viernes, 31 de mayo de 2013

Desde la fe / Un Dios de libertad

No puedo dirigir solo, yo te necesito

Estamos en el tercer día de retiro.  Este es el sexto y último retiro de este peregrinaje. Alan Fadling explica las raíces del estrés. En medio de las dificultades, no debo olvidar que EL puede echar fuera el temor.
Samuel Luna traduce para nosotros.
Una de las oportunidades de un líder espiritual, es identificar qué pasa en el momento. Y a veces lo que pasa en el momento requiere un actuar diferente a lo que teníamos planificado. Cuando construimos tiempo para seguir el patrón de Jesús, nuestro discernimiento es mayor.
Anoche algunos tuvieron problemas, dificultades, sueños... un momento distinto a lo que pensábamos tener.

No podemos dirigir solos
Como líderes no podemos dirigir solos, necesitamos el cuerpo. Jesús es la cabeza del cuerpo, yo no soy la cabeza. Este es un tema crítico. Yo sirvo bajo el gran pastor, que es Jesús.
El es suficientemente sabio, fuerte, para pastorearnos. Es el buen Pastor, es mi Pastor. Estoy permitiendo que El me pastoree?
Tengo la oportunidad de que me guíe, me alimente, me de descanso... cuando estoy acongojado con todas las responsabilidades del ministerio puedo olvidar que El es mi pastor y entonces el ministerio se convierte en un lugar de preocupación, de tensión... En el primer retiro hablamos de la importancia de la comunidad. Que la Iglesia es el cuerpo. Como líderes, somos parte del cuerpo.
Soy su servidor, les necesito. Es un giro de ser un pastor solitario, viviendo a distancia de las personas, a un pastor junto a las personas. Busqué formas para dejarles saber que les necesitaba: su amistad, su alianza, sus oraciones, de la misma manera que ellos necesitan mi oración por ellos... necesito que ellos me bendigan y yo bendecirles.
La distancia parece más fácil, más segura, pero no es mejor. Lo mejor: yo te necesito, tú me necesitas. Somos parte de un cuerpo.
Este estar cerca es la mejor forma de hacer discípulos. Una clase, un evento, es bueno... pero hacer discípulo significa compartir la vida juntos.
Cuando eres un pastor bien ocupado, planificando muchas cosas, tienes poco tiempo para las personas. Una relación estrecha se hace difícil. Pero Jesús la tuvo con algunos -no es posible con todos-. Pedro, Jacobo, Juan... quién es tu Pedro, tu Juan, tu Jacob?
Con cuáles dos o tres personas comparte tu peregrinaje?
Con quiénes compartes tu hambre y tu necesidad? Con quiénes compartes lo que vas aprendiendo de Jesús?
Estar a solas, en silencio, no es natural para mi. Es un peregrinaje al que estamos llamados. La vida cambia cuando me doy cuenta de que te necesito, de que me necesitas, y juntos necesitamos a Jesús.
Conocer sus luchas, sus necesidades... no sólo trabajar juntos o estar ocupados para Jesús. Esto es insuficiente. Hay que compartir a Jesús.  Gozar el tiempo juntos, escuchar las escrituras juntos. Preguntarnos uno al otro: cómo te ha hablado Dios, qué te ha dicho...  YO TE NECESITO.

martes, 28 de mayo de 2013

Desde mi estudio / Una Iglesia atrapada (2)

Debajo de la sotana, un hombre
Milton Tejada C.

Desde Jarabacoa, este es el segundo de un conjunto de artículos en que me propongo reflexionar a partir del sometimiento de un recurso de amparo hecho por la Iglesia contra la campaña de Profamilia sobre los derechos sexuales y reproductivos. Este recurso fue rechazado por una corte dominicana.

