lunes, 28 de abril de 2014

Liderazgo / Sano emocionalmente

El valor de la imagen

Más que títulos
Por José Luis Rojas

El poder de influenciar positivamente es mil veces más efectivo que los títulos. En cualquier escenario el líder solo es seguido por sus colaboradores cuando en cada una de sus decisiones y actuaciones pone de manifiesto el buen estado de su inteligencia emocional, social, cognitiva y espiritual. En definitiva, líderes con odio, resentimiento y delirio de grandeza, no sirven para gestionar procesos de cambio.
Para lograr cambios trascendentales y sostenibles en las personas y organizaciones, es imprescindible la presencia de un liderazgo integral, que tenga las competencias necesarias pero, sobre todo, valores, principios y una actitud de ser mejor persona cada día. Ningún proceso de cambio logra sus objetivos al margen de un liderazgo confiable, incluyente y respetuoso de la dignidad humana.
Se ha demostrado que un proceso de cambio, sin importar el contexto donde se realice, tiene mayores posibilidades de alcanzar éxito cuando es gestionado por líderes sanos emocional y espiritualmente. No es posible lograr cambios positivos y sostenibles, tanto en personas como en organizaciones, cuando el liderazgo que los impulsa solo se sustenta en títulos, poder, arrogancia, prepotencia y en delirio de grandeza.
Los líderes que aspiran transformar personas y organizaciones suelen auxiliarse de la comunicación asertiva como recurso para influir y entusiasmar a sus colaboradores. No son lideres transformadores los que usan el poder de la información y la comunicación como recursos mediáticos para mentir, manipular y crear climas laborales sustentados en el miedo, donde los empleados son obligados a convertirse en chivatos o calieses. Es una quimera pensar que líderes llenos de resentimientos y odio, puedan transformar a personas y a organizaciones en algo sano y productivo. El líder que transforma inspira respeto a sus colaboradores.

viernes, 18 de abril de 2014

Desde la fe / La humanidad de Dios



Tan humano sólo Dios:
“Tengo sed”

Compartida por Milton Tejada en el culto de las 7 Palabras de Jesús sobre la cruz / 16 de Abril, 2014

Jn 19:28:
Sabiendo que ya todo estaba consumado, dijo: Tengo sed.

Para quien lo dude: Jesús fue un hombre como tú, como yo… conoció de nuestros sufrimientos físicos, de nuestras carencias. La sed extrema es una de ellas (anécdota de Carlos Ariel). Y era natural. Había perdido mucha sangre. Caminó sangrando bajo el sol de la tarde, cargando un pesado madero. Los clavos, en ese momento, habían traspasado sus manos y sus pies (Salmo 22:16; Isaías 53:4). Un cuerpo deshidratado, la boca y los labios secos, la lengua pegada al paladar. Es también el cumplimiento de las Escrituras que en el Salmo 69:21 dice: Me pusieron además hiel por comida, y en mi sed me dieron a beber vinagre.

¿Puedes imaginar a Jesús con sus labios resquebrajados, su garganta tan seca que apenas podía tragar y con voz tan ronca que apenas podía hablar? Sin embargo, soportó esta agonía por largas horas en silencio, y lo pudo haber soportado hasta la muerte, que estaba tan próxima. ¿Pero, por qué se mantuvo callado y es al momento casi de la muerte, cuando  clama: «¡Tengo sed!»?  

¿Quizás nos hemos preguntado, por qué no hizo algo para evitar esto? ¿No podía, El que había convertido el agua en vino? ¿Porque tenía que soportar esta sed? A estas preguntas, quisiera añadir algunas más:   ¿Por qué se cansó Jesús en Samaria, tal como lo relata Juan 4:6? ¿Por qué se perturbó en Nazaret como dice Marcos 6:6 y se enojó en el templo con los mercaderes como nos relata Juan 2:15?  ¿Por qué se quedó dormido en el bote en el mar de Galilea (Marcos 4:38) y frente a la tumba de Lázaro lloró, Juan 11:35? 

