La buena carrera
No lo merezco… gracias!
Hoy cumplo 54 años.
Podría afirmar
que me he ganado el cariño de mis amigos y hermanos, de mi esposa e hijos, pero
no. No me lo he ganado, me lo dan de gratis. Y doy gracias.
Podría indicar
que en base al trabajo tesonero dispongo de lo que necesito para vivir y, junto
a Ysabel, mi esposa, suplimos a nuestra familia. Pero no. Es cierto que
trabajamos con afán, pero Dios nos abre puertas, provee…
Podría creer
que al esforzarme por vivir en obediencia a Dios él me privilegia, pero no. Me
privilegia porque quiere, porque si, por su Gracia…independientemente de lo que
haga, soy su hijo.
Por eso…
Gracias,
especialmente, a ti Jesús, que me sacaste de la amargura y me diste una nueva
dirección a mis cuarenta, hoy un poquito distantes. Vivo para ti y es de mucho
gozo para mi compartir contigo, caminar contigo, trabajar contigo… Y que me
consideres ciudadano del Reino.
Gracias a mis
padres (él, ya fallecido), por su ejemplo, tanto en los valores familiares como
en esa incondicional rectitud y apego a la justicia social que exhibían los
Tejada y que costó a varios de ellos estar en las cárceles de Trujillo. Mi
madre, a sus ochenta años, sigue siendo un ejemplo en muchos aspectos para mi
vida.
Gracias a mi
esposa, Ana Ysabel. Al iniciar nuestra relación hace unos trece años, alguien
le preguntó qué veía en mí. Y ella contestó: “potencial”. Gracias, Ysa, por
confiar, pero sobre todo por amarme. Por caminar junto a mí en los senderos de
la fe. Por brindar cariño a borbotones a mis hijos, por tu generosidad, tu
pasión, tu entrega… gracias!
Gracias a mis
hijos, Carlos, Juan, Luis, Laura… cada día recibo de su amor, cada día me
permiten estar un poquito en sus vidas, compartir sus logros, sus ansiedades,
sus etapas, tan distintos entre si, que son un verdadero tesoro inapreciable…
Gracias a los
amigos, a quienes les debo, como dice AC, la ternura, el apretón de manos, el
abrazo. Ojalá pueda ser recíproco con ustedes, lo intento y siempre lo
intentaré.
1 comentario:
Qué hermoso esto!! Casi lloro.
Bendiciones, hermano.
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