Cuando utilizo una expresión como la que encabeza esta entrega (debajo de la sotana, un hombre) no me refiero a las tentaciones “de la carne”, al deseo por una mujer que puede tener un hombre normal y corriente y a lo cual en la Iglesia Católica se le puso un “alto” a partir de la edad media (un alto al deseo es imposible, más bien se dictó una norma que no creo tenga sustento en la Biblia. En torno a este aspecto pueden leer un artículo que escribí a propósito del “escándalo” del Padre Alberto y la evolución del tema del celibato y el gozo sexual en la iglesia – Ver:http://red-formando.blogspot.com/2009/07/desde-mi-fe-celibato-y-gozo-sexual-1.html).
Me refiero a que hay otros aspectos que son tan humanos que es natural que muchos vayan por esos senderos, como es el caso de querer constituir una sociedad según concibe la Iglesia que ha de ser, con sus parámetros (que no siempre son los parámetros del Reino de Dios)… una “voluntad política” que puede refugiarse en una voz moral. Esta reflexión sobre el agustinismo político se hace hoy más difícil por las declaraciones del Cardenal Nicolás de Jesús López Rodríguez al referirse a la sentencia en el caso Pro-Familia (o se hace más fácil?).
López Rodríguez expresó (transcribo): que vivimos en “un mundo de farsantes, de comediantes y perversos.  El que quiera vivir con otro macho que se vaya por su cuenta, pero que un estado se ridiculice, se pervierta, dando categoría de matrimonio a dos hombres o dos mujeres, jamás lo aceptaré, eso es una vagabundería”. En el fondo, existe la creencia de que es posible modelar el Estado a imagen y semejanza de las creencias cristianas… obviando que desde el punto de vista teológico el reino de Dios entra en el terreno de la esperanza, la cual se caracteriza por “el ya sí, pero todavía no” (Nietzche sólo diría: “voluntad de poder”).
Virtudes Alvarez lo señaló a su manera la semana pasada al afirmar que “si venimos al mundo con el mandato divino de ser felices, el ciudadano  Nicolás de Jesús López Rodríguez está a tiempo de serlo. Tiene derecho! Debería plantearse lo que su rol en la iglesia no le ha permitido: ser activista político”, y añadía: “también desde el compromiso partidario se puede hacer profesión de fe. A Dios se le sirve desde cualquier tribuna. Piénselo, Monseñor”.
En lo particular, soy partidario de la separación de Iglesia y Estado. Un Estado laico, proclaman algunos teóricos de las ciencias políticas. Por eso, cuando se discutía el tema de si los pastores evangélicos deberían tener la potestad de ejercer en un matrimonio civil, me opuse (entiendo el razonamiento de que se debe ser equitativo ante la Ley, pero entiendo que la Ley debe modificarse para proceder a la separación de Iglesia y Estado y derogar el Concordato). En este sentido, vean mi artículo “Por un Estado laico”, en: http://red-formando.blogspot.com/2009/06/desde-mi-fe-por-un-estado-laico.html).
En este artículo también señalaba que “los evangélicos parecen ignorar que es parte de su “atractivo mercadológico” la independencia del poder estatal, la capacidad de poder ejercer un papel profético centrado en lo que constituye la máxima autoridad de los cristianos: la Palabra de Dios, la Biblia…”.

El agustinismo
Hemos planteado que tempranamente el constantinismo cooptó a la Iglesia para sus fines de cohesión social, utilizando su sistema de creencia para consolidar el dominio político. Hay que decir, además, que bajo esta concepción los césares o reyes llegaban a incursionar en la vida interna de la Iglesia, nombraban obispos y papas, convocaban concilios, establecían normas…
Sin embargo, el cesaropapismo es un fenómeno propio de Oriente, en donde primaba una concepción monista del mundo y de una autoridad única que radicaba en emperadores.  La historia sigue su curso, y en Occidente, con mayor tendencia a una concepción dualista de la vida, sin negar la influencia y hasta dominio del Estado en los asuntos de la Iglesia,  se abrieron paso intentos de agustinismo político: predominio de la Iglesia sobre el Estado.No es el imperio el que tiene potestad sobre la iglesia, sino la iglesia sobre el imperio (las palabras utilizadas: sacerdotium e imperium).
No quiero hacer la historia muy detallada. Basta con decir que el marco donde se define esta concepción es la decadencia del imperio carolingio.  El ojo de este cambio es Roma, el papado. La Iglesia de Roma tratará de sacar partido de la debilidad del poder político para obtener supremacía. Luego de la muerte de Carlos Magno su imperio se debilita y hasta se fracciona (Francia, Alemania, Italia). En el año 822 la Iglesia de Francia impone como rey a Luis El Piadoso, el cual confiesa públicamente sus pecados ante la nobleza, acrecentando el poder eclesial. El agustinismo, sin embargo, nunca fue una realidad consolidada (a diferencia del constantinismo). Los reyes siempre opusieron resistencia.
El nombre de “agustinismo” viene de una distorsión de uno de los libros de Agustín de Hipona, “La Ciudad de Dios”, en la que planteaba que en la dinámica del mundo se dan dos ciudades, la del bien y la del mal, pero Agustín planteaba esto como realidades existenciales (o espirituales). En cambio, la Iglesia tomó este planteamiento e identificó “ciudad de Dios” consigo misma, y “ciudad del diablo” con el Estado. La primera, lógicamente, debería tener predominio sobre la segunda.
En el fondo, el anhelo de poder político e incluso de poder sobre el poder político visible de un lado, y del otro la utilización de la Iglesia como instrumento de dominio y cohesión social estarían en tensión casi permanente desde ese momento. O, como decimos en el título, debajo de la sotana un hombre, pero un hombre político.
La lógica de los palacios, hoteles, embajadores, puede “encantarme”. Es la tendencia de mi corazón. Como iglesia que crece aprendemos a entrar en lugares más sofisticados y nos apegamos y terminamos por identificar la situación de comodidad con un mandato de Jesús,  pero la lógica de Jesús es otra: ir al encuentro del que necesita, del pobre, del distinto… pero de esto trataré en otra ocasión.
De esta tensión que he descrito no ha estado libre la iglesia y la sociedad en República Dominicana. Es parte de lo que seguiremos tratando. Gracias.


