jueves, 17 de abril de 2014

Desde la fe / El Padre te perdona


1ª Palabra de Jesús sobre la cruz:
“Padre Perdónalos porque no saben lo que hacen”
(Lcs 23:34).
Ana Ysabel Acosta

Esta es la primera palabra de Jesús sobre la cruz. Su comentario fue hecho por nuestra hermana Ana Ysabel Acosta, líder de la Red de Mujeres de nuestra Iglesia. Que sirvan ellas de alimento en estos días de reflexión.

La crucifixión fue diseñada por mentes muy crueles y era la forma más dolorosa y vergonzosa de morir jamás concebida por el hombre. Fue tan cruel que los romanos solo la utilizaron para los esclavos y criminales de la clase más baja y  nunca un ciudadano romano fue crucificado.

Ya hemos visto una recreación de la escena de aquel momento. Hay tres cruces y tres hombres que cuelgan de ellas. Cristo fue colgado en la cruz del centro, ya que lo consideraron el peor de los tres delincuentes. Como lo  relata Lucas 23:32-33 diciendo "Cuando llegaron al lugar llamado de la Calavera, lo crucificaron allí, y a los malhechores, uno a la derecha y otro a la izquierda"

Y es aquí, en el monte calvario,  donde encontramos la oración perfecta en el lugar perfecto. Jesús oraba y decía: "Padre, perdónalos, porque no saben lo que hacen " (Lucas 23:34).

Veamos que implican estas palabras, esta oración:

1) PADRE. Jesús estaba consciente de su relación perfecta con su Padre.  Nunca, incluso en el peor momento de su vida, Jesús se desenfocó del propósito por el cual vino a esta tierra y mucho menos a quién debía recurrir, quién tenía todo el poder y la sabiduría, quién era, es y será el único juez perfecto y justo, el Padre celestial.  Apocalipsis 16:7b. “Ciertamente, Señor Dios Todopoderoso, tus juicios son verdaderos y justos”

La palabra "Padre" implica una relación íntima, de amor y de confianza. Uno de los pilares del carácter de Jesús era que estaba confiado en Su Padre, nunca dudó en recurrir a Él bajo cualquier circunstancia y no hubo un momento en la vida de Jesús en el cual dejase de tener comunión con el Padre, su padre. En la oración que hizo por los discípulos, recogida en el libro de Juan Cap. 17, Jesús le llama “Padre justo”, porque eso era para El, su buen padre y justo.

2) PERDÓNALOS: Jesús no solo fue capaz de perdonarnos, sino que intercedió para que el Padre también nos perdonara. Se hizo a sí mismo mediador entre el Juez celestial y el mundo hostil que lo rechazó, que lo odió y torturó hasta conseguir su muerte. Esa es la mayor prueba de amor que pudimos haber recibido.

Hechos 7.22-25 “22Por tanto, Jesús es hecho fiador de un mejor pacto. 24…..por cuanto permanece para siempre, tiene un sacerdocio inmutable; 25por lo cual puede también salvar perpetuamente a los que por él se acercan a Dios, viviendo siempre para interceder por ellos”.

Jesús fue el único que logró redimirnos de una vez y para siempre!

1Timoteo2:5 “Porque hay un solo Dios, y un solo mediador entre Dios y los hombres, Jesucristo hombre”.

3) PORQUE NO SABEN LO QUE HACEN: imagino al Padre diciendo:
-“Hijo mío, solo dime algo: ¿Por qué debería perdonarlos?”
Y Jesús, como el mejor abogado que es, exponiendo sus alegatos ante el juez supremo y diciendo: -“Papá, porque no saben lo que hacen, no entienden la magnitud de tu bondad, no te conocen aún, pero cuando yo parta contigo muchos te buscarán por causa de mi sacrificio y se arrepentirán, mis discípulos recibirán de Tu Espíritu y estarán listos para edificarlos en Tu Palabra, y les enseñarán tal y como yo les he enseñado a ellos. Además, mi mediación no es solo por estos, sino por los que creerán en mí por la palabra de testimonio de los que ahora defiendo”.

En la Biblia solo se refleja una vez la oración “Padre, perdónalos, porque no saben lo que hacen”,  porque talvez esto fue lo que audiblemente captaron quienes estaban en ese momento cerca de Jesús, pero conociendo el corazón del Señor no es difícil imaginar que quizás esta misma oración fue hecha por Jesús otras  en el camino hacia el este calvario;
Quizás cuando la multitud se reunió insultándolo, maldiciéndolo y pidiendo su crucifixión, ya El oraba pidiendo: "Padre perdónalos, porque no saben lo que hacen."
O cuando en el Gólgota los soldados romanos martillaban esos clavos oxidados en sus manos y pies también oraba: "Padre, perdónalos, porque no saben lo que hacen". Nunca sabremos talvez cuántas veces, por amor, Jesús repitió esa misma oración aquel día de su muerte.

Pero Cristo no solo estaba orando por los soldados y el pueblo ese día terrible, sino él también estaba orando por ti y por mí que nos encontramos aquí hoy, nosotros también estábamos en su mente cuando El oraba de esta manera.

La gran verdad es que Jesús murió por ti y por mí en esa cruz. En la antigüedad, de acuerdo con la Ley, Dios no podía perdonar al pueblo a menos que sangre fuese derramada y Jesucristo fue el cordero que derramo su sangre, Él murió en nuestro lugar y  el castigo de nuestra paz fue sobre El.  Aunque no lo merecíamos Jesús pagó el precio y por Su gracia somos salvos.

Ese sacrificio sigue tan vigente hoy como en ese momento y aun Jesús sigue en pie con los brazos extendidos de par en par para nosotros y ora: "Padre perdónalos. . .  y  el Padre celestial nos puede perdonar por lo que Jesús hizo por nosotros en esa cruz.

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