MENSAJE DEL PASTOR MONTALVO:
DÍA DE LA ALTAGRACIA: “MADRE ESPIRITUAL Y PROTECTORA DE LOS DOMINICANOS”
Hoy se celebra en nuestro país el “día de la altagracia” (sí, con minúsculas). Se le rinde culto como MADRE ESPIRITUAL Y PROTECTORA DE LOS DOMINICANOS. Esto es una afrenta a los millones de dominicanos que tenemos otra línea de pensamiento.
Este tipo de adoración es muestra de la ignorancia y tradición mágico religiosa de las tinieblas de nuestro pueblo, AUPADAS POR LOS GOBIERNOS, LA RELIGIÓN TRADICIONAL E INSTITUCIONES PRIVADAS de las que muchos evangélicos, cristianos verdaderos, son clientes.
Quien conoce la Biblia, cree en ella y la obedece, sabe muy bien lo que expresa, claramente acerca de la existencia de UN SOLO Dios, de UN SOLO Protector y Ayudador (Sal. 121), de UN SOLO Camino al Padre (Juan 14:6), Y CÓMO DIOS ABORRECE LA IDOLATRÍA (Ex. 20). Es decir, la adoración o veneración a otros dioses fuera del Único Dios Verdadero.
Por otro lado, el apóstol Pablo enseña que cuando las personas pretenden adorar a Dios a través de los ídolos, aunque ellos piensan sinceramente que REALMENTE están adorando a Dios, NO lo están haciendo a El sino a LOS DEMONIOS, 1 Corintios 10:19, 20. De modo que con este tipo de adoración, estamos abriendo puertas al mundo espiritual de las tinieblas, atrayendo maldición para nuestras vidas, nuestras familias y nuestra nación.
¡Qué Dios obre en nuestros gobernantes y empresarios! ¡Qué Dios nos perdone por la idolatría de nuestro pueblo! ¡Y que juntos podamos declarar que Jesucristo es el Señor de la Republica Dominicana!
miércoles, 21 de enero de 2015
martes, 20 de enero de 2015
Pareja / Un matrimonio en primavera
La primavera del matrimonio
En la primavera la
temperatura es cálida, la vegetación florece y la luz del sol es intensa. Es una estación llena de vida, color y luz.
Es la estación donde muchas especies se reproducen, y las mariposas extienden
sus alas. Todos celebran la primavera... y siempre podemos volver a ella.
¿Cuáles son los síntomas de la
estación primaveral? Es la estación de los nuevos comienzos. Está llena de entusiasmo y esperanza hacia el
futuro; planear, comunicarse, buscar ayuda y expresar amor y gratitud son
actitudes que la caracterizan. En la primavera todo es ensueño, alegría,
felicidad y proyectos.
Es el amor fresco,
lleno de rocío, de ilusiones, es la
estación del entusiasmo de los primeros años de matrimonio. Es un amor
todavía hecho capullo que no ha abierto su flor. Es un amor que no ha recibido
todavía los soles fuertes del verano, ni el granizo, ni tempestades del otoño,
ni las heladas del invierno. Es un amor
tierno, naciente y por lo tanto emocional y aun frágil. Tiene como meta crecer y fortalecerse con el tiempo.
Pero para esto deben llegar las otras estaciones.
Es un amor donde nos estamos descubriendo.
El esposo y la esposa, descubren juntos un
universo nuevo, con la ternura propia del comienzo.
Características de la primavera matrimonial
1. Florece el amor. Son los años donde comienza
a florecer el amor, el ambiente se llena de ilusión y surge el aroma perfumado
de la pasión. Podría llegar el primer hijo y se escucha la alegría de las
sonrisas en toda la casa.
2. Es un tiempo donde el “yo”, da paso al
“nosotros”. Las cosas son nuestras. Aprendemos a compartir
responsabilidades en el hogar y surge el espíritu de cooperación. Es una época
de sueños compartidos y de proyectos por realizar.
3. Nos comunicamos a partir de la ternura, el
afecto y la suavidad de la consideración. Es un tiempo para descubrirnos,
acercarnos y comunicarnos. Es un momento para aceptarnos tal cual. Surge la
disculpa amable y la sonrisa inocente. Es un momento donde el sentimiento se
expresa físicamente con besos, abrazos y caricias espontáneas.
4. Euforia romántica. La pareja se busca y
se encuentran en el beso y el abrazo. Se complementan fácilmente y los conflictos son mínimos. Al ser todo
nuevo, aun no surge la rutina,
simplemente nos estamos conociendo íntimamente. Aun no surgen las diferencias
fuertes y los pleitos acalorados. El amor está naciendo.