Desde mi fe/Aprendamos del lápiz



Para amar, aprendamos del lápiz
 Es una historia de esas que encontramos en la red electrónica o Internet. Un poco modificada para leerla en clave de amor. De autor desconocido, pero tierna y con algunas enseñanzas a recordar. La he titulado: “Para amar, aprendamos del lápiz…”

El niñito miraba al abuelo escribir una carta. En un momento dado, le pregunto:
¿Abuelo, estás escribiendo una historia que nos pasó a los dos? ¿Es, por casualidad, una historia sobre mí?
El abuelo dejó de escribir, sonrió y le dijo al nieto: Estoy escribiendo sobre ti, es cierto. Sin embargo, más importante que las palabras, es el lápiz que estoy usando.

Me gustaría que tú CUANDO AMES, SEAS COMO EL LAPIZ.

El nieto miró el lápiz intrigado, y no vio nada de especial en él, y preguntó:
¿Qué tiene de particular ese lápiz?
El abuelo le respondió:
Todo depende del modo en que mires las cosas. Hay en él cinco cualidades que, si consigues mantenerlas, harán siempre de ti una persona en paz con el mundo y capaz siempre de amar.

Primera cualidad:
Puedes hacer grandes cosas, pero no olvides nunca que existe una mano que guía tus pasos. Esta mano la llamamos Dios, y Él siempre te conducirá en dirección a su voluntad.

Segunda cualidad:
De vez en cuando necesitas dejar lo que estás escribiendo y usar el sacapuntas.
Eso hace que el lápiz sufra un poco, pero al final, estará más afilado. Por lo tanto, debes ser capaz de soportar algunos dolores, porque te harán mejor persona.

Tercera cualidad:
El lápiz siempre permite que usemos una goma para borrar aquello que está mal.
Entiende que corregir algo que hemos hecho no es necesariamente algo malo, sino algo importante para mantenernos en el camino de la justicia.

Cuarta cualidad:
Lo que realmente importa en el lápiz no es la madera ni su forma exterior, sino el grafito que hay dentro. Por lo tanto, cuida siempre de lo que sucede en tu interior. Cuida tu corazón.

Quinta cualidad:
Siempre deja una marca. De la misma manera, has de saber que todo lo que hagas en la vida, dejará trazos. Por eso intenta ser consciente de cada acción.


sábado, 25 de mayo de 2013

Mi fe / Con el corazón en las manos



Escrito en el 2005... hoy lo leo con nuevos ojos y lo ratifico. Lo comparto de nuevo contigo.


Con el corazón en las manos
 La crisis más importante de América Latina no es económica, no es política. Es ética y social. Los cristianos nos proclamamos como luchadores por nuevas formas de convivencia, practicantes de los valores enseñados en la Palabra de Dios. Las iglesias evangélicas han mostrado una vitalidad sin precedentes en el Continente. Se encuentran creciendo. Parece que somos una respuesta al ansia de nuestros pueblos por encontrar salidas. Sin embargo, hemos de preguntarnos si estamos preparados para el crecimiento, qué tenemos que hacer, a qué tipo de crecimiento apuntar…
El jueves 29 participé en una conferencia ofrecida por la cual me llevó a una conclusión: la Iglesia ha de crecer con el corazón en las manos.
Mucho es el énfasis que algunas iglesias ponen en las estructuras, en estrategia de desarrollo. Eso está bien. Sin embargo, la preparación fundamental está en el corazón. Los fundamentos de nuestro crecimiento no deben ser olvidados.
Al leer Apocalipsis 2,1-3,22 nos damos cuenta de que Jesucristo expresa muchas afirmaciones de siete iglesias del primer siglo cristiano. Hoy podemos preguntarnos: ¿Qué cosas queremos que Dios diga de nosotros?
Si la iglesia, si los cristianos, queremos ser respuesta a las angustias de los hombres y mujeres de América Latina estamos obligados a servir nuestra generación, entender los tiempos que vivimos y vivir de acuerdo al corazón de Dios.

