viernes, 21 de junio de 2013

Con Jesús / Guiándote al desierto


La pregunta más importante

1 de Junio, 2013. Es un día claro y fresco en Jarabacoa. Junto a una parte de los líderes de nuestra Congregación, la Iglesia Cristiana, desaceleramos el ritmo. Es tiempo tuyo, Jesús.
Presentes: Elvis, Francisco Cedano, Yanelys Rivera, José Luis Guzmán, Karina de Guzmán, Carlos Cruz, Polonia de Cruz, Marino Mancebo, Isabel de Mancebo, Yanet de Jiménez, Marisol de León, Rafael Antonio Montalvo, Noelia de Montalvo, Amalfis de Luna, Rafael Luna, Sarah Luna, Marleni, Elvin... Nos ayuda en este proceso Alan Fadling.

Mc 10: 46-52. Bartimeo... un ciego que insiste.
Jesús te hace la misma pregunta hoy que le hizo a Bartimeo. No es una pregunta sólo a la Congregación, o a la sociedad dominicana, o al mundo, sino a ti: qué quieres que haga por ti.
Pueden venir respuestas inmediatas a tu mente, pero...  serán esas las más importantes? A veces queremos cosas tontas, cosas que van y vienen, pero también queremos cosas que importan. Creo que cuando Jesús me pregunta qué quiere que haga por ti, quiero responder con mis deseos más profundos. 
En estos momentos de soledad junto a El, cuando nos alejamos de nuestros trabajos, de nuestras responsabilidades cotidianas... es un momento para que las profundidades de nuestro corazón suban a la superficie y responder a la pregunta de Jesús: esto es lo que quiero que hagas por mi.
En estos momentos, en que estamos solos, pero una soledad junto a Jesús, El quiere disfrutar nuestra presencia y que nosotros disfrutemos su presencia... qué quieres que haga por ti?
Gozos, alegrías, todo lo que esté en tu corazón y tu mente, tráelo a la presencia de Jesús. Ahí estarás seguro. Las cosas de las que estamos orgullosos, contentos, son bienvenidas en su presencia. Nuestras preocupaciones, miedos, son bienvenidos en su presencia. El nos cita en misericordia, en gracia. El trae sanidad, frescura, refrigerio. Lo que sea que necesites, lo encuentras en su presencia.
Sólo cuando ocultas las cosas de las que te avergüenza, cuando escondes esas cosas, cuando las mantenemos fuera de su presencia, cuando creemos que El no las puede ver, no experimentamos sanidad, no experimentamos perdón, no experimentamos libertad. Y libertad es lo que el Padre quiere para nosotros.

"Tú eres mi hijo amado, en quien tengo complacensia...".
A veces en mi corazón creo que "El me amaría más si...",  y completo la frase con algo que creo que puedo hacer. No es así, El te ama no importa lo que hagas. Dios no está en una montaña rusa. El es fiel. Te ama. El Padre proclama su amor antes de que Jesús hubiese iniciado su ministerio.
En Lc 4:1, luego del bautismo, se proclama que está lleno del Espíritu Santo. Qué esperaríamos que sucediese? Pensaríamos que gozo, unción, predicación... pero Jesús fue llevado por el Espíritu al desierto. Por qué? Qué le pasa a Jesús en el desierto? ES TENTADO. 
Si Jesús te pregunta, qué quiere que haga por ti? Le responderías: llevame al desierto, quiero ser tentado? NO! Sin embargo, en el desierto la palabra de amor, de complacensia, es ratificada. Las tentaciones ponen a prueba el amor del Padre en nuestras vidas (es algo de lo que la tentaciones hacen).
 Adán y Eva están en el paraíso, tienen todo lo que necesitan, son tentados, y caen.
Jesús está en el desierto, no tiene nada de lo que necesita, es tentado, y resiste. 
Creo que le ayuda el recordar las palabras de amor de su Padre, de complacencia de su Padre. El recuerda: todo lo que necesito, todo lo que quiero, viene de mi Padre. El me ama y El se complace en mi.
Una pregunta... cómo aparece la tentación en tu vida? Cuáles son los pensamientos, emociones, acciones, palabras que nos apartan de Dios, que nos distraen del Señor, que nos hacen olvidar sus palabras, que nos ama y que nos da lo que necesitamos? Cómo se ve la tentación para ti?
A veces las tentaciones se convierten en hábito. Ni pensamos en ella, simplemente suceden. No hay espacio entre ella y yo.
Cuando nos apartamos, cuando vamos a nuestro desierto, hacemos un espacio, un pequeño espacio en donde observamos nuestros pensamientos y podemos decir: NO. El Padre me ama, lo que necesito lo tengo en El.
A veces, de mala manera, ponemos en piloto automático parte de nuestras vidas. No pensamos, son hábitos. Necesito tiempo para salir de piloto automático, manejar mi vida, con el Poder del Espíritu.
Estoy seguro de que Jesús no disfrutó ser tentado. En Hebreos se habla de que Jesús sufrió la tentación. El necesitaba a su Padre, necesitaba al Espíritu, para resistir la tentación.
Algo más... el enemigo nos tienta con versiones retorcidas y vacías de lo que de hecho ya tenemos en el reino amoroso de Dios.

