DUARTE ¿UN PARIGUAYO?
Por el Pastor Rafael Montalvo
Por
lo general en nuestro país se aplaude la cultura del tigueraje, de
aquel vivo que saca ventaja en alguna circunstancia. Ya sea que se cuele
en una fila, evade impuestos, engaña, miente, gana a como de lugar, se
sale con la suya, etc. Apoyado siempre en el refrán: “el fin justifica
los medios”; es decir, no importa lo que se tenga que hacer con tal de
que se logre lo que desea. Dejando a los demás, que tratan de hacer lo
correcto y cumplir las reglas de ética, como tontos, “quedaos” o
pariguayos.
La
parte de la población que no sabe o no quiere hacer trampas, o no tiene
tantas destrezas en este “arte”, quedará bajo el dominio de aquellos
“vivos” que no tienen escrúpulos ni valores para alcanzar lo que desean a
cualquier precio. Además de sentirse impotente y frustrada.
Pensando
en el natalicio de Duarte (201) que celebramos mañana en nuestro país,
pienso que aún él caería dentro de este grupo de pariguayos, por soñador
e iluso según sus detractores.
Necesitamos
hombres y mujeres que amen a Dios, a la gente y a la patria. Personas
con corazones rectos, con vidas íntegras, con acciones honestas, con
actitudes humildes, que traigan una “nueva cultura” a nuestra nación, un
nuevo estilo de vida, una nueva forma de hacer las cosas.
El mal nos está arropando. Las buenas personas cada vez más se están quedando atrás, fuera del ruedo.
Volvamos
a los inicios, volvamos a levantar los valores de antaño: el respeto,
la dignidad, la verdad, la integridad, la transparencia, la humildad,
etc. Hagamos que los malos se vean como pariguayos, como los raros, los
desfasados, y levantemos la moral de nuestra nación.
¡Dios está con nosotros!
¡Qué Dios bendiga nuestra nación! ¡Qué Dios bendiga la República Dominicana!
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