Servir a nuestra generación
“… David, habiendo servido a su propia generación según la voluntad de Dios, durmió, y fue reunido con sus padres, y vio corrupción” (Hechos 13,36).
Pablo nos presenta a David como un hombre que sirvió a su generación.
Nuestro ministerio lo realizamos en medio de los conflictos del mundo, del cual somos parte. En medio de la corrupción, de la cual somos parte. Sin embargo, hemos de tomar conciencia de que lo hacemos provisionalmente, de que vamos a “dormir”.
Dios nos da oportunidades, pero estas oportunidades se pueden transformar en una tentación mañana. La obra es de Dios, no es tuya, no es mía. Mañana hay otro liderazgo. Somos provisionales. Estamos por unos años y vamos a morir. Es decir, se requiere mantener el nivel de la realidad. En ese sentido, una tentación es “encantarse” con el propio ministerio, con los números, con el tamaño de una iglesia, con el poder…
La oportunidad tiene que permanecer como oportunidad y no transformarse en una tentación que nos cautive. Es fundamental que recuperemos un sentimiento de reverencia a la causa de Dios, la obra es de Dios.
Una de las características del poder es que nunca es suficiente. Nos gusta el poder, el mando, la sensación de “estar para siempre”, tener el control… y Dios nos dice: estas y eres por un tiempo, nada más. La causa es mía. Tú, al igual que David, “dormirás”.
Asumir esto es liberador. Nos llama a servirlo en nuestra generación, pero sólo en nuestra generación: celebramos la oportunidad y reprendemos la tentación, porque si la obra es de Dios, significa que puedo servir HOY con libertad.

Entender los tiempos que vivimos
Al leer 1 Cro 12,32 nos damos cuenta de la importancia de ser hombres y mujeres “entendidos en los tiempos”.
Esta capacidad de discernir los tiempos nos indica que hoy tenemos la tentación de materializar las oportunidades de tener más. Es la lógica de los negocios, de las oportunidades, que no necesariamente es la lógica del Reino.
Discernir es una práctica profunda que nos indica que los mecanismos de llegar al poder no son irrelevantes. Podemos generar niveles de sospecha en nuestra sociedad. Buscar oportunidades (yo diría: endiosar las oportunidades) a toda costa es un compromiso con su institución, no necesariamente con su nación y con Dios.
Discernir los tiempos implica entenderlos con sospecha (Salm 146,3), puesto que la respuesta para la vida viene de Dios, no de las estructuras o de hombres. Hay que relativizar las estructuras, las instituciones, los partidos, los príncipes, etc.
Es decir, que las estructuras y las instituciones son importantes, pero son relativas. No son la salvación, no son la respuesta final para la vida humana…. Nuestra confianza final está en Dios (Salm 146,5).
Discernir los tiempos implica que los cristianos vemos el tiempo de otra manera. Nuestra lógica es apegarnos a estar con la gente que necesita: los pobres, los enfermos, los que luchan, los niños…
La lógica de los palacios, hoteles, embajadores, puede “encantarme”. Es la tendencia de mi corazón. Como iglesia que crece aprendemos a entrar en lugar más sofisticados, pero la lógica de Jesús es ir al encuentro del que necesita, del pobre, de la necesidad de salvación.
La pregunta no es quién nos paga más, dónde hay mejor presupuesto, más poder… la pregunta es si somos más fieles hoy que ayer, si estamos sirviendo a un mundo perdido que gime de dolor.
Mientras más nos encantamos del poder, más sordos nos ponemos al gemido del mundo. El poder distancia, el amor aproxima y nos llama a seguir a Jesús junto a los que gimen de dolor en este mundo.

Vivir de acuerdo al corazón de Dios

“….varón conforme a mi corazón, quien hará todo lo que yo quiero….” (Hech 13,22). Si Jesús, que es mi abogado ante el Padre, tuviese que dar testimonio de mi, qué diría…
¿Qué testimonio daría Jesús de mí? Si todo lo que tenemos es una agenda de acciones, no es suficiente. El ministerio debe ser cercano al corazón de Dios. La primera pregunta de Dios no es por la producción, no es por lo que haces, sino por cómo estas hoy.
Dios nos dice: Quiero no sólo tu cabeza, tus pies, tus manos, quiero tu corazón. Quiero que tengamos una relación de corazón. Jesús quiere decir de nosotros que somos hombres y mujeres según el corazón de Dios.
El futuro de los cristianos y de las iglesias en América Latina será marcado más por las relaciones de amor con Dios que por las instituciones que establecemos.
La salud de la iglesia depende más de establecer una relación de amor con Dios, que por lo producido. No es una relación cuantitativa. Hay días en que puedes presentar algo, días en que no. Hay cosas que haces que te salen bien y otras que no. Sabes que hay cosas que hiciste con el corazón y otras con segundas intenciones.
La relación de amor del corazón con Dios es tan importante porque entonces puedes llegar con las manos llenas de cosas que hiciste o sucias y vacías, necesitadas de que Dios las limpie… así podemos llegar a Dios siempre.

