miércoles, 24 de diciembre de 2014

Si Jesús naciera en RD...

Si naciera en RD, dónde encontraría hoy posada Jesús…
Celso Marranzini

En medio de luces, de regalos, de manjares y bebidas, nos olvidamos que la primera Navidad fue humilde y silenciosa. Jesús nació de un padre carpintero y una madre sencilla, en un pueblo que no pudo alojarlo a Él ni a su familia, por lo que al nacer fue acostado en un simple pesebre lleno de heno.

¿Dónde encontraría posada el Mesías si naciera hoy en nuestro país? ¿En las casas de los opulentos y satisfechos en las que todo el espacio está copado por sus bienes y sus afanes? ¿En casa de los soberbios y orgullosos llenas de egoísmo e incomprensión? ¿O en las de los dirigentes que usan su poder para necesidades particulares en detrimento del bien común? ¿En la de empresarios que olvidan la responsabilidad social empresarial? ¿En la de aquellos que son incapaces de compartir algo de lo que les sobra? ¿En la de profesionales sin escrúpulos? ¿O en la casa de algún narcotraficante que con su basura daña la vida de nuestros jóvenes? ¿En la casa de un médico que olvida su juramento hipocrático? ¿Acaso en un hospital o en una clínica que le niegue atención a su madre parturienta por no tener un depósito millonario que dejar? ¿Seguro que no en la casa de los que mienten, resentidos, vanidosos?

Los predilectos de Jesús son los humildes y los sencillos, en esos corazones limpios encuentra posada el Niño Dios. Pensemos en todos aquellos que no tienen una vivienda digna, con servicio de agua y electricidad; que no tienen acceso a servicios de salud y de educación de calidad, a los que tienen que empeñar lo poco que tienen para obtener medicinas incosteables, a los que son olvidados por la sociedad.

Ojalá que todos los dominicanos celebremos hoy con moderación y encontremos el verdadero sentido de la Navidad y el amor del Padre manifestado en la donación de su único hijo, amor que nos llena de paz, alegría, comprensión, generosidad y esperanza.

Ojalá que dejemos de lado nuestro individualismo, nuestras rencillas, divisiones, insultos, chantajes y dejemos que la Navidad saque lo mejor de cada uno de nosotros para que así podamos hacