viernes, 6 de julio de 2007

Juventud / Verdadera amistad


Una amistad con principios


Por Jaime Fernández

En los últimos años, varias series de televisión norteamericanas han sido emitidas en nuestro país. Una de mis preferidas es “Yo y el mundo”, que va narrando la historia de un niño y su familia desde los ocho hasta los dieciocho años. En uno de los episodios, después de una gran discusión entre los dos amigos protagonistas de la serie, el profesor de instituto de la serie le dice a uno de ellos, Corey: “El que pierde un amigo, pierde a otros amigos y se pierde a sí mismo”

Hace poco leí que en Edimburgo hay una estatua a un perro llamado “Bobby” que cuando murió su amo (un pastor escocés) se quedó cerca de la sepultura durante catorce años, esperando que su amo volviese.

La gente le daba comida para que no muriese, y finalmente cuando murió en 1872, los ciudadanos lo enterraron con su amo. Puede que en muchas ocasiones los animales tengan que enseñarnos algunos principios sobre la amistad a nosotros, que creemos que lo sabemos todo.

Déjame que te cuente sólo cuatro o cinco principios que he logrado aprender en los últimos años. Si te sirven, ¡genial! Tanto tú como tus amigos vais a disfrutarlos:

1. Es mejor ser engañado por un amigo que desconfiar de él. Si quieres a alguien y alguna vez tienes que escoger entre la desconfianza y la vergüenza de ser engañado, acepta la vergüenza.

2. Amistad significa aceptar y comprender a nuestros amigos. El querer tener a nuestro lado sólo a los que nos gustan o hacen lo que nos gusta a nosotros, es una señal de que jamás hemos aprendido a tener amigos, y no sabemos vivir con otros.

3. Lo más precioso en una amistad es la lealtad. Hay que luchar cada día para que la fidelidad crezca, hay que trabajar y ponerlo todo por las dos partes.

4. Para que una amistad se fortalezca hay que arriesgarse. Hay que dar pasos incomprendidos muchas veces. Es necesario sufrir y abandonar nuestra “estabilidad controlada”

5. Cuando pierdes a un amigo, pierdes gran parte de ti mismo, pierdes la relación con alguien que te comprende y te ama, pierdes tus propias reacciones cuando estás con tu amigo.

Alguien dijo un día: “Me gusta estar contigo, no sólo por lo que tú eres, sino por cómo soy yo cuando estoy contigo”. De eso se trata la amistad. No sólo de acompañar a otros, sino también de hacerlos mejores. Y que ellos nos ayuden también a nosotros. Porque pocas cosas hay tan tristes en la vida como perder un amigo.

(Tomado de: ProtestanteDigital.com - España, 2007).

(Foto: Frank Veloz Cabral).

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