La esperanza es el
combustible. El amor en la primavera es generoso, suave y parece fácil.
5. La primera crisis, la desilusión. Es al
finalizar la primavera cuando aparece la primera crisis, y surge la desilusión.
Esto podría darse en cualquier momento pero generalmente surge al segundo o
tercer año del matrimonio.
El noviazgo genera
una imagen distorsionada del amor, porque se idealiza la pareja y la
convivencia. La convivencia revela lo que somos en lo íntimo, las costumbres y
los hábitos.
De repente, comienza
a hacer calor en el matrimonio, se aproxima el sol fuerte de la dificultad,
surge el cansancio del trabajo de la casa, el agotamiento en la crianza de los
niños. La familia del cónyuge interfiere en la vida matrimonial. Las deudas hay
que comenzar a pagarlas y la ilusión comienza a desvanecerse.
Preguntas para conversar:
- Compartir cómo vivió o vive cada pareja su etapa de primavera. Qué cosas recuerdan con más agrado de esa etapa.
- En torno a cuáles aspectos surgieron las primeras dificultades para él y para ella.
- Cómo se sintieron cuando parecía que se moría la ilusión.
Recomendaciones prácticas:
1. Asuma esta decisión en su matrimonio: “Decido
hacerte feliz”. Y nunca piense: “Quiero que me hagas feliz”. Sólo así el
amor podrá prevalecer a pesar de la rutina, la desilusión, y las diferencias.
2. Tenga claro lo siguiente: “Nadie puede
llenar plenamente mi vida”. Mi cónyuge puede compartir lo que tiene, pero
no puede darme lo que no tiene. Además, nadie es perfecto. Por otro lado, la conquista de la felicidad es un reto
personal y es intransferible. Nadie está en la capacidad de llenar todas
las expectativas de otra persona. Pensar que sí lleva a la desilusión y podría
lastimar la relación.
La meta a perseguir
es, “construyamos juntos el matrimonio, hasta lograr una relación estable y
llena de amor.”
3. “Hagamos prevalecer la ternura”. Esta
debe dosificarse para que no empalague. La ternura es elegancia, suavidad,
cortesía, gentiliza. Sin ternura podríamos caer en la rutina, y la rutina lleva
a la desilusión.
Sin ternura se puede
caer en la apatía, el descuido personal, y la desatención. La ternura se
expresa con cariño diario.
Lectura de la Biblia:
Romanos 12: 9-10:
“El amor sea sin hipocresía;
aborreciendo lo malo, aplicándose a lo bueno. Sean afectuosos unos con otros
con amor fraternal; con honra, dándose preferencia unos a otros”.
Dr. Gary
Chapman. Las cuatro Estaciones del Matrimonio, Editorial Tyndale, 2006.
jueves, 15 de enero de 2015
Dios tiene metas para ti en el 2023
Pautas para el 2023
Las metas del cristiano para el
nuevo año
El Pastor Rafael Montalvo compartió con nuestra congregación algunas
pautas a tomar en cuenta al establecer nuestras metas para el nuevo año. Estas prédicas fueron hechas los domingos 4 y 11 de enero del presente año, 2015 y publicadas el 15 de enero de ese mismo año. Las reiteramos para este 2023.
En este tiempo de inicio de año es lo usual que escribamos
nuestras metas. Metas medibles, claras, específicas, alcanzables, realistas. Pero
como cristianos, primero debemos pensar ¿Qué quiere Dios conmigo en este nuevo
año? ¿Qué quiere El que yo haga en este
nuevo año? ¿Hacia dónde Él me está guiando en este nuevo año?
"Asir,
agarrar aquello, para lo cual Cristo me asió, me agarró a mi".
Las metas no nacen en el vacío. Están conectadas a un
propósito más alto. Por ejemplo, en empresas, grupos deportivos, universidades,
etc., las metas departamentales tienen que estar vinculadas a los propósitos de
la organización.
¡Para los cristianos mucho más! Nos preguntamos ¿Es esto lo que quiere Dios para mí? ¿Es esto, esta
meta, parte de Su plan, de Su proyecto, de Su voluntad para mí? Para los
cristianos, las metas no son meramente
humanas, de logro personal, sino divinas, son creadas en Dios, de acuerdo a
Sus planes y propósitos conmigo. Están vinculadas a propósitos eternos.
De modo que primero
debo conocer Sus planes para conmigo. Sintonizarme con el Creador. Ver Sus
planes a largo plazo, planes a corto plazo. Y luego establecer Sus metas para mí.