Cada uno de estos momentos, cuando se cansó, se durmió, se enojó, cuando lloró, y muchos más relatados en las Escrituras, nos muestran la humanidad de Jesús, Dios quería que todos nosotros supiéramos que su único Hijo había venido a esta tierra como hombre, a pasar por cada una de estas cosas.

Jesús no tenía que sufrir sed, al menos no al grado que la tuvo, porque horas antes le habían ofrecido de beber, pero Él lo había rechazado. En Marcos 15:22-24  nos dice que antes de clavarle los clavos le ofrecieron de beber un vino mezclado con mirra, Mateo 27:34 dice que el vino estaba mezclado con Hiel. 

Tanto la mirra como la hiel tienen propiedad para sedar y adormecer lo sentidos y al Señor se lo ofrecieron, como era costumbre en ese tiempo darle esto a los crucificados,  Pero Jesús lo rechazó, no quiso pasar por ese momento de la cruz ni aturdido ni adormecido, sino que eligió hacer lo que su padre esperaba que El hiciera: pasar y vivir el sufrimiento en toda su fuerza.

Jesús soportó todos estos sufrimientos, porque El sabía que tú y yo habríamos de sufrirlos también.   Dios sabía que nosotros también nos cansaríamos, nos enojaríamos, nos perturbaríamos, que tendríamos sueño y hambre, que pasaríamos por dolor, El dolor de cuerpo, dolor de alma…. Dolor demasiado agudo para cualquier droga.  Sabía que estaríamos sediento, si no de sed de agua, al menos de sed de la verdad.  EL ENTIENDE por todo lo que pasamos, porque Él lo pasó también.

Y como El lo entiende, podemos venir a El, a sus brazos.  El ya ha estado donde tú estás y sabe cómo te sientes. El entiende la situación por la que estamos pasando y no sólo se conduele de nuestras necesidades, sino que responde generosamente y sin reprocharnos. 

Hebreos 4:15-16, nos dice: “Porque no tenemos un sumo sacerdote que no pueda compadecerse de nuestras debilidades, sino uno que fue tentado en todo según nuestra semejanza, pero sin pecado, Acerquémonos, pues, confiadamente al trono de la gracia para alcanzar misericordia y hallar gracia para el oportuno socorro.”

A través de esta palabra: Tengo sed. Jesús nos está diciendo en esta noche, a ti y a mí: Yo soy esa persona que esperas, te entiendo perfectamente, he estado en tu lugar porque he sufrido hasta el extremo: PUEDES CONFIAR EN MI, PUEDES CONFIAR EN MI.

Y es ese hombre cansado, ese hombre-Dios que desde la cruz hoy podría estarnos indicando otra sed distinta, quizás tan o más apremiante que esa sed física que padecía en ese momento.

Jesús hoy tiene sed de hombres y mujeres comprometidos…

Jesús hoy tiene sed de una Iglesia que no pone la cara para otro lado cuando se encuentra con el dolor, con el descarriado, con la necesidad de predicar su evangelio…

Jesús hoy tiene sed de una sociedad más justa, más solidaria, menos violenta, más fraterna…

Jesús hoy tiene sed de familias que le tengan a Él como centro de sus vidas, y que sean capaces de irradiar amor a su alrededor…

Es paradójico, pero El que tiene tanta sed, es también el agua viva… bebamos de esta fuente que hoy se nos muestra en la cruz y les aseguro que nosotros jamás volveremos a tener sed.

jueves, 17 de abril de 2014

Desde la fe / El Padre te perdona


1ª Palabra de Jesús sobre la cruz:
“Padre Perdónalos porque no saben lo que hacen”
(Lcs 23:34).
Ana Ysabel Acosta

Esta es la primera palabra de Jesús sobre la cruz. Su comentario fue hecho por nuestra hermana Ana Ysabel Acosta, líder de la Red de Mujeres de nuestra Iglesia. Que sirvan ellas de alimento en estos días de reflexión.