Elementos fundamentales de una vivencia saludable de nuestra vocación

1º. Búsqueda constante de una relación con la Palabra de Dios. Necesitamos ser iglesia de la Palabra de Dios.
. Confesionalidad saludable, que viene de la historia. Los cristianos somos hijos de hombres y mujeres que han sido fieles a Dios. En América Latina tenemos poca memoria histórica. Sin embargo, el Pueblo de Dios es un pueblo histórico, una nube de testigos.
3º. Vivir nuestra vocación con sentimiento profético. Hay una inconformidad con el mundo en que vivimos. Somos hijos de este mundo, pero somos hijos de Dios. Constante arrepentimiento en el corazón de la gente, de las comunidades, de las estructuras. La iglesia y los cristianos no podemos perder la autoridad de decir: “Así dice el Señor…”.
4º. La fe cristiana se vive en comunidad. No hay una fe cristiana que no se viva en comunidad. Es fundamental que seamos una iglesia de comunidad, no de caciques, de gerentes, de “capos”, de pastores. La iglesia no puede ser negocio, es comunidad. Una comunidad en la cual Dios habla, una comunidad de ayuda mutua, de sentarnos a escuchar.
No es saludable que los líderes no tengan la oportunidad de ser iguales.
5º. Llamados a vivir la vocación marcados por el primer amor (Apc 2,3). Dispuestos a decir a Dios que nos purifique y nos envíe. Si lo fundamental es la relación, esta se puede renovar.

Somos hombres y mujeres con sed de Dios, con deseos de vivir según el corazón de Dios y esto es lo que dará salud y estabilidad a la iglesia en América Latina.

Son marcas de la iglesia hoy, para ti y para mí.

miércoles, 22 de mayo de 2013

Desde la fe / Mujer, levántate...

Mujer: levántate, resplandece

Te comparto el mensaje que mi esposa Ysabel compartió con mujeres de la Iglesia Cristiana de Villa Consuelo el pasado sábado 18 de Mayo. Que sea de bendición para tu corazón.

Isaías  60:1   
"¡Levántate,  resplandece, porque ha venido tu luz   y la gloria de Jehová ha nacido sobre ti!  Porque he aquí que tinieblas cubrirán la tierra  y oscuridad las naciones;   más sobre ti amanecerá Jehová  y sobre ti será vista su gloria.  Andarán las naciones a tu luz  y los reyes al resplandor de tu amanecer.

1.                  LA CREACIÓN DE LA MUJER
Quiero contarles un relato que me encantó. Cuenta la leyenda que al principio del mundo, cuando Dios decidió crear a la mujer, encontró que había agotado todos los materiales sólidos en el hombre y no tenía más de que disponer.
Ante este dilema y después de profunda meditación, hizo esto:
Tomó la redondez de la luna, las suaves curvas de las olas, la tierna adhesión de la enredadera, el trémulo movimiento de las hojas, la esbeltez de la palmera, el tinte delicado de las flores, la amorosa mirada del ciervo, la alegría del sol y las gotas del llanto de las nubes, y la fidelidad del perro, la timidez de la tórtola y la vanidad del pavo real, la suavidad de la pluma de un cisne y la dureza del diamante, la dulzura de la paloma y el ardor del fuego. Mezclo tan desiguales ingredientes, formó a la mujer y se la dio al hombre.
Ysabel junto a nuestro hijo Juan Roberto.
Después de una semana, vino el hombre y le dijo: ¡¡¡Señor, la criatura que me diste me hace desdichado, quiere toda mi atención, nunca me deja solo, habla sin cansarse, llora sin motivo, parece que se divierte al hacerme sufrir y vengo a devolvértela porque no puedo vivir con ella!!!  Bien, contestó Dios y tomó a la mujer.
Pasó otra semana, volvió el hombre y le dijo: Señor, me encuentro muy solo desde que te devolví a la criatura que hiciste para mí, ella cantaba y jugaba a mi lado, me miraba con ternura y su mirada era una caricia, reía y su risa era música, era hermosa a la vista y suave al contacto. Me cuidaba y protegía cuando lo necesitaba, me daba dulzura, ternura, comprensión y amor sin condiciones, por favor Dios, devuélvemela, ¡¡¡porque no puedo vivir sin ella!!!
Ya veo, dijo Dios, ahora valoras sus cualidades, eso me alegra mucho, claro que puedes tenerla de nuevo, fue creada para que estuvieran juntos, pero no olvides cuidarla, amarla, respetarla y protegerla, porque de no hacerlo, corres el riesgo de quedarte de nuevo sin ella...
Quisiera iniciar este mensaje estableciendo una gran verdad: Ser mujer es maravilloso!  Fuimos creadas por Dios de la misma manera como lo fue el varón.  Dios nos hizo con sus manos y nuestra definición no nos la da la cultura, ni el lugar donde nacimos, ni nuestro color de piel, ni nuestra belleza, ni nuestra inteligencia; Nuestra identidad está en la palabra de Dios y es ahí donde debemos buscar quiénes somos y para qué fuimos creadas.