Con El, no por sus cosas
El Gran Mandamiento no es: toma lo que necesites de Dios. Es amar al Señor con todo tu corazón, toda tu mente, toda tu alma, todas tus fuerzas...con todo lo que tienes, ama al Señor. El Gran Mandamiento corresponde al amor de Dios: ama al que primero te amó. Sin embargo, para hacer esto a veces el Espíritu tiene que guiarnos hacia el desierto, a un lugar en donde parece que no tenemos lo que necesitamos, lo que queremos.
La tentación es pensar que porque no nos da lo que esperamos, no está complacido con nosotros. 
Lc 4: 5-8. Le muestra todos los reinos. Jesús vino a ser rey. El diablo lo sabe. Y dice: yo puedo hacer que eso suceda... LA TENTACIÓN SIEMPRE NOS APRESURA. "Lo necesito ahora! No puedo esperar! Pasará algo malo si espero!". Es la voz de la tentación. La voz del Padre es la voz de un amor sin prisa. El está haciendo cosas que no podemos imaginar.
El diablo describe los reinos del mundo con dos palabras: autoridad y esplendor... poder, belleza, majestuosidad.. Qué significa autoridad? Significa hacer la diferencia, tener un impacto. Queremos tener influencia? Qué tal el esplendor? Queremos que nuestras vidas brillen, que otros vean nuestras vidas, que nos respeten, que nos escuchen. Queremos autoridad y queremos esplendor. La pregunta es: confiaremos en que Dios nos lo dará o lo arrebataremos con nuestras propias manos ahora?
La autoridad espiritual nunca se arrebata, se recibe de Dios, pero no funciona así en este mundo. En el Reino de Dios la autoridad es dada. El esplendor es otorgado. 1 Pedro 5:6... Cuando fuere tiempo. Confía en El. El hará cosas mayores que las que espera, y hace cosas muy bien hechas. Las mejores obras de arte se toman tiempo.
Si quiero producir una obra de arte, tengo que entrenarme, aprender de un maestro, practicar y quizás un día yo pudiese producir una obra maestra. Dios es un artista maestro. Tú eres su lienzo.
Lc 4: 9-12. En lo alto del templo... El diablo acude a las Escrituras. Lo guía a Jerusalén, a lo alto del templo. En la mentalidad judía el templo es el hogar de Dios. Creen que es el lugar en donde están más cerca de Dios. Desde lo alto del templo hay un valle, una caída alta. El diablo le dice: tírate, la Biblia dice que tus ángeles te van a atrapar. Un tremendo plan de mercadeo por parte del diablo!
En cierto sentido, el diablo lo tienta a que demuestre que El le importa a Dios. Si tú le importa a Dios, tirate, que El te cuidará... Suena rídiculo, pero eso es lo que es la tentación. La tentación te dice: consigue lo que necesitas, consigue lo que quieres.

Te invito a que estes solo, no te invito a que te sientas solo, sino a que vayas y te encuentres con el Padre... en el desierto.

1 comentario:

Dr. José Vanderlinder dijo...

Es muy importante y reflexivo. Gracias Milton. El diablo nos tienta con lo que ya tenemos o pudiéramos tener. Tiempo con Dios es soledad íntima con Dios.