La crucifixión fue diseñada por mentes muy crueles y era la forma más dolorosa y vergonzosa de morir jamás concebida por el hombre. Fue tan cruel que los romanos solo la utilizaron para los esclavos y criminales de la clase más baja y  nunca un ciudadano romano fue crucificado.

Ya hemos visto una recreación de la escena de aquel momento. Hay tres cruces y tres hombres que cuelgan de ellas. Cristo fue colgado en la cruz del centro, ya que lo consideraron el peor de los tres delincuentes. Como lo  relata Lucas 23:32-33 diciendo "Cuando llegaron al lugar llamado de la Calavera, lo crucificaron allí, y a los malhechores, uno a la derecha y otro a la izquierda"

Y es aquí, en el monte calvario,  donde encontramos la oración perfecta en el lugar perfecto. Jesús oraba y decía: "Padre, perdónalos, porque no saben lo que hacen " (Lucas 23:34).

Veamos que implican estas palabras, esta oración:

1) PADRE. Jesús estaba consciente de su relación perfecta con su Padre.  Nunca, incluso en el peor momento de su vida, Jesús se desenfocó del propósito por el cual vino a esta tierra y mucho menos a quién debía recurrir, quién tenía todo el poder y la sabiduría, quién era, es y será el único juez perfecto y justo, el Padre celestial.  Apocalipsis 16:7b. “Ciertamente, Señor Dios Todopoderoso, tus juicios son verdaderos y justos”

La palabra "Padre" implica una relación íntima, de amor y de confianza. Uno de los pilares del carácter de Jesús era que estaba confiado en Su Padre, nunca dudó en recurrir a Él bajo cualquier circunstancia y no hubo un momento en la vida de Jesús en el cual dejase de tener comunión con el Padre, su padre. En la oración que hizo por los discípulos, recogida en el libro de Juan Cap. 17, Jesús le llama “Padre justo”, porque eso era para El, su buen padre y justo.

2) PERDÓNALOS: Jesús no solo fue capaz de perdonarnos, sino que intercedió para que el Padre también nos perdonara. Se hizo a sí mismo mediador entre el Juez celestial y el mundo hostil que lo rechazó, que lo odió y torturó hasta conseguir su muerte. Esa es la mayor prueba de amor que pudimos haber recibido.

Hechos 7.22-25 “22Por tanto, Jesús es hecho fiador de un mejor pacto. 24…..por cuanto permanece para siempre, tiene un sacerdocio inmutable; 25por lo cual puede también salvar perpetuamente a los que por él se acercan a Dios, viviendo siempre para interceder por ellos”.

Jesús fue el único que logró redimirnos de una vez y para siempre!

1Timoteo2:5 “Porque hay un solo Dios, y un solo mediador entre Dios y los hombres, Jesucristo hombre”.

3) PORQUE NO SABEN LO QUE HACEN: imagino al Padre diciendo:
-“Hijo mío, solo dime algo: ¿Por qué debería perdonarlos?”
Y Jesús, como el mejor abogado que es, exponiendo sus alegatos ante el juez supremo y diciendo: -“Papá, porque no saben lo que hacen, no entienden la magnitud de tu bondad, no te conocen aún, pero cuando yo parta contigo muchos te buscarán por causa de mi sacrificio y se arrepentirán, mis discípulos recibirán de Tu Espíritu y estarán listos para edificarlos en Tu Palabra, y les enseñarán tal y como yo les he enseñado a ellos. Además, mi mediación no es solo por estos, sino por los que creerán en mí por la palabra de testimonio de los que ahora defiendo”.

En la Biblia solo se refleja una vez la oración “Padre, perdónalos, porque no saben lo que hacen”,  porque talvez esto fue lo que audiblemente captaron quienes estaban en ese momento cerca de Jesús, pero conociendo el corazón del Señor no es difícil imaginar que quizás esta misma oración fue hecha por Jesús otras  en el camino hacia el este calvario;
Quizás cuando la multitud se reunió insultándolo, maldiciéndolo y pidiendo su crucifixión, ya El oraba pidiendo: "Padre perdónalos, porque no saben lo que hacen."
O cuando en el Gólgota los soldados romanos martillaban esos clavos oxidados en sus manos y pies también oraba: "Padre, perdónalos, porque no saben lo que hacen". Nunca sabremos talvez cuántas veces, por amor, Jesús repitió esa misma oración aquel día de su muerte.

