BUSCA A DIOS.
LUEGO HAZTE ESTAS PREGUNTAS
Y yo os digo: Pedid, y se os
dará; buscad, y hallaréis: Llamad, y se os abrirá. Porque todo aquel que pide,
recibe; y el que busca, halla; y al que llama, se le abrir (Lucas 11: 9-10).
La mayoría de las personas pueden establecer prioridades fácilmente
cuando se enfrentan con lo bueno o con lo malo. El problema surge cuando nos
enfrentamos con dos cosas buenas. ¿Qué debemos hacer? ¿Qué hacer si ambas cosas llenan todos los requerimientos, tienen
retribución, y nos recompensan por nuestro trabajo?
Cómo romper la atadura entre dos buenas opciones:
Pregunta a tu supervisor o a tus colaboradores cuál es su preferencia.
¿Alguna de las opciones pueden ser manejadas por alguien más? Si es
así, delégala y trabaja en la que sólo tú debes hacer.
¿Qué opción sería de mayor beneficio para el cliente? A menudo somos
como el comerciante que se empeñaba tanto en mantener limpia la tienda que
nunca abría la puerta. ¡La verdadera
razón para tener una tienda es para que entren los clientes, no para tenerla
limpia!
Toma tu decisión basándote en el propósito de la organización.
(John Maxwell, Desarrolle el
líder que está en usted).
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