jueves, 10 de octubre de 2013

Desde la fe / Pégale un bibliazo



Ante la tentación… lánzale la Palabra!
Dice la Escritura que luego fue llevado por el Espíritu al desierto y….ahí estaba el enemigo.
Beatriz Garrido
Protestante Digital

Cuando comenzó el ministerio público de Jesús fue maravilloso, empezó con el bautismo de Juan y aquellas preciosas palabras: “Este es mi hijo amado, en quien tengo contentamiento”… qué bonito, no?.... cuánto me gustaría a mi escuchar algo parecido por parte de mi Señor!!

Pero, tal como ocurre en nuestras vidas, después de pisar las más altas cumbres y cuando menos lo pensamos aparecen los valles más profundos, en ocasiones, en forma de tentación. Esto mismo fue lo que le sucedió a Jesús; humanamente hablando, supongo que Su corazón se llenaría de gozo al escuchar la voz de Su Padre mientras Juan lo bautizaba, pero dice la Escritura que luego fue llevado por el Espíritu al desierto y….ahí estaba el enemigo, sutilmente agazapado, con las palabras exactas y milimétricamente escogidas para intentar derribarlo.

Primero me llama la atención el tema del ayuno y aquí no quiero entrar; porque sé muy bien que hay opiniones encontradas, pero supongo que ese ayuno iba acompañado de oración y aquí si quiero hacer un gran hincapié. La gran victoria que podemos obtener sobre el enemigo de nuestras almas se gana con las rodillas dobladas. Satanás no se asusta con nuestro activista trabajo para el Señor, ni con campañas de evangelización ni con miles de cosas por el estilo, pero tiembla cuando ve unas rodillas dobladas o a un hijo de Dios derramándose ante la Presencia de su Padre, sabe bien que aquí no tiene nada que hacer; pero aun así lo intenta.

Jesús estaba cansado y vulnerable por el desierto, el ayuno, la soledad….y Satanás lo sabía… sabe y conoce bien cada uno de nuestros desiertos y viene en el momento justo y con la palabra oportuna.

Habían pasado cuarenta días de ayuno, según los expertos, el máximo tiempo y supongo que no sé si tanto el hambre; pero si la debilidad en su carne estaba bien presente y…ahí comienza la obra del tentador…… Dice un refrán que, “Más sabe el diablo por viejo que por diablo”, conoce bien la naturaleza humana y conoce con demasiada certeza por donde enviar el dardo envenenado. “Si eres Hijo de Dios, di que estas piedras se conviertan en pan”…….dardo certero!!, punzante!! Y de lo más sugerente, me equivoco??....sabéis bien que no; contestación de Jesús: “Escrito está: no solo de pan vivirá el hombre, sino de toda palabra que sale de la boca de Dios”. Jesús podía haber esgrimido miles de razones, buenas razones acertadas….Su estómago crujía y dolía, pero no lo hace, conoce bien el inmenso Poder de la Palabra y simplemente…se la lanza en las mismísimas narices!!...primera tentación fallida.

Pero el diablo es paciente y persistente, además de muy inteligente. Allí estaba Jesús, el Hijo de Dios, ante la creación divina…recordáis?, mientras el Padre creaba el universo, el Hijo ya estaba allí y estaba rodeado de gloria, majestad, ángeles que le servían…… ahora llevaba una humilde túnica, tenía hambre, Sus manos estaban encallecidas por haberse criado como el hijo de un carpintero y allí que se le presenta una tentación todavía más sutil……. mucho más y, para colmo, tiene que escuchar si!, palabras de la Escritura, pero sacadas de contexto, mezcladas……:

“Si eres hijo de Dios, échate abajo… y escrito está: A Sus ángeles mandará acerca de ti y en sus manos te sostendrán, para que no tropieces con tu pie en piedra”… fijaos la mezcla a su antojo, todo parece muy bíblico y hasta lícito, reconocéis este tipo de tentación?, creo que mentimos si decimos que no la reconocemos. Esta es una de las tentaciones más sutiles, duras y escogidas por el diablo para el hijo de Dios que realmente ama con toda su alma a Su Padre. Contestación de Jesús: “Escrito está. No tentarás al Señor tu Dios”…le vuelve a lanzar un bibliazo que lo deja tieso.

Y aquí viene la más fuerte, supongo que la humanidad de Jesús estaba siendo minada por momentos. Conocía bien el sendero doloroso que le esperaba, la muerte en la cruz, el desprecio, el oprobio...Él, el Rey de la Gloria y... ”Le mostró todos los reinos del mundo y la gloria de ellos y le dijo: todo esto te daré si postrado me adorares”.

Esto ya era demasiado!!!!... a Satanás se le pasó la mano y me imagino a Jesús, al que muchos nos quieren presentar como nimio, debilucho y sin carácter y pretenden hacer de nosotros algo parecido, … e igual que con los vendedores del templo, se encorajina y me imagino que ya harto, lleno de ira santa y con un tono de voz más que justificadamente elevado, gritó: “Vete Satanás!!, porque escrito está: Al Señor tu Dios adorarás y a Él sólo servirás”.

Lo siento Satanás!!... perdiste una inmensa batalla, te creíste muy listo, pero el Espíritu de Dios, es muy superior al tuyo y…supongo que se fue con un enfado  “endiablado” y “con el rabo entre las piernas” y me encanta el regalo que el Padre le hace a Su amado hijo después de salir vencedor de aquella encarnizada y agotadora batalla:  “Vinieron ángeles y le servían”.

 La vida del hijo de Dios que quiere permanecer fiel está plagada de tentaciones. Cada una de ellas está sutilmente planeada para cada uno de nosotros en cada particular desierto. Satanás conoce el grado de vulnerabilidad, las palabras más sutiles y el momento oportuno para lanzarnos el dardo.

Nosotros, en nuestras propias fuerzas, no!!, nunca podremos vencerlo…cada vez me gusta más aquello de “No es con espada ni con ejército, sino con la fuerza de Su Espíritu”.

Cuando sientas que el enemigo de tu alma va a por ti, quizá tan sigilosamente que ni lo sientas llegar; porque llegará de puntillas para pillarte desprevenido…por eso es tan importante una intensa vida de oración y estar bien empapados de la Escritura….. LÁNZALE LA PALABRA!!!!!! PÉGALE UN BUEN BIBLIAZO!!!  y esto me lo aplico a mi misma, por supuestísimo!! Y tendrá que marcharse… “CON EL RABO ENTRE LAS PIERNAS”.

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