Es
necesario espacio y tiempo para escuchar
Retiro
con Alan Fadling
14 de
Septiembre, 2012
Jarabacoa,
RDominicana
La vida cristiana es algo más que hacer cosas
por Jesús.
Salmo 84
A
veces vengo a un retiro y estoy sobretrabajado, pero Jesús nos invita a que vengamos
a este lugar a solas, para disfrutar de su presencia, para ser llenos hasta que
rebosemos
1¡Cuán amables son tus moradas, oh Jehová de los
ejércitos!
2Anhela mi alma y aun ardientemente desea los
atrios de Jehová; Mi corazón
y mi carne cantan al Dios vivo.
3Aun el gorrión halla casa, Y la golondrina nido
para sí, donde ponga sus
polluelos, Cerca de tus altares, oh Jehová de los
ejércitos, Rey mío, y Dios
mío.
4Bienaventurados los que habitan en tu casa;
Perpetuamente te alabarán.
5Bienaventurado el hombre que tiene en ti sus
fuerzas, En cuyo corazón están
tus caminos.
6Atravesando el valle de lágrimas lo cambian en
fuente, Cuando la lluvia llena
los estanques.
7Irán de poder en poder; Verán a Dios en Sion.
8Jehová Dios de los ejércitos, oye mi oración;
Escucha, oh Dios de Jacob.
9Mira, oh Dios, escudo nuestro, Y pon los ojos en
el rostro de tu ungido.
10Porque mejor es un día en tus atrios que mil fuera
de ellos. Escogería antes
estar a la puerta de la casa de mi Dios, Que
habitar en las moradas de maldad.
11Porque sol y escudo es Jehová Dios; Gracia y
gloria dará Jehová. No
quitará el bien a los que andan en integridad.
12Jehová de los ejércitos, Dichoso el hombre que
en ti confía.
Una
pregunta... mientras nos escuchábamos leer. Qué sucedía en ti...?
Estamos
en momentos diferentes. Es muy personal.
Cuando
me acerco a las Escrituras a veces busco algo, en lugar de simplemente escuchar
lo que Dios está haciendo. Dejar que el Señor simplemente nos enseñe (no tanto
buscar qué puedo aprender o enseñar, dejar que él enseñe... él haga).
Los
mejores líderes son líderes que escuchan. Escuchan a Dios. Escuchan a miembros
del equipo de liderazgo y escuchan a aquellos a quienes servimos. A veces estoy
tentando de pensar que lo más importante es hablar. Claro que hablamos,
enseñamos, aconsejamos, animamos.... pero lo haremos de modo más efectivo si
escuchamos.
Es
una gran oportunidad. Jesús escuchaba al Padre, hacía tiempo para escuchar.
La
idea de detenernos para escuchar es difícil, es un reto, es una disciplina, pero
es una disciplina fructífera.
Mantente
conectado. Si lo haces, tu vida será fructífera. Tu liderazgo va a ser fructífero.
Yo me ocupo con facilidad, me apresuro, me distraigo y pierdo al Señor de la
lista... lo saco de mi lista. El mismo pasaje que habla de la vid y los pámpanos,
habla de alguien que cuida la vid, el Padre. Él es quien cuida de nuestras
vidas. Nos ayuda a mantenernos conectados. Es bueno recordar esta verdad.
Nos
enseñan sobre comunicación, pero no nos enseñan a escuchar. Es muy tentador ser
el consejero, el maestro, el hombre sabio. Resiste esta tentación. Escucha.
Escucha las Escrituras. Escucha a Dios en oración. Escucha a la gente. Dale tu
atención. Es una disciplina poderosa. Te cambiará a ti y a otros.
Hay
que aprender a detenerse y disfrutar. Uno de los secretos del liderazgo es cuando
nos detenemos y pensamos quién ha sido Dios. Nuestro lugar seguro. Nuestro rey
dirigiéndonos. Y disfrutamos esto. Celebramos esto.
De
qué morada nos habla el salmista?
Pensaba en Jerusalén, en un lugar...hoy, dónde está su morada, dónde
vive? En el NT habla de nuestro cuerpo siendo su templo. Jesús está morando en
los que te rodean. Cada uno de nosotros es su morada. Esto es hermoso, bello.
Poder ver esto en otra persona es un gran regalo a nosotros y al otro.
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