martes, 21 de julio de 2015

Día del Padre / Oración por un hijo

Oración del Padre
Douglas MacArthur

Dame, oh Señor, un hijo que sea lo bastante fuerte para saber cuándo es débil,
y lo bastante valeroso para enfrentarse consigo mismo cuando sienta miedo;
un hijo que sea orgulloso e inflexible en la derrota honrada y humilde y magnánimo en la victoria.


Dame un hijo que nunca doble la espalda cuando debe erguir el pecho
un hijo que sepa conocerte a Ti... y conocerse a sí mismo,
que es la piedra fundamental de todo conocimiento.

Condúcelo, te lo ruego, no por el camino cómodo y fácil
sino por el camino áspero, aguijoneado por las dificultades y los retos.
Allí déjale aprender a sostenerse firme en la tempestad
y a sentir compasión por los que fallan.

Dame un hijo cuyo corazón sea claro;
cuyos ideales sean altos;
un hijo que se domine a sí mismo
antes que pretenda a dominar a los demás;
un hijo que aprenda a reír pero que también sepa llorar;
un hijo que avance hacia el futuro pero que nunca olvide el pasado.

Y después que le hayas dado todo eso, agrégale,
te lo suplico, suficiente sentido del humor,
de modo que no siempre se tome a sí mismo
demasiado en serio.

Dale humildad para que pueda recordar siempre

la sencillez de la verdadera grandeza,
la imparcialidad de la verdadera sabiduría,
la mansedumbre de la verdadera fuerza.

Entonces yo, su padre, me atreveré a murmurar:
"No he vivido en vano"

Douglas MacArthur, general de cinco estrellas del Ejercito de los Estados Unidos de América y héroe de la II Guerra Mundial, escribió este poema el 17 de junio de 1956. 

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