Pastor Rafael Montalvo.
Tradicionalmente en esta época del año escribimos nuestras metas, planes y anhelos. Resoluciones para el nuevo año. Algunas veces desde la perspectiva de nuestras carencias o necesidades. Decimos que las metas deben ser medibles, claras, específicas, realistas y alcanzables.
Quisiera proponer, que antes de envolvernos en esta tarea, pensemos en lo que Dios quiere con nosotros en este nuevo año. ¿Hacia dónde me quiere El llevar? ¿Cuáles son los planes que El tiene conmigo en este nuevo año? ¿Qué quiere El hacer conmigo? ¿Cuál es Su voluntad para mí en este nuevo año? ¿Qué quiere El que yo haga?
Mis metas no salen de mi, de mis necesidades, deseos o ambiciones, sino de Dios. Debo tener un sentido de destino, de llamado, tener una visión…que viene de Dios y que simplemente no va a iniciar en este nuevo año…viene de mucho tiempo atrás. Dios tiene un plan conmigo desde hace mucho tiempo.
Por tanto te animo a tomar un tiempo a solas con Dios. Meditar, escuchar, sintonizarte con Dios, y recibir de El las instrucciones para este nuevo año.
El éxito no es simplemente el logro de metas, sino el hacer lo que Dios quiere que yo haga, alcanzar, lograr lo que El tiene para mi…hacer la voluntad de Dios. ¡Vivamos un año de éxito!
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