sábado, 18 de enero de 2014

Crecer / Guardadas por la discreción



Guardadas por la discreción
«La discreción te guardará; te preservará la inteligencia,
para librarte del mal camino» (Prov 2:11).

Con el fin de entender claramente lo que significa discreción el diccionario nos define: 
Discreto como: Sensato, prudente, que manifiesta discreción: conducta discreta. Moderado, sin exceso, que no destaca: colores discretos; calificaciones discretas; y  la
Discreción como: Sensatez y tacto para hablar u obrar: se comporta con discreción y elegancia. Reserva, prudencia:

En Proverbios se nos dice: “La discreción te cuidará, la inteligencia te protegerá” (2:11), y también: “Hijo mío, pon atención a mi sabiduría y presta oído a mi buen juicio,  para que al hablar mantengas la discreción y retengas el conocimiento” (5:1-2).

Demostraciones de discreción

Lenta para hablar
¿Cómo describen estos Proverbios a quien es discreta o indiscreta en su conversación? Lee Proverbios 15.28 y Proverbios 17.27-28
Entre las pautas que nos presenta la Palabra de Dios para quienes quieren aprender la discreción se encuentran:
Efesios 4:29 “Eviten toda conversación obscena. Por el contrario, que sus palabras contribuyan a la necesaria edificación y sean de bendición para quienes escuchan”.
Santiago 1:19; 20 “19 Mis queridos hermanos, tengan presente esto: Todos deben estar listos para escuchar, y ser lentos para hablar y para enojarse; 20 pues la ira humana no produce la vida justa que Dios quiere.”

Tarda para la ira
«La cordura del hombre detiene su furor, y su honra es pasar por alto la ofensa» (Proverbios 19; 11). ¿Qué nos dicen los siguientes Proverbios respecto a ser lentas para la ira? Lee con atención Prov 12:16; 15:1; 16:32.
La clave para la paciencia, aun bajo provocación, es buscar el desarrollo de la propia característica de Dios de ser "tardo para la ira" (Éxodo 34;6 no leer solo recordar con un resumen). La mejor manera para desarrollar esta lentitud para airarse es reflexionar frecuentemente en la paciencia de Dios hacia nosotros.

La parábola del siervo malvado (Mateo 18:21; 35 no leer solo recordar con un resumen) tiene el propósito de ayudamos a reconocer la necesidad de ser pacientes con los demás, al reconocer la paciencia de Dios con nosotros. Somos como el siervo malvado cuando perdemos nuestra paciencia al dejamos provocar e ignoramos la paciencia extrema que Dios nos tiene. Disciplinamos a nuestros hijos con ira, mientras que Dios nos disciplina con amor. Estamos listos para castigar a la persona que nos provoca, mientras que Dios está presto a perdonarnos. Estamos ansiosos de ejercitar nuestra autoridad, mientras que Dios está impaciente de ejercitar su amor. Esta clase de paciencia no ignora la provocación de los otros; simplemente trata de responderles de la manera más misericordiosa.

Viste discretamente
¿Qué guía se presenta en 1 Timoteo 2:9-10 a las «mujeres, que profesan piedad», respecto a su manera de vestir?
1 Timoteo 2:9-10 9 “En cuanto a las mujeres, quiero que ellas se vistan decorosamente, con modestia y recato, sin peinados ostentosos, ni oro, ni perlas ni vestidos costosos. 10 Que se adornen más bien con buenas obras, como corresponde a mujeres que profesan servir a Dios”.
¿Cuál es la perspectiva que añade Pedro a nuestra consideración en cuanto a cómo vestirnos? Nos dice: “Al observar su conducta íntegra y respetuosa. 3 Que la belleza de ustedes no sea la externa, que consiste en adornos tales como peinados ostentosos, joyas de oro y vestidos lujosos. 4 Que su belleza sea más bien la incorruptible, la que procede de lo íntimo del corazón y consiste en un espíritu suave y apacible. Ésta sí que tiene mucho valor delante de Dios” (1 Pedro 3:2-4 2).
    
Planear hacia el futuro
Parte de la prudencia es la habilidad para prever. ¿Qué nos enseñan los siguientes versículos respecto a «planear con anticipación?
Lee: Proverbios 14:15 y 31:21.
Mateo 25. 1-13 registra la parábola de las diez vírgenes, recordémosla y pensemos. Es un llamado claro a ser previsores.

Reflexión final
Para practicar la discreción en tu vida, decídete a asumir y poner en práctica las siguientes metas:
Se lenta para hablar: trata de no decir palabra alguna que sea desagradable con respecto a alguien.
Se tarda para la ira: se lenta para la ira no sólo hacia tu familia, sino hacia quienes no conoces y te frustran (otros conductores de vehículos, gente que nos atiende o no nos atiende en las tiendas, etc.)
Viste discretamente: tratar de no atraer o distraer la atención con mi forma de vestir.
Planea hacia el futuro: hacer un horario básico y mantener una lista de cosas que necesito hacer en el futuro.

Y el  propósito más alto que hemos de alcanzar al ser discretas está dado en Tito 2; 5 “para que la palabra de Dios no sea blasfemada”.

Un texto para memorizar:

Santiago 1; 19 “Mis queridos hermanos, tengan presente esto: Todos deben estar listos para escuchar, y ser lentos para hablar y para enojarse”
  

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