LA MUJER DENTRO LA CREACION DE DIOS
La primera revelación sobre los pensamientos de Dios hacia la mujer la encontramos en las primeras páginas de la Biblia, en Génesis, el libro del principio. Ahí vemos revelada una verdad fundamental: El todopoderoso, el eterno Dios, creó al hombre según su plan y voluntad, siendo consciente de que los creo hombre y mujer.
Gn. 1:26-27:26 Y dijo Dios: Hagamos al hombre a nuestra imagen, conforme a nuestra semejanza; y ejerza dominio sobre los peces del mar, sobre las aves del cielo, sobre los ganados, sobre toda la tierra, y sobre todo reptil que se arrastra sobre la tierra. 27 Creó, pues, Dios al hombre a imagen suya, a imagen de Dios lo creó; varón y hembra los creó”.
El, el único Dios sabio, que posee conocimiento perfecto, sabiduría y comprensión, ha creado al ser humano como hombre y mujer, estableciendo para ellos unas cualidades, capacidades y áreas de trabajo especiales. Su plan de construcción y el orden de su creación es sabio, bueno y perfecto porque Dios mismo en su ser es sabio, bueno y perfecto.
Gn. 1:31: “Y vio Dios todo lo que había hecho, y he aquí que era bueno en gran manera. Y fue la tarde y la mañana el día sexto”.
Salmo 104:24 “Cuán muchas son tus obras, oh Jehová!  Hiciste todas ellas con sabiduría: La tierra está llena de tus beneficios.”
Somos la perfecta creación de Dios, no un accidente, sino un tesoro, una perla de incalculable valor para el Señor.

2.      CUÁL ES EL VALOR DE LA MUJER
Cuando Jesús se hizo hombre y estuvo entre nosotros mostró de muchas maneras cualidades de nosotras las mujeres; nuestra fidelidad, nuestro afecto, nuestra dedicación y compromiso.  Muchas mujeres durante su ministerio en la tierra siguieron a Jesús y le acompañaron en sus momentos de alegría pero también de dolor.
Es por eso que muchas veces el diablo ha tratado de excluir a la mujer del accionar de la obra de Dios en la tierra, confundiendo roles y actitudes que distraen la atención de lo que es verdaderamente importante en el reino de Dios.
Desde el Antiguo Testamento Dios ha reconocido  el valor de las mujeres, múltiples ejemplos podemos encontrar como cuando reconoció sus derechos civiles, otorgándole el pedido de las hijas de Zelofead en Números 27; o como cuando les reconoció los derechos políticos; al otorgarle el título de jueza a Débora en Jueces 4.
Jueces 4: 4  “4 En aquel tiempo gobernaba a Israel una profetisa llamada Débora, que era esposa de Lapidot”.
Cuando Jesús vino habló claramente sobre cómo debía cambiar la cultura patriarcal que prevalecía en aquel tiempo, declarando que todos somos uno en El.
Gálatas 3:28: “28 Ya no hay judío ni griego, esclavo ni libre, hombre ni mujer, sino que todos ustedes son uno solo en Cristo Jesús”.
Jesús vino a honrar y restaurar a la mujer como tal:
·         Fueron las mujeres las que más acompañaron, apoyaron y sirvieron en el ministerio de Jesús.
·         Ellas permanecieron fieles hasta su crucifixión.
·         Fueron las primeras que vieron la tumba vacía, las primeras en recibir el aviso de la resurrección de Cristo y las primeras en ver al Cristo resucitado.
·         También fueron ellas las primeras en dar aviso a los discípulos de la resurrección del Señor.
En el periodo de persecución de la iglesia primitiva, Pablo encarcelaba y mataba a los cristianos, dentro de ellos iban muchas mujeres, que murieron fieles a Dios (Hechos 8:3).  Luego fueron muchas también las mujeres que colaboraron con Pablo y los demás apóstoles en su misión  y contribuyeron grandemente con la expansión del evangelio en los primeros tiempos.
La mujer ha ejercido su rol en la extensión del Reino de Dios y así lo declaran las escrituras como hemos visto.
Por tanto no importa lo que el mundo diga de ti, lo que importa es lo que Dios ha dicho y ha hecho por ti:
Ø    Eres Hecha a la imagen de Dios. 
Gn. 1:27, 5:1,2. “Y creó Dios al hombre a su imagen, a imagen de Dios lo creó; varón y hembra los creó. El día en que creó Dios al hombre, a semejanza de Dios lo hizo. Varón y hembra los creó; y los bendijo”.
Ø    Has sido formada por Él, en el vientre de tu madre.
Sal. 139:13-16.Tú creaste mis entrañas; me formaste en el vientre de mi madre.14 ¡Te alabo porque soy una creación admirable! ¡Tus obras son maravillosas, y esto lo sé muy bien. 15 Mis huesos no te fueron desconocidos cuando en lo más recóndito era yo formado, cuando en lo más profundo de la tierra era yo entretejido. 16 Tus ojos vieron mi cuerpo en gestación: todo estaba ya escrito en tu libro; todos mis días se estaban diseñando,  aunque no existía uno solo de ellos”.
Ø    Creada para gloria de Dios. 
Is. 43:7. “todos los llamados de mi nombre; para gloria mía los he creado, los formé y los hice”.
Ø    Cristo murió por ti. 
Rom. 5:8.Más Dios muestra su amor para con nosotros en que siendo aún pecadores Cristo murió por nosotros”.
Ø    Eres el templo del Espíritu Santo. 
1 Cor. 6:19.¿O ignoráis que vuestro cuerpo es templo del Espíritu Santo, el cual está en vosotros, el cual tenéis de Dios, y que no sois vuestros?”.
Ø    Fuiste creada para grandes cosas. 
Ef. 2:10. “Porque somos hechura suya, creados en Cristo Jesús para buenas obras, las cuales Dios preparó de antemano para que anduviésemos en ellas”.

