porque no saben lo que hacen, no entienden la magnitud de tu bondad, no te
conocen aún, pero cuando yo parta contigo muchos te buscarán por causa de mi
sacrificio y se arrepentirán, mis discípulos recibirán de Tu Espíritu y estarán
listos para edificarlos en Tu Palabra, y les enseñarán tal y como yo les he
enseñado a ellos. Además, mi mediación no es solo por estos, sino por los que
creerán en mí por la palabra de testimonio de los que ahora defiendo”.
En la Biblia solo
se refleja una vez la oración “Padre, perdónalos, porque no saben lo que
hacen”, porque talvez esto fue lo que
audiblemente captaron quienes estaban en ese momento cerca de Jesús, pero conociendo
el corazón del Señor no es difícil imaginar que quizás esta misma oración fue
hecha por Jesús otras en el camino hacia
el este calvario;
Quizás cuando la
multitud se reunió insultándolo, maldiciéndolo y pidiendo su crucifixión, ya El
oraba pidiendo: "Padre perdónalos, porque no saben lo que hacen."
O cuando en el
Gólgota los soldados romanos martillaban esos clavos oxidados en sus manos y
pies también oraba: "Padre, perdónalos, porque no saben lo que hacen".
Nunca sabremos talvez cuántas veces, por
amor, Jesús repitió esa misma oración aquel día de su muerte.
Pero Cristo no solo
estaba orando por los soldados y el pueblo ese día terrible, sino él también estaba
orando por ti y por mí que nos encontramos aquí hoy, nosotros también estábamos
en su mente cuando El oraba de esta manera.
La gran verdad es que Jesús murió por ti y
por mí en esa cruz. En la antigüedad, de acuerdo con la Ley, Dios no podía
perdonar al pueblo a menos que sangre fuese derramada y Jesucristo fue el
cordero que derramo su sangre, Él murió en nuestro lugar y el castigo de nuestra paz fue sobre El. Aunque no lo merecíamos Jesús pagó el precio y
por Su gracia somos salvos.
Ese sacrificio
sigue tan vigente hoy como en ese momento y aun Jesús sigue en pie con los
brazos extendidos de par en par para nosotros y ora: "Padre perdónalos. .
. y el Padre celestial nos puede perdonar por lo que
Jesús hizo por nosotros en esa cruz.
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