Cifras
del cambio religioso en América Latina (II)
Brasil
ha sido la cuna de movimientos y predicadores del evangelio de la prosperidad,
y al mismo tiempo es el país donde los evangélicos menos hacen suyo el slogan
de la prosperidad asegurada.
Carlos
Martínez García
Marcha para Jesús, en Brasil. / Emol |
El
cristianismo evangélico que más crece en América Latina es el de corte
pentecostal. Esto no es algo que haya
descubierto la investigación del Pew Research Center que citamos en el artículo
de la semana pasada, pero el documento
le da forma numérica a una impresión que tiene variantes en los países del
Continente, la impresión del predominio pentecostal (un protestantismo popular)
en el abanico protestante latinoamericano.
El Pew Research Center define como pentecostales a quienes en
sus “servicios religioso [tienen] experiencias que los creyentes consideran
‘dones del Espíritu Santo’, como la sanación divina, hablar en lenguas y
recibir revelaciones directas de Dios”. Poco menos de la mitad de los
protestantes latinoamericanos (47 por ciento) dijo pertenecer a una
denominación pentecostal; poco más de la mitad (52 por ciento) se identificó
como pentecostal. La diferencia entre el primer y segundo porcentaje (5 por
ciento) se deber a que ese 5 por ciento adicional describe a protestantes
pentecostalizados que no son integrantes de una congregación pentecostal, sino,
por ejemplo, de alguna conocida como histórica.
Cuando de la media continental pasamos
a los números por países en la pentecostalización del protestantismo, tenemos
que en la República Dominicana,
Brasil y Panamá cerca de 8 de cada diez
protestantes o bien pertenecen a un iglesia que es parte de una denominación
pentecostal, o bien personalmente se identifican como pentecostales sin
necesariamente ser integrantes de una iglesia de esa confesión. En Puerto
Rico, Nicaragua, Guatemala, Argentina, Honduras, Ecuador y Chile,
aproximadamente dos tercios o más de los protestantes son pentecostales por
denominación, por identificación personal o ambas.
Una
de las creencias de los pentecostales es la sanidad divina.
La investigación incluyó una pregunta sobre este tópico al inquirir a los
encuestado(a)s si habían atestiguado una sanidad de tal tipo. De los protestantes
que respondieron afirmativamente fue en Brasil, Colombia y Nicaragua, los tres
países con 72 por ciento, donde el sí alcanzó cifras más altas. Cerca de éstos
números quedaron Guatemala y El Salvador, ambos con 70 por ciento. Los dos
países con los porcentajes más bajos de protestantes que han sido testigos de
sanidad divina fueron México (48 por ciento) y Chile (46 por ciento). Llama la
atención el caso de Chile, porque es la nación latinoamericana con más larga
historia de presencia pentecostal.
Cuando la pregunta incluyó, además de
haber presenciado algún caso de sanidad divina, si las personas hablaban en
lenguas, oraban por sanidad y profetizaban, los porcentajes de “pentecostalización” entre los protestantes se
incrementaron. La respuesta positiva de los protestantes/cristianos
evangélicos fue muy alta en general, pero llegó a 90 por ciento o más en varios
países: Brasil (91 por ciento), Colombia (93 por ciento), Honduras (92 por
ciento), Paraguay (93 por ciento), República
Dominicana (90 por ciento). En contraparte, donde los porcentaje resultaron
menores fue en Ecuador (78 por ciento), Perú (75 por ciento) y Uruguay (78 por
ciento) y entre los llamados hispanos de los Estados Unidos (69 por ciento).
En cuanto al estilo expresivo de la
alabanza en las iglesias protestantes lo pentecostal ha irradiado hacia
denominaciones/congregaciones que “oficialmente” no son pentecostales, pero que
en la práctica han adoptado expresiones que en el pasado reciente esas mismas
denominaciones/congregaciones etiquetaban como propias del pentecostalismo. De los asistentes (churchgoers les llama el
Pew Research Center) a las iglesias protestantes que en los
cultos/servicios/reuniones brincan, levantan la voz, aplauden y levantan las
manos lo hacen en Colombia 90 por ciento, en Panama y República Dominicana el 86
por ciento, en Costa Rica y Paraguay el 84 por ciento. Donde menos tienen
lugar en los servicios protestantes las expresiones mencionadas es en México,
Perú y Uruguay, los tres con 70 por ciento; y en Chile (63 por ciento).
Respecto
al conocido como “evangelio de la prosperidad”, al
que define el documento del Pew Research Center consistente en la convicción de
que Dios concederá bienestar económico y buena salud física a quienes tienen
suficiente fe, es de llamar la atención que sea en Brasil donde el porcentaje
de protestantes que se identifican con la premisa mencionada sea el menor de
toda América Latina, con el 56 por ciento. La cifra de todas maneras, me
parece, es alta, y me lleva a una observación. Brasil ha sido precisamente la
cuna de bien conocidos movimientos y predicadores del evangelio de la
prosperidad, y al mismo tiempo es, según la investigación que nos ocupa, el
país donde los protestantes/evangélicos menos hacen suyo el slogan de la
prosperidad asegurada, entonces esto tal vez sea resultado de comprobar por parte de los protestantes
brasileños que la oferta es endeble y/o por los escándalos éticos de no pocos
telepredicadores, así como de autroproclamados profetas y apóstoles.
En el rubro del “evangelio de la
prosperidad”, donde éste tiene más altos porcentajes entre los
protestantes/evangélicos es en Venezuela (91 por ciento), Guatemala (90 por
ciento) y Bolivia (89). Donde menos es en Brasil, como ya mencioné, Chile (59
por ciento) y Puerto Rico (60 por ciento). Hay
pentecostales dentro de la Iglesia católica romana y se les conoce como
carismáticos, son los de más crecimiento en aquella institución, de lo cual me
ocuparé en la próxima entrega junto con otras temáticas.
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