domingo, 15 de febrero de 2015

El cambio religioso en AL (2)

Cifras del cambio religioso en América Latina (II)
Brasil ha sido la cuna de movimientos y predicadores del evangelio de la prosperidad, y al mismo tiempo es el país donde los evangélicos menos hacen suyo el slogan de la prosperidad asegurada.

Carlos Martínez García
Marcha para Jesús, en Brasil. / Emol 
El cristianismo evangélico que más crece en América Latina es el de corte pentecostal. Esto no es algo que haya descubierto la investigación del Pew Research Center que citamos en el artículo de la semana pasada, pero el documento le da forma numérica a una impresión que tiene variantes en los países del Continente, la impresión del predominio pentecostal (un protestantismo popular) en el abanico protestante latinoamericano.

El Pew Research Center define como pentecostales a quienes en sus “servicios religioso [tienen] experiencias que los creyentes consideran ‘dones del Espíritu Santo’, como la sanación divina, hablar en lenguas y recibir revelaciones directas de Dios”. Poco menos de la mitad de los protestantes latinoamericanos (47 por ciento) dijo pertenecer a una denominación pentecostal; poco más de la mitad (52 por ciento) se identificó como pentecostal. La diferencia entre el primer y segundo porcentaje (5 por ciento) se deber a que ese 5 por ciento adicional describe a protestantes pentecostalizados que no son integrantes de una congregación pentecostal, sino, por ejemplo, de alguna conocida como histórica.

Cuando de la media continental pasamos a los números por países en la pentecostalización del protestantismo, tenemos que en la República Dominicana, Brasil y Panamá cerca de 8 de cada diez protestantes o bien pertenecen a un iglesia que es parte de una denominación pentecostal, o bien personalmente se identifican como pentecostales sin necesariamente ser integrantes de una iglesia de esa confesión. En Puerto Rico, Nicaragua, Guatemala, Argentina, Honduras, Ecuador y Chile, aproximadamente dos tercios o más de los protestantes son pentecostales por denominación, por identificación personal o ambas.

Una de las creencias de los pentecostales es la sanidad divina. La investigación incluyó una pregunta sobre este tópico al inquirir a los encuestado(a)s si habían atestiguado una sanidad de tal tipo. De los protestantes que respondieron afirmativamente fue en Brasil, Colombia y Nicaragua, los tres países con 72 por ciento, donde el sí alcanzó cifras más altas. Cerca de éstos números quedaron Guatemala y El Salvador, ambos con 70 por ciento. Los dos países con los porcentajes más bajos de protestantes que han sido testigos de sanidad divina fueron México (48 por ciento) y Chile (46 por ciento). Llama la atención el caso de Chile, porque es la nación latinoamericana con más larga historia de presencia pentecostal.

Cuando la pregunta incluyó, además de haber presenciado algún caso de sanidad divina, si las personas hablaban en lenguas, oraban por sanidad y profetizaban, los porcentajes de “pentecostalización” entre los protestantes se incrementaron. La respuesta positiva de los protestantes/cristianos evangélicos fue muy alta en general, pero llegó a 90 por ciento o más en varios países: Brasil (91 por ciento), Colombia (93 por ciento), Honduras (92 por ciento), Paraguay (93 por ciento), República Dominicana (90 por ciento). En contraparte, donde los porcentaje resultaron menores fue en Ecuador (78 por ciento), Perú (75 por ciento) y Uruguay (78 por ciento) y entre los llamados hispanos de los Estados Unidos (69 por ciento).

En cuanto al estilo expresivo de la alabanza en las iglesias protestantes lo pentecostal ha irradiado hacia denominaciones/congregaciones que “oficialmente” no son pentecostales, pero que en la práctica han adoptado expresiones que en el pasado reciente esas mismas denominaciones/congregaciones etiquetaban como propias del pentecostalismo. De los asistentes (churchgoers les llama el Pew Research Center) a las iglesias protestantes que en los cultos/servicios/reuniones brincan, levantan la voz, aplauden y levantan las manos lo hacen en Colombia 90 por ciento, en Panama y República Dominicana el 86 por ciento, en Costa Rica y Paraguay el 84 por ciento. Donde menos tienen lugar en los servicios protestantes las expresiones mencionadas es en México, Perú y Uruguay, los tres con 70 por ciento; y en Chile (63 por ciento).

Respecto al conocido como “evangelio de la prosperidad”, al que define el documento del Pew Research Center consistente en la convicción de que Dios concederá bienestar económico y buena salud física a quienes tienen suficiente fe, es de llamar la atención que sea en Brasil donde el porcentaje de protestantes que se identifican con la premisa mencionada sea el menor de toda América Latina, con el 56 por ciento. La cifra de todas maneras, me parece, es alta, y me lleva a una observación. Brasil ha sido precisamente la cuna de bien conocidos movimientos y predicadores del evangelio de la prosperidad, y al mismo tiempo es, según la investigación que nos ocupa, el país donde los protestantes/evangélicos menos hacen suyo el slogan de la prosperidad asegurada, entonces esto tal vez sea resultado de comprobar por parte de los protestantes brasileños que la oferta es endeble y/o por los escándalos éticos de no pocos telepredicadores, así como de autroproclamados profetas y apóstoles.

En el rubro del “evangelio de la prosperidad”, donde éste tiene más altos porcentajes entre los protestantes/evangélicos es en Venezuela (91 por ciento), Guatemala (90 por ciento) y Bolivia (89). Donde menos es en Brasil, como ya mencioné, Chile (59 por ciento) y Puerto Rico (60 por ciento). Hay pentecostales dentro de la Iglesia católica romana y se les conoce como carismáticos, son los de más crecimiento en aquella institución, de lo cual me ocuparé en la próxima entrega junto con otras temáticas.



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