Las cosas que Él quiere que yo logre en este nuevo año. Dios tiene un plan
contigo, tiene propósitos. El te ha creado con un propósito. Tú tienes un destino divino. Tu vida no es
producto de un accidente.
Dios
te amó, te vió, te creó. Aún antes de la fundación del mundo El pensó en ti. Tú
eres un diseño de Dios. No has venido a esta tierra producto del azar. Hay
propósitos grandes que Dios tiene contigo. Dios tiene pensamientos de bien para
ti. Su voluntad para ti es buena, agradable y perfecta.
Por tanto, no te conformes con establecer simples metas
humanas, medibles, alcanzables, realistas.
Tus metas en Dios sobrepasan los límites humanos, la lógica
humana. Puedes lograr lo inalcanzable, lo que está fuera de toda lógica. Piensa
en GRANDE para este nuevo año. Piensa desde la perspectiva de Dios, de lo que El
tiene y quiere para ti. En Dios nuestras
metas superan los límites humanos, lógicos.
Esto no quiere decir que no planifiquemos, que no nos
organicemos. Sino que los únicos
parámetros para medirnos NO SON LOS HUMANOS. Tenemos otra fuente de
inspiración. Otros recursos fuera de lo terrenal, de lo humano. Dependemos de
otras fuerzas, poder, provisión, que van más allá de lo imaginable, humano,
lógico, medible y razonable.
Tú no te mides por patrones humanos, sino divinos. La
ciencia dice que tú das para una cosa, pero Dios dice que tú vas a ser otra
cosa. Lo inesperado, lo fuera de la mente humana. El mundo dice que podrás
alcanzar esto, pero Dios te dice que alcanzaras esto otro. Tu medida no es el
mundo, no son sus parámetros, sino los de Dios. Porque con Dios ¡TODAS LAS
COSAS SON POSIBLES!
¡En este año, con
Dios, tú puedes lograr lo inimaginable, lo inalcanzable!
Pero esto no es a lo loco, no es fantasear, declarar, soñar,
en el vacío. Sino lo primero es CONOCER los planes y propósitos de Dios para mi
vida. Sacar tiempo para escuchar a Dios. Y
luego desde la perspectiva divina, establecer metas, planes para este nuevo
año.
Ahora, te puedo mencionar algunas metas que de seguro son la
voluntad de Dios para ti en este nuevo año. Acciones que por seguro Dios quiere
que tú hagas. Te voy a señalar algunas metas que por seguro Dios QUIERE que tú
persigas. Proposiciones que SON la voluntad de Dios para ti.
PROPOSICIONES Y METAS GENERALES PARA EL AÑO 2015, QUE SON LA
VOLUNTAD DE DIOS PARA TI.
1.
Proponte pasar más tiempo
con Dios en este año.
Pasa Tiempo con Dios. Orar. Pasar tiempo con Dios cada día. Sacar tiempos para
estar a solas. Retiros. Ayunos. Proponte escucharle, conocerle, estar más
tiempo a solas con El. QUE ESTA SEA UNA DE NUESTRAS PRINCIPALES METAS.
2.
Leer la Biblia. Meditar
en ella. Estudiarla.
Leerla entera. Que no pase un día sin leer algunos versículos. Sacar
enseñanzas, aplicaciones. Varios métodos: Proverbios. Salmos. Evangelios.
Cartas.
Proponte conocer más de la Biblia. No
te quedes como un neófito, como un nuevo para siempre. Decide estudiar temas.
Compra libros que te ayuden. Diccionarios, comentarios, etc. Programa Bíblico.
Internet (aunque con cuidado).
Conoce la mente de Dios a través de la
Biblia. Sus planes, propósitos y voluntad para tu vida. Fortaleza, dirección,
sabiduría, etc.
3.
Congregarse. Proponte salir de la periferia.
Asiste a la célula, asiste a los cultos. Quizás solo vienes los domingos.
Comienza a venir los jueves. Quizás no vienes a los Ayunos. Quizás sólo vienes
los domingos, pero no asistes a ninguna célula, Etc. Involúcrate. Asiste a las actividades de Redes. Crece en tu
participación con el Cuerpo, con la familia de Dios. Tu fe se verá enriquecida,
robustecida.
4. Proponte invertir tus dones y talentos al servicio de Dios. Al servicio del Reino. Servir. Quizás
solo vienes como espectador. Hay un tiempo en que solo estamos para recibir.
Somos como bebes. Pero luego debemos ir creciendo, madurando, pasando a nuevos
niveles. Comienza a involucrarte. Cumple con los requisitos del servicio.
