Estos muchachos, los preadolescentes
La Red de Jóvenes en la Iglesia Cristiana sirve a preadolescentes, adolescentes y jóvenes. Nos reunimos y reflexionamos sobre algunas de las características de cada edad. Hoy quiero tomar algunas reflexiones en torno a las experiencias fundamentales de la preadolescencia, esos muchachos y muchachas que se encuentran entre 11 y 14 años.
La experiencia del crecimiento y el cambio. Estos muchachos y muchachas viven cambios biológicos y psicológicos; cambios en las relaciones sociales, especialmente con nosotros los adultos, los iguales y las personas de otro sexo; cambios en su forma de ver el mundo y de acercarse a Dios... Viven estos cambios con algún sentimiento de incomprensión y de soledad, sobre todo en la relación con los adultos.
Toma conciencia de su sexo. Es necesario que comprenda lo que le pasa y que pueda empezar a manejar el conflicto con sus pulsiones sexuales.
Esto es común a todos los adolescentes. Y viven en medio de una sociedad que también cambia rápidamente (especialmente lo sienten los que viven en zonas urbanas).
Es un aspecto muy importante que debe ser tomado en cuenta en el trabajo que la RED DE JÓVENES con ellos.
La experiencia de una primera búsqueda adulta de la propia identidad. Los cambios afectan su personalidad. Vive en un terreno de nadie (un "ni e": ni es adulto, ni es niño). Va despojándose de los valores que fundamentan su personalidad infantil ("ruptura") y todavía no ha descubierto e interiorizado los valores que vertebran su personalidad adulta. Es la búsqueda de la propia identidad, la búsqueda del sentido de la propia vida.
Los preadolescentes luchan y debemos ayudarlos. En relación a si mismos se mueven:
* Entre el ansia de independencia y la dependencia, buscan caminar hacia una auténtica libertad;
* Entre el egoísmo y la generosidad, se abrirán paso hacia el verdadero amor;
* Entre la inseguridad y el deseo de arriesgarse por crecer, llegando a aceptar las dificultades como un camino de crecimiento;
* Entre el anhelo de sobrevivir y la desorientación de lo que hay que hacer, lograrán recuperar la confianza en otras personas, los adultos;
* Entre el sufrimiento y el dolor, aceptan con paz las propias limitaciones, físicas y morales;
* Descubrirán la grandeza de obrar la verdad y practicar la justicia;
* Deben experimentar la alegría del perdón;
* Deben descubrir el gozo de la convivencia.
En relación a los demás, muestran una doble tendencia. Por un lado, tienen la tendencia a la comunicación y al encuentro con los otros, y por el otro, a la soledad y enclaustramiento en sí mismos. En cuanto a la primera tendencia, esto los lleva a compartir la alegría, al esfuerzo y trabajo conjunto, al amor y la amistad. Es decir, anhela un encuentro con otros, creando problemas de adaptabilidad.
La tendencia al aislamiento le lleva a actitudes de rechazo, desprecio, violencia, individualismo, ignorancia de los derechos y dignidad de los otros, materialismo, etc.
Necesita amigos. Es exigente en la selección de los mismos. Sensible a las decepciones. Se encuentra bien con la pandilla.
La Red, un espacio para acompañarles.
sábado, 15 de diciembre de 2012
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1 comentario:
Excelente, hermano!!
Gracias por compartir tan buenas reflexiones...
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