Amadas, el verdadero valor de una mujer es: El gozo de saber que Dios nos ha creado con la capacidad para asumir plenamente todos nuestros roles:
ü  la belleza de la respuesta emocional al amor y al dolor,
ü  la fuerza de seguir lo que tiene valor, de soportar lo que es necesario y de dejar de lado lo que no es para nosotras,
ü  el gozo de ser madres,
ü  la paz de aceptarnos a nosotras mismas como ciudadanas no de segunda clase sino de primera, y
ü  la seguridad de saber que somos hijas del Dios altísimo quien nos ama y nos cuida y con quien podemos disfrutar de intimidad siempre.

3.      LOS PLANES DE DIOS PARA LA MUJER
Salmo 138:8 “Jehová cumplirá su propósito en mí”.
 Desde el principio de la creación, Dios tiene un proyecto de vida especial con cada mujer y para desarrollarnos o expandirnos tenemos que conocer ese propósito, buscarlo y no desmayar ni descansar hasta que Dios nos lo revele.
 Dios nunca tendrá un proyecto con tu vida imposible de llevarlo a cabo, Dios tiene ese proyecto contigo, porque sabe que lo puedes cumplir, conoce tu capacidad y tus fuerzas, porque Él te las dio Romanos 8: 28-30 “Y sabemos que a los que aman a Dios, todas las cosas le ayudan a bien, esto es a los que conforme a su propósito son llamados”.
En las escrituras hay ejemplo de muchas mujeres llamadas y escogidas por Dios para desatar bendiciones, salvando a  hombres, pueblos, naciones y generaciones.
María: Madre de Jesús, una mujer bendita, sabia, prudente, obediente, sumisa, vemos como Dios la usó para restaurar, sanar, libertar, a todos los pueblos y todas las generaciones venideras  Lucas 1: 47-48 “Mi espíritu se regocija en Dios mi salvador. Porque ha mirado la bajeza de su sierva; Pues he aquí, desde ahora me dirán bienaventurada todas las naciones”.
 “Una Mujer” como cada una de nosotras, que conoció a Dios a través de su obediencia, escogida y santificada por Dios, para cumplir un propósito Divino; engendrar en su vientre al Hijo de Dios, nuestro Señor Jesucristo y a través de Él, traer la salvación a toda la humanidad. Podría decir que una mujer de barrio o quizás campesina, pues Nazareth era tan solo un pequeño pueblito del que no se esperaba que saliera nada bueno… Y ahí estaba María y estaba Jesús, como puede estar aquí en esta iglesia y en este barrio.
Otra mujer usada con un propósito de Dios, que mencione hace un rato, fue:
Débora: Una mujer que llegó a tener un lugar prominente, una mujer que tomó la iniciativa de enfrentarse al enemigo, Dios la bendijo por su osadía y todo el pueblo reconoció que la mano de Dios estaba sobre ella Jueces 5:7Las aldeas quedaron abandonadas en Israel, habían decaído; Hasta que yo Débora me levanté, me levanté como madre de Israel”,  “una gobernadora” del pueblo de Dios, una mujer valiente, intrépida, osada, una mujer de acción, de coraje, que estuvo al frente del ejército y sacó al pueblo en victoria.
Vemos en estas enseñanzas  a dos mujeres, creadas con un propósito de Dios, que fueron usadas para la gloria de Dios, que marcaron un hito en la historia de la humanidad.
 Igual que con ellas, Dios también quiere hacerlo con nosotras, busquemos sin desmayar sus propósitos.   No importa el tiempo, la hora o el momento en que vamos a poner en acción el proyecto de Dios, lo importante es que dispongamos nuestras vidas, y nos preparemos para que Dios nos use como un instrumento santo para la gloria de su nombre.
Hechos 22:14-15 “El Dios de tus padres te ha escogido para que conozcas su voluntad, y veas al justo, y oigas la voz de sus boca. Porque serás testigo suyo a todos los hombres, de lo que has visto y oído”