Bautízate, has la Academia Bíblica de Crecimiento, asiste a una célula, Mantén
un buen testimonio, has el Encuentro, asiste a la Iglesia fielmente. Comienza a servir, a bendecir a otros con
tus dones, talentos, habilidades, experiencias. ¡Crece en servicio!
5.
Vivir en santidad. Crece en tu acercamiento a Dios. Proponte crecer en tu relación con Dios. En tu
vida pura, santa, de obediencia. Deja que el Espíritu Santo quite las cosas de
tu vida que a Él no le agradan. No sigas con los mismos defectos, ataduras,
conducta carnal. debilidades del carácter, enojo, orgullo, rencor, pleitos,
etc. No te conformes a vivir con los mismos problemas, debilidades, defectos,
actitudes. Elementos, cosas del carácter, del temperamento. Proponte ser más santo, más puro. Más
obediente al Señor. A tener más pasión por Dios. Decide cambiar. No te
pases un año más siendo de la misma manera. Siendo la misma persona. Pasa a
otro nivel en este nuevo año.
6.
Proponte resolver tus
conflictos con los demás.
No dejes que el sol se acueste estando enojado con otra persona. «Si se enojan, no pequen.» No dejen que
el sol se ponga estando aún enojados, ni den cabida al diablo. (Efesios 4:26,
27 NVI). Pide perdón, perdona, toma la iniciativa, no albergues rencor ni
amargura en tu corazón. Proponte sanar tus relaciones. Aclarar los malos
entendidos, derribar las barreras. Proponte tener relaciones sanas con todos.
Rom. 12:18 “En cuanto dependa de ustedes,
tengan paz con todos los hombres”. Giro de 360 grados.
7.
Proponte desarrollar
relaciones significativas.
Profundizar relaciones. Estamos viviendo una época rodeados de mucha gente, a
la vez de profunda soledad. Invierte tu tiempo, tu persona en tener
amigos. ¿Quiénes son tus amigos
significativos, cercanos, íntimos? Saca tiempo.
Eclesiastés 4:9-12 nos dice:
“Mejores son dos que uno;
porque tienen mejor paga de su
trabajo. Porque si cayeren, el uno levantará a su compañero; pero ¡ay del solo!
que cuando cayere, no habrá segundo que lo levante. También si dos durmieren
juntos, se calentarán mutuamente; mas ¿cómo se calentará uno solo? Y si alguno
prevaleciere contra uno, dos le resistirán; y cordón de tres dobleces no se
rompe pronto”.
Construye relaciones significativas. Habla con el corazón. Se
sincero, se leal.
Aprende a escuchar. Devuelve correos, devuelve llamadas.
Hazte accesible. No trabajes tanto. No estés TAN ocupado que no tengas tiempo
para tus amigos, para desarrollar relaciones significativas.
Proverbios 18:24: “El
hombre que tiene amigos ha de mostrarse amigo; Y amigo hay más unido que un hermano”.
8.
Invierte tiempo con la
familia. Prográmate para compartir con los
tuyos. Tanto los cercanos como los lejanos (quizás a través de una llamada, un
correo, una visita). Conviértete en un catalizador. El enlace, el motivador, el
iniciador. Decídete estrechar lazos con tu familia. Hacer cosas juntos.
Planificar salidas, vacaciones. Comenzando con tu pareja si eres casado, luego
con tus hijos, etc. Si eres el hijo, toma la iniciativa y motiva al compartir
de la familia. Promueve salidas entre tus hermanos. O con tíos o tías. Saca
tiempo para compartir con tu familia.
¡Eso le agrada a Dios! 1 Tim. 5:8: “Pero si alguno no provee para los suyos, y especialmente para los de
su casa, ha negado la fe y es peor que un incrédulo”
9.
Se generoso en este nuevo
año (a los vivos les encanta que se
predique sobre este tema!). Abre tu corazón a los demás. No vivas solo para ti.
Ábrete a las necesidades de los demás. Aprende a diezmar fielmente, si todavía
no lo haces. Aprende a ofrendar. Abre la mano, abre el corazón. Así mismo Dios
abrirá Su Mano para ti.
Quizás tienes mucho tiempo en la
Iglesia y todavía no has establecido el compromiso de diezmar. De ofrendar.
Estas deteniendo bendiciones sobre tu vida y la de los tuyos. Proponte ser un
diezmador fiel en este nuevo año.
Involúcrate en la construcción del
Templo. No permitas que esto te pase por encima. No te hagas inmune. Acepta los
desafíos económicos de fe. (¡No manipulaciones!)