Pero Cristo no solo estaba orando por los soldados y el pueblo ese día terrible, sino él también estaba orando por ti y por mí que nos encontramos aquí hoy, nosotros también estábamos en su mente cuando El oraba de esta manera.

La gran verdad es que Jesús murió por ti y por mí en esa cruz. En la antigüedad, de acuerdo con la Ley, Dios no podía perdonar al pueblo a menos que sangre fuese derramada y Jesucristo fue el cordero que derramo su sangre, Él murió en nuestro lugar y  el castigo de nuestra paz fue sobre El.  Aunque no lo merecíamos Jesús pagó el precio y por Su gracia somos salvos.

Ese sacrificio sigue tan vigente hoy como en ese momento y aun Jesús sigue en pie con los brazos extendidos de par en par para nosotros y ora: "Padre perdónalos. . .  y  el Padre celestial nos puede perdonar por lo que Jesús hizo por nosotros en esa cruz.

miércoles, 16 de abril de 2014

EMFAMILIA / Los conflictos no son malos



Manuel Corripio: "Es difícil y complejo lograr que un negocio de familia perdure..."
"Sólo el 4% de las empresas familiares sobreviven a la tercera generación, es decir, el 96 % mueren en el camino. Esto ocurre en el mundo, no solo en República Dominicana, lo que da la idea de lo difícil y complejo que es crear, desarrollar y lograr que un negocio de familia perdure", afirmó Manuel Corripio Alonso, Vicepresidente del Grupo Corripio, de Santo Domingo, uno de los emporios más sólidos del país, que evolucionó de un colmado de provisiones que instaló don Manuel Corripio en 1936, es propietario de decenas de empresas en las cuales laboran 12 mil empleados.
"Las empresas familiares si son bien llevadas contribuyen a mantener unidas a las familias. No vale la pena que un padre o una madre solo se dedique a hacer dinero y fracase en las relaciones con sus hijos".
Corripio Alonso cree que los conflictos en la familia empresaria no son malos porque surgen de la necesidad de revisar los métodos de producción ya que las empresas son entidades dinámicas que tienen que cambiar para no desaparecer. Si hay cambios es lógico que se hayan dado o se presenten conflictos por posiciones generacionales entre los fundadores y sus hijos que motivan e impulsan la actualización, sostuvo.
En su opinión es importante que los padres lleven a sus hijos desde niños a la empresa  aunque sea a jugar, pues en la medida que crezcan se familiarizan con el ambiente de trabajo y pueden llegar a ocupar posiciones ejecutivas por competencia, no por su condición de hijo.
Aconsejó tratar la empresa como negocio y a la familia como familia. En la primera se asumen labores y compromisos que tienen que cumplirse, en la segunda se hay  vínculos afectivos y relaciones primarias que obligan a deslindar los roles. Esto significa que no debe dársele a un familiar una posición para la cual no esté preparado.
Afirmó que las familias empresaria practican como normas y valores, mantener la comunicación entre los miembros  del grupo, actuar con sinceridad, respeto, discreción pero evitar el secretísimo, lograr consenso en la discusión de las medidas y pasos que se vayan a dar en el negocio.
Leyó el protocolo de familia o código de comportamiento que firmaron los integrantes de la empresa familiar Corripio Alonso. Entre las normas establecieron: dar la noticia negativa desde principio, lealtad, respeto, conciliación previa, ofrecer la información completa de cualquier asunto que es de ínterés del grupo, no hacer negocios ilegales o de dudosa reputación ante la sociedad, justicia con los empleados, confidencialidad, no pertenecer a partidos o movimientos políticos, no hacer declaraciones públicas contra ninguna persona ni institución.
Sostuvo que los hijos y nietos deben reconocer y agradecer profundamente a los fundadores de la empresa familiar porque han conseguido que haya perdurado por sus esfuerzos y trabajar de manera correcta.
Citó a su padre (José Luis Corripio Estrada -Pepín-)  quien afirma que "somos administradores temporales; nadie tiene nada, todos llegamos sin nada y dejamos este mundo sin nada. Todos los logros materiales quedan para beneficio de las generaciones futuras" / Tomado de:http://www.eljaya.com/index.php/noticias/local/8157-manuel-corripio-relata-vivencias-y-aconseja-a-los-padres-llevar-hijos-a-la-empresa-desde-pequenos

