sábado, 13 de septiembre de 2014

Un plan para vencer la ansiedad

Venciendo la ansiedad

El jueves 11 el Dr. Alex Uribe explicó a la Congregación lo que significa la ansiedad, algunas pautas que como cristianos debemos tener en cuenta para luchar contra ella y salir victoriosos. En esta ocasión, les comparto unas pautas que encontré en la Red, más detalladas y que pueden sernos muy útiles

La ansiedad... ¿Y cómo se sale? Se debe lograr de la persona afectada, que indudablemente también pasa por una crisis de fe, una participación activa para organizar y ser protagonista de un definido plan de acción. El que damos como modelo, tiene algunos puntos que, tanto desde lo espiritual como de lo natural, han demostrado efectividad.

1. Escuchar música cristiana. Hay un pequeño relato en 1 Samuel 16:23 que nos da una pista al respecto: Y cuando el espíritu malo de parte de Dios (En ese tiempo se creía que Dios era responsable de todo; de lo bueno y de lo malo por igual) venía sobre Saúl, David tomaba el arpa y tocaba con su mano; y Saúl tenía alivio y estaba mejor, y el espíritu malo se apartaba de él. Con un pequeño agregado: no crea, por favor, que todo lo que se encuentra en las casas de venta de música cristiana, es cristiano. Al seleccionar música cristiana, use el discernimiento.

2. Hacer suficiente ejercicio físico. Se ha comprobado fehacientemente, que un programa de ejercicios físicos controlados tres veces por semana, disminuye notablemente la ansiedad así como la potencia de la misma.

3. Dormir lo suficiente. El consejo médico de un espacio para el sueño de por lo menos ocho horas diarias es muy vigente, necesario y recomendable. El Salmo 127:1-2 hace clara referencia a esto cuando dice: Si Jehová no edificare la casa, en vano trabajan los que la edifican; si Jehová no guardare la ciudad, en vano vela la guardia. Por demás que os levantéis de madrugada y vayáis tarde a reposar, y que comáis pan de dolores; pues que a su amado dará Dios el sueño. (Cabe aclarar que la palabra que en este texto se traduce como DOLORES, en los originales es la misma que en otros pasajes se traduce como ANSIEDAD.)

4. Hacer todo lo posible para resolver el temor o problema causante de la ansiedad. Es necesario examinar atentamente las distintas alternativas que puedan haber o las posibles soluciones y no detenerse demasiado en el análisis, sino que decididamente, probar con una de ellas. Si bien en la jerga corriente esta patología se encuadra dentro de lo que se conoce como “problema psicológico”, no debemos olvidar si somos creyentes, que en lo profundo es apenas una expresión más de una guerra espiritual que, como bien se sabe, se desarrolla eminentemente en la mente de la gente.

5. Otro elemento que puede aportar soluciones positivas, es el de hablar del tema con un amigo o amiga (Depende de si es hombre o mujer) de confianza. Se sugiere y se aconseja hacerlo por lo menos una vez por semana y centralizar el tema de conversación, específicamente, en la frustración.

6. Tener suficiente actividad recreativa dos o tres veces por semana. Esto, que es muy similar al punto referido al ejercicio físico, ha demostrado arrojar excelentes resultados. No es conveniente que esto se canalice a través de competencias deportivas demasiado serias, porque lo que puede ocurrir es que se eliminen las causas de la ansiedad corriente que la persona traía y se cambie por la ansiedad que produce toda víspera de una competición en la que el premio o el prestigio interesan de sobremanera.

7. Vivir un día a la vez. Es probable que el noventa y ocho por ciento de las cosas por las cuales sentimos ansiedad o preocupación nunca sucederán. Aprender a vivir un día a la vez es un arte que puede ser cultivado. Mateo 6:31-34, dice: No os afanéis, pues, diciendo: ¿Qué comeremos, o qué beberemos, o qué vestiremos? Porque los gentiles buscan todas estas cosas; pero vuestro padre celestial sabe que tenéis necesidad de todas estas cosas. Mas buscad primeramente el reino de Dios y su justicia, y todas estas cosas os serán añadidas. Así que, no os afanéis por el día de mañana, porque el día de mañana traerá su afán. Basta a cada día su propio mal.

8. No aplazar lo que uno tiene que hacer. Hay mucha gente que por diversos motivos, va postergando la resolución de hechos importantes en lugar de resolverlos inmediatamente. Demorar lo que tenemos que hacer, causa más ansiedad.

9. Ponerse un límite de tiempo para sus preocupacionesSalmo 139:7-12, no dice: ¿Adónde me iré con tu Espíritu? ¿Y adónde huiré de tu presencia? (8) Si subiere a los cielos, allí estás tú; Y si en el Seol hiciere mi estrado, he aquí, allí tú estás. (9) Si tomare las alas del alba y habitare en el extremo del mar, (10) aún allí me guiará tu mano, Y me asirá tu diestra. (11) Y si dijere: Ciertamente las tinieblas me encubrirán; aún la noche resplandecerá alrededor de mí. (12) Aun las tinieblas no encubren de ti, y la noche resplandece como el día; Lo mismo te son las tinieblas que la luz.

Tomado y editado de:
http://www.tiempodevictoria.com.ar/estudios/ayuda/6


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