10.
Evangelizar. Compartir tu
fe. Compartir tu testimonio. Se intencional. 1x1. Uno cada mes. Hacer un listado de personas. Familias,
amigos, compañeros de estudios, de trabajo, vecinos. ¡¡HAY UN FUTURO GLORIOSO
QUE NOS ESPERA A LOS HIJOS DE DIOS!! ¿Quieres
que tus seres queridos disfruten de la eternidad con Dios? Estar abierto a
compartir el Evangelio con extraños. ¡Dejemos de vivir sólo para nosotros!
¡Pensemos en tantas personas que necesitan escuchar el mensaje que tu y yo
tenemos!
11.
Convertirnos en
padres/madres espirituales de otros. Discipular.
Busca a alguien o algunos en quienes invertirte. A quienes ayudes a crecer
(integralmente). Ayuda a otros a pasar a nuevos niveles. ¡Basta ya de solo
recibir! Disponte a dar, a invertirte en otros. Toma la responsabilidad seria
de desarrollar a otros…en su carácter, dones, habilidades, darle apoyo, orar,
etc.
¿Quién o quiénes son tus hijos
espirituales? ¿Para quiénes eres padre o madre?
Pasar tiempo, escuchar, exhortar, observar, aconsejar,
confrontar, animar, amarlos, etc. Mira a tu alrededor y decide invertirte en
alguien, ayudar a crecer a alguien.
Conviértete en padre, en madre de otros en este nuevo año.
Este
es tu año para dar, invertirte en otros, y no sólo para recibir. Dios quiere
usarte como canal de bendición para otros. ¿Cómo hacerlo? Orar por otros. Escúchales, saca tiempo,
exhortale, etc.
12.
Metas de Salud. Proponte tener mejor salud en este
nuevo año. Puedes tener más energía, más vitalidad, más entusiasmo. Ejercicios,
comida sana, dormir más, Practicar algún pasatiempo o algún deporte ...DESCANSAR!
No estoy hablando de un culto al cuerpo. .
¡DIVIÉRTETE! Planifica tu diversión.
Planifica tu descanso. Tus vacaciones. ¡No trabajes tanto! 3 Juan 1:2 “Amado, yo deseo que tú seas prosperado en todas las cosas,
y QUE TENGAS SALUD, así como prospera tu alma”.
Hay metas específicas que sé que Dios tiene para ti. Lugares
a donde El te quiere llevar. Objetivos que El quiere que tú alcances en este
nuevo año. Dios tiene un plan contigo. ¡Un propósito GRANDE! ¡Busca ese
propósito! ¡Busca Su voluntad! ¡Busca el cuadro mayor, la perspectiva superior,
de arriba! ¡Saca tiempo para conectarte con Dios y escuchar Sus instrucciones
para este nuevo año!
Mientras tanto, has tuyas estas Proposiciones y Metas, que
¡SON DE DIOS PARA TU VIDA!
PROPOSICIONES
Y METAS GENERALES PARA EL AÑO 2015, QUE SON LA VOLUNTAD DE DIOS PARA TI.
- Pasar tiempo a solas con Dios. Orar.
- Leer, meditar y estudiar la Biblia. Pasar Tiempo con la Palabra de Dios.
- Congregarse. Asistir fielmente a la célula y a la Iglesia los domingos, jueves, ayunos y actividades especiales. Pasar tiempo con los Hermanos.
- Invertir tus Dones y Talentos en el Reino de Dios. Servir a Dios con los recursos que Él nos ha dado.
- Vivir en santidad y obediencia, creciendo, siendo transformados y agradando a Dios. Ser librados de las cargas del pecado en nuestras vidas. Vivir para El.
- Tener buenas relaciones con los demás. Resolver nuestros conflictos relacionales. Vivir un estilo de vida de perdonar y pedir perdón. No guardar rencor en el corazón. Rom. 12:18. Ejercicio de los 360º.
- Desarrollar relaciones significativas. Tener amigos cercanos.
- Invertir tiempo en la familia. Pasar tiempo con la familia.
- Ser generosos. Ser fieles con los diezmos y ofrendas.
- Compartir las Buenas Nuevas de salvación con los demás. Evangelizar. Compartir nuestra fe, nuestro testimonio.
- Ser padres/madres para otros. Invertirnos en el crecimiento de los demás. Discipular. Acompañar y ayudar a otros a pasar a nuevos niveles.