4.      NUESTRO DESAFIO:  LEVANTARNOS Y RESPLANDECER
Quiero leer nuevamente el pasaje con que inicie:
Isaías  60:1   "¡Levántate,  resplandece, porque ha venido tu luz   y la gloria de Jehová ha nacido sobre ti!  Porque he aquí que tinieblas cubrirán la tierra  y oscuridad las naciones;   más sobre ti amanecerá Jehová  y sobre ti será vista su gloria.  Andarán las naciones a tu luz  y los reyes al resplandor de tu amanecer.
Cuando Dios te dice aquí  levántate,  se trata de una actitud, es una decisión que debemos tomar y que implica una acción.  Eres una mujer de Dios, creada por El, vales por lo que El ha hecho y dicho de ti, tienes un propósito.  Por tanto hay un llamado fuerte para ti en esta palabra, un desafío de parte de Dios LEVANTATE.
¿Pero para que quiere Dios que nos levantemos?  Para RESPLANDECER, para que nuestra luz se vea.   
Mateo 5:15  Ni se enciende una luz  y se pone debajo de una vasija,  sino sobre el candelero para que alumbre a todos los que están en casa.  16  Así alumbre vuestra luz delante de los hombres,  para que vean vuestras buenas obras y glorifiquen a vuestro Padre que está en los cielos.
El mundo necesita de hombres y mujeres que marquen la diferencia, que obedezcan al Señor, que vivan vidas de integridad, de honestidad, que aun sin palabras nuestras vidas hablen de Jesús.  Que seamos ejemplo en la comunidad donde vivimos del amor de Dios, de la pureza y la santidad de Dios
Porque la promesa de JEHOVÁ para nosotros los que queremos levantarnos y resplandecer, es que sobre nosotros “amanecerá Jehová y sobre nosotros será vista su gloria”.
Si obedecemos al llamado Divino de Dios seremos llamadas bienaventuradas, Él mismo Dios de ayer, hoy y por siempre está llamando a mujeres valientes a LEVANTARSE para su reino en estos últimos tiempos para que le seamos testigos desde nuestra tierra a todas las naciones, seremos mayor estima que las piedras preciosas en las manos de nuestro creador, con nuestras vida y el poder de Dios derramado en nosotras la tierra será enriquecida y prosperada, nuestra vida, nuestra familia, nuestro pueblo y nuestro barrio en nosotras serán bendecidos.
Dios quiere mujeres en acción, con pasión, ardientes en el Espíritu, que cumplamos su  llamado de Dios y obedezcamos a su palabra, que seamos mujeres ejemplares en el reino de Dios, mujeres valientes que no temamos al porvenir, que estemos revestidas de la gloria de Dios, que conozcamos el propósito de Dios en nuestras vidas y lo cumplamos.
Amada Él nos escogió desde antes de la fundación del mundo y desde el vientre de nuestra madre nos santificó para darnos por luz a las naciones; Dios nos quiere levantar a una nueva dimensión espiritual, derramar un manto de unción y  hacer reposar Su Espíritu y Su Poder en nosotras para que resplandezcamos y el mundo vea su gloria a través de nosotras.
El te dice ¿quieres?  ¿Quieres levantarte?  ¿Quieres resplandecer?
Y si hoy estas dispuesta a aceptar este desafío, quiero orar por ti…