martes, 15 de abril de 2014

Vida de fe y negocios



Empresarios cristianos:
Desarrollando negocios a la manera de Dios

Estas ideas fueron tomadas de una conferencia impartida por Robert Allsup hace unos tres años. A nosotros, cristianos, hombres y mujeres de negocios, pueden servirnos para entender la responsabilidad que significa administrar a la manera de Dios. Debes convencerte de que las ideas de Dios funcionan, tanto como en su negocio, familia o finanzas. Sin embargo, para hacer las cosas como Dios las hace, debe de escuchar, creer  y obedecer. En la foto, Robert y Joanne Allsup. El nos ha visitado, es director de hombres en Southwest Harvest Church, y ella trabaja en la iglesia de niños.
¿Por qué prosperan los no creyentes financieramente en los negocios? Se rigen por principios, que constituyen la base de un sistema y que son válidos, casi todos, para creyentes como para no creyentes. Estos principios han sido establecidos por Dios. Ocho son accesibles al creyente y al no creyente, dos son de nuestra exclusividad. He aquí los principios…

Primer principio. Tienes que ser diligente. Prov 10:4. El perezoso pronto empobrecerá, el diligente prosperará.

Segundo. Tienes que planificar y establecer metas. Lee Prov 16:1-3. Podemos hacer nuestros propios planes, pero Dios es quien endereza nuestros pasos. Una meta sin fecha es simplemente un deseo. Las metas siempre están por escrito. Escribir lo que se quiere lograr, por qué se quiere llevar eso a cabo, cuándo, con quién tienes que contar. No logramos a veces las metas porque no tenemos la disciplina de anotarlo, de determinar lo que hay que hacer para alcanzarlo, e implementar un plan para lograr lo propuesto. Trabajemos sobre metas a corto, mediano y largo plazo.

Tercer principio: trabajo duro. Leeamos Proverbios 6:9-11.  Hay que trabajar arduamente: Tú, perezoso, por cuánto dormirás… un poco de sueño, de cama… la pobreza te atacará como ladrón y la escasez te asaltará como maleante. El trabajo arduo no siempre garantiza el éxito, pero la falta de un trabajo o esfuerzo arduo casi siempre implica el fracaso.

Cuarto principio: Astuto – medido con el dinero. La parábola del mayordomo malo (Lcs 16) nos indica la astucia con la que se desenvolvió en el área financiera. El hecho de que seas cristiano no significa que tomes decisiones financieras malas y esperar que Dios te saque del apuro de cada una de tus decisiones estúpidas. Sabiduría es necesaria en este aspecto.
Dios espera que mantengas tu vista sobre tu dinero. Debes conocer la estructura de tu negocio, el margen de ganancia, los requerimientos de caja chica, sus flujos, etc.  Es tu responsabilidad ser astuto financieramente hablando y poner atención a las áreas financieras de tu negocio. Muchas experiencias conocemos en donde un empleado ha hecho mal uso del dinero, porque el dueño no mantuvo su vista sobre el dinero y terminó pagando el precio.

Quinto principio: hay que crear relaciones. Los negocios es cuestión de relaciones con clientes, con empleados, con quienes suplen. Tu negocio escalará o se caerá basado en la calidad de las personas y el nivel de servicio que puede proveerse. Construyan sobre personas realmente excepcionales. Hay que poderse comunicar bien, articular de manera clara lo que se espera de ellos y elevarlos a un estándar alto… si hacen esto, muchos problemas serán eliminados.