- Cuidar la salud. Alimentos, ejercicios, pasatiempos, descanso, diversión, chequeos, etc.
sábado, 10 de enero de 2015
Red de Hombres 1 / Razón de nuestra esperanza
Red de Hombres 1 / Dando razón de
nuestra esperanza
Introducción
Discusión Final
Introducción
El hombre cristiano vive con gozo por la más grande de las esperanzas: el hecho
de que pasará la eternidad en la presencia de Dios. Pero aunque es la más grande, no es esa su
única esperanza: sabe también que Dios le acompañará en todo a lo largo de su
vida, que peleará por él, que le ayudará, y que le formará hasta hacer de él un
hombre santo. Estas esperanzas no son sólo
información en su mente, sino que moldean su vida diaria.
¿De dónde viene nuestra certeza de estas cosas? ¿Cómo podemos explicarlas a los hombres que
no las conocen? ¿Y qué se necesita para
desarrollar esta fe? Comenzaremos a
responder estas preguntas.
La más grande de nuestras esperanzas
Como humanos, tenemos
un sentido de eternidad. Pensamos
que no vamos a morir nunca, y anhelamos vivir tratando de dejar un legado
duradero, que nuestro nombre resuene mucho más allá de nuestro tiempo de
vida. Y ciertamente, una parte nuestra
no morirá, sino que pasará una eternidad en algún lugar, ya sea en la presencia
de Dios o fuera de ella.
En esta
vida elegimos dónde pasaremos la eternidad. A la verdad, todos tenemos ya un destino
seguro, que es el que nos tocará si no hacemos nada, y es apartados de la
presencia de Dios. Leamos Romanos
3:22-24: “22 Esta
justicia de Dios llega, mediante la fe en Jesucristo, a todos los que creen. De
hecho, no hay distinción, 23 pues todos han pecado y están privados
de la gloria de Dios, 24 pero por su gracia son justificados
gratuitamente mediante la redención que Cristo Jesús efectuó.”
¿Quiénes han pecado? Todos!
¿Quiénes están privados de la gloria de Dios? Todos!
¿Cómo llega la justicia de Dios? Por su Gracia!
¿Quiénes están privados de la gloria de Dios? Todos!
¿Cómo llega la justicia de Dios? Por su Gracia!
Sin
hacer nada, nuestro destino eterno es estar apartados de Dios. ¿Qué
significa esto? Un lugar donde no hay
absolutamente nada bueno. Ese es el
destino eterno que de manera natural corresponde a cada uno de nosotros. En esta vida podemos escoger un destino
distinto, y pasar una eternidad en la presencia de Dios, que es exactamente lo
contrario: un lugar donde no hay nada malo. ¡Todo es bueno! ¡Todo es perfecto! ¿Qué
tenemos que hacer para estar ahí? Ser
encontrados justos o perfectos delante de Dios. Esto no lo podemos hacer en nuestras fuerzas,
pero podemos aceptar el pago de Jesús por nuestros pecados y ser encontrados
justos (ser justificados) delante de
Dios. Como leímos en Romanos, esto es gratuito y viene mediante la fe en
Jesucristo.
Esta es la más grande de nuestras esperanzas. ¡Pero todavía hay más!
Esperanza de Santificación y Vida Abundante
Jesús dijo a sus discípulos: “El ladrón no viene más que a robar, matar y destruir; yo he venido
para que tengan vida, y la tengan en abundancia.” (Juan 10:10) Cuando recibimos la salvación de Jesús, con
ella viene también la esperanza de santificación y de vida abundante. Comenzamos a caminar con Jesús; el Espíritu
Santo vive en nosotros y nos guía y nos edifica. Se comienza a cumplir lo que dijo Pablo: “Estoy convencido de esto: el que comenzó
tan buena obra en ustedes la irá perfeccionando hasta el día de Cristo Jesús.” (Filipenses
1:6). El poder que obró en Jesús
para resucitarle de los muertos está disponible para auxiliarnos en nuestra
necesidad (Efesios 1:19-21). Una vida abundante no significa una vida libre
de problemas, pero es la mejor vida que podemos vivir en esta tierra.
Si eres
cristiano, ¿cómo experimentas en tu vida la abundancia y la santificación que
vienen de Dios?
Aunque hay una gracia de Dios para toda Su creación,
muchas de estas promesas y esperanzas están reservadas solamente para quienes
aceptan a Jesús como su Señor y Salvador.
Por eso, vale la pena pensar en qué se necesita para recibirlo de esa
manera en nuestros corazones.
Aceptando la esperanza
Pensemos lo siguiente:
Para
aquellos que vivimos en estas esperanzas, ¿qué fue necesario para que las
aceptáramos?
Leamos Romanos 10:17: “Así que la fe viene como resultado de oír el mensaje, y el mensaje que
se oye es la palabra de Cristo.”
Para aceptar estas esperanzas, fue necesario que se nos predicaran. Que alguien nos compartiera las realidades
espirituales que indica la Biblia, la promesa de salvación en Cristo, y el
camino a una vida abundante por la fe en Él.
Fue necesario también que nosotros tuviésemos fe y respondiésemos a
favor del Evangelio. Fue necesaria
también una obra del Espíritu Santo en nuestros corazones para tener convicción
de nuestro pecado y de nuestra necesidad de Jesús (ver Juan 16:8-9).
Así que es
necesario que los que vivimos estas esperanzas las prediquemos, y que quienes
buscan de ellas lean y escuchen más la Palabra de Dios a fin de aumentar su fe. Alguien dijo que “nuestra vida será la única Biblia que algunos leerán”. De ahí la necesidad de poder vivir de acuerdo
a principios bíblicos, pero además de poder explicar nuestras decisiones de
vida en base a esos principios. Leamos 1ra
Pedro 3:15: “Más bien, honren en
su corazón a Cristo como Señor. Estén siempre preparados para responder a todo
el que les pida razón de la esperanza que hay en ustedes”.
Discusión Final
- ¿Cuáles son las cosas que más agradeces a Dios en tu vida?
- ¿Sobre cuáles temas o aspectos de la vida cristiana sientes que necesitas más explicaciones?
- Si no has aceptado a Jesús como tu salvador, ¿cuál crees es tu principal obstáculo?
jueves, 8 de enero de 2015
Desde la fe / Proposiciones y metas 2015
PROPOSICIONES
Y METAS PARA EL 2015.
Prédica
del Pastor Rafael Montalvo en el primer domingo del 2015, en la Iglesia Cristiana.
Puedes bajar el audio de: http://www.ivoox.com/2015-01-04-rafael-montalvo-metas-audios-mp3_rf_3924861_1.html
Las
metas: claras, específicas, realistas, alcanzables… ¿Qué quiere Dios conmigo
este nuevo año? ¿Hacia dónde me
está guiando? “Trato de alcanzar aquello para lo cual Cristo me alcanzó a mi”
(Pablo).
Las metas que el cristiano escribe o determina
no son sus sueños, anehlos, ambiciones… están conectadas con un propósito más
alto. Nos preguntamos: ¿Es esta la meta que Dios quiere que yo persiga en esta
etapa? Primero vamos a Dios y le preguntamos: ¿QUÉ QUIERES TÚ DE MI?
Las metas son definidas y vinculadas al propósito y plan que Dios tiene contigo…a sus
propósitos eternos.
Debemos conocer sus planes, sintonizarnos con
el creador. Primero miro arriba y
luego establezco mis metas.
No andamos al azar. Tú eres un diseño de Dios.
No eres un producto del azar. Dios tiene pensamientos de bienestar. Su voluntad
es buena, agradable y perfecta.
Tus metas en Dios sobrepasan la lógica humana.
Los únicos parámetros para medirnos no son los
humanos. Tenemos a un Dios grande que tiene propósitos con nosotros.
Después que sepa LO QUE DIOS QUIERE CONMIGO,
entonces puedo definir mis metas para el 2015.
Puedes tener metas en Dios contando con sus recursos.
El hace lo imposible, posible.
Doce
metas de Dios para todos sus hijos
- Pasar más tiempo con Dios. En su presencia. Conociéndole. No pasar tiempo con Dios nos afecta, nos daña.
- Lee, estudia la Biblia. Conoce y profundiza la Biblia. Proponte estudiar temas. Y conocer más de Su voluntad.
- Hazte el propósito de congregarte. No te quedes como un cristiano dominguero. Crece en tu sentido de familia, de cuerpo de Cristo. Visita una célula (de hombres, de mujeres, de parejas, de jóvenes…). Participa de las reuniones de los jueves, de los ayunos, de las actividades. Profundiza en el Congregarte. No te dejes arropar por los afanes de este mundo. Pasa tiempo con tus hermanos, somos una familia, un cuerpo.
- Invierte tus dones y talentos al servicio de Dios. No seas sólo un espectador. Cuando uno sirve, crece, y Dios nos bendice.No permanezcas como un bebe espiritual, que sólo consume.