Sexto principio: Ser generoso. En Prov 22:9: Bienaventurados los generosos, porque ellos dan de comer al pobre. Uno de los principios es que no puedes consumir tus ganancias sobre ti, tienes que estar dispuesto a ser un dador generoso de las ganancias…

Séptimo principio: Fiel.  Conocemos el relato como la parábola de los talentos (Mt 25:29). Uno de ellos tomó lo que tenía y lo enterró en la tierra. No lo perdió, los otros tampoco. Dios no quiere que tú le devuelvas lo que te entregó, Dios siempre exige un aumento. No importa de cuánto sea. Aquel siervo infiel le robó a su amo una oportunidad de ganancias. Muchas veces hacemos lo mismo con nuestro tiempo, talento, habilidades… no le devolvemos a Dios la ganancia que él espera de nosotros. Y El nos promete que si invertimos habrá ganancias para ti, para que puedas proveer a tu famiila, para que podamos ser generosos con los demás…  Si no administramos bien, Dios parece que nos quita hasta lo poco que tenemos. Dios espera ganancias.

Octavo principio: Experto. En Proverbios 22:29, Dios espera que seamos expertos. Necesitamos la ayuda de otros. Estamos conectados, somos un cuerpo. No me puedo dar con un martillo en el dedo sin que el cuerpo completo sienta dolor. La biblia dice que en la abundancia de consejeros hay sabiduría.

Noveno principio: los beneficios de ser cristiano en el mundo de los negocios. Hay tres beneficios que obtenemos por el hecho de ser cristianos en el mundo de los negocios:
Provisión que trae la Gloria a Dios. Glorifica a Dios el hecho de que El pueda asistirte con beneficios y ayudarte en problemas. Te da salida cuando no había salida. Deut 8:18 dice que Dios nos da el poder para obtener riquezas. En Prov 10:22 nos dice que la bendición de Jehová es la que enriquece y no añade tristeza con ella.
Da a Dios la oportunidad de formar, edificar nuestro carácter: paciencia, amor, humildad, integridad. El quiere desarrollar estas cualidades en nosotros en la tierra. Mientras seamos cristianos en el mundo de los negocios, Dios usa problemas y dificultades para enseñarnos. Utiliza personas difíciles, pocos razonables, enojadas, para enseñarnos amor. Usa circunstancias imposibles para enseñarnos humildad. Y usa las promesas quebradas y compromisos no cumplidos para enseñarnos integridad
Es una oportunidad para ser testigos, para testificar. Los no cristianos están en el mercado. Dios permite que seamos testimonio para él en el mercado, en el campo de acción.  Muchas veces no hay que decir nada, porque el no cristiano está viendo nuestras acciones. En Prov 22:1 dice que estimemos más el buen nombre que las muchas riquezas,  la buena fama más que la plata y el oro.

Décimo principio. Da tu negocio a Dios y contarás con su favor. Dios permitirá que un no cristiano prospere, pero no permitirá que un no cristiano use su sabiduría o su favor para prosperar. La sabiduría es la habilidad de saber qué hacer y cuándo hacerlo ante cualquier circunstancias. En Santiago: si alguno está falto de sabiduría, que le pida a Dios…. Sus hijos deben pedir sabiduría, sabiduría que sólo proviene de Dios.
Cuando así procedes, El pone su favor sobre tu negocio. Puede hacer que consigas oportunidades que a lo mejor no lograrías por otro lado. El favor de Dios puede traerte negocios nuevos que a lo mejor en lo natural no conseguirías. Te permitirá competir en el mercado, en el mundo de los negocios.
La sabiduría de Dios y el favor de Dios te da una ventaja de competencia significativa, una ventaja competitiva es algo que permite desempeñarte mejor que tu competencia. Una ventaja competitiva de este tipo de ayuda a sobresalir con relación al resto del mercado, te permite diferenciarte…

La ventaja competitiva de parte de Dios es su sabiduría y su favor.