- Proponte crecer en santidad. No te conformes con la vida mediocre que a veces llevamos. Proponte cambiar con la ayuda del Espíritu Santo. Permisos que te dabas para cosas medio turbias, ponle un alto. Se trata de un salto en tu pasión y tu entrega a Dios.Es tu año de crecimiento, de expansión, de cambios…Di: muéstrame, Señor, en qué áreas crecer… que sea el año de tu santificación…Es la disposición a pagar el precio de ser discípulos de Jesús…
(Continuará).
viernes, 2 de enero de 2015
Iglesia / Cuestión de gente
La Iglesia, cuestión de gente
Amarlos, no por lo que hacen, sino por lo
que son…
Leamos 1 Cor
12:12-27
Si te
preguntase: dime de tu Iglesia… ¿de qué hablarías? Si le preguntases a los
cristianos en el primer siglo, ¿qué dirían ellos? Hablan de personas. A veces
cuando pensamos en la iglesia pensamos de edificios, programas, ministerios,
organización.
En 1 Cor 12… ¿de
qué se nos habla? De un cuerpo, de personas. Un cuerpo, muchos miembros. Las
personas son las que hacen a la iglesia emocionante, pero también lo que hace a
la iglesia difícil. No tienes control sobre las personas. Son impredecibles.
Aprendes a orar ministrando a las personas.
Cuando hacemos
un programa creemos que tenemos el control, cuando hacemos el edificio…. Pero
cuando trabajamos con personas, no tenemos mucho control. Tratamos de
inspirarlos, de apelar a su corazón, queremos que ellos voluntariamente se
entreguen a Dios. No puedes hacer que eso pase obligatoriamente, no los puedes
forzar, quieres que amen a Dios desde su corazón. Es tu oportunidad, tu desafío.
Las personas
son obras de arte de Dios. Si una obra de arte valiosa, si está deteriorada, se
restaura. Tú eres la obra maestra de Dios, no importa que estés deteriorado.
En los versos 12
y 13. Un cuerpo, un espíritu… un Cristo.
UNO. ¿Es esto lo que refleja la Iglesia? Cientos de cuerpos, quién sabe
cuántos espíritus… “En un Espíritu fuimos bautizados para ser un solo cuerpo”.
Fíjate que no
puedes forzar la unidad. No puedes hacer
que la unidad pase. Tiene que venir del corazón. Tiene que ser el trabajo
de un Espíritu. En el cuerpo hay muchos cuerpos. ¿Son todos iguales? ¡No! La diversidad es lo que hace que el cuerpo
funcione. El cuerpo es uno, con muchas partes. Cada parte necesita del
todo. A algunos, me siento cómodo necesitándolos. A otros, no estoy seguro. Cuando
algunos caminan hacia mi, me siento contento. Cuando otros caminan hacia mi, no
me siento feliz. La pregunta que debemos hacer a Jesús es: cómo amar a estas
personas… cómo podemos ser Jesús para ellas.
No es fácil,
pero la Iglesia es un cuerpo con muchos
miembros y los necesito a todos. A veces me gusta, a veces es duro.
En el
versículo 21: el ojo no puede decirle a la mano: no te necesito… El versículo 15: Si el pie dijera… Algunas personas en la Iglesia no se
sienten necesitadas, no se sienten valiosas. Son valiosas, pero no se sienten.
Encuentro formas, como líder, como Pastor, de permitir que las personas sientan
y sepan cuán valiosas son, no por el
trabajo que hacen, sino por lo que son, como miembros del cuerpo.
A veces valoramos personas por lo que hacen. Dios colocó cada miembro del cuerpo como mejor le
pareció.
¿Estas
agradecido de las personas que Dios puso en la Iglesia? No has pensado, a
veces, si fue un error? Las personas que
nos desafían pueden llevarnos a crecer más que las personas que nos gustan,
que son fáciles. Esto envuelve mucha ORACIÓN.
¿Hay personas,
cerca de ti, por las que tienes que orar mucho? Son un desafío.
Cuando los
veo…. Es un problema o una oportunidad, un potencial? Por ejemplo, Saulo de
Tarso… lo aceptaríamos en nuestra
iglesia?
Hay personas
que no se sienten valorizadas. Si quiero ayudarlas, que entiendan qué tesoro
tienen con Jesús…
Hay mucho qué
hacer y pensar cómo líderes…
Ahora, en
oración, pide a Dios que te traiga personas, rostros… dos, quizás tres, vamos a
orar por ellos y preguntarle a Jesús cómo le podemos amar, cómo podemos
hacerles sentir amados y qué tan valiosos son y cómo podemos decirles que les
necesitamos, no por lo que hacen, sino por lo que son.
18 de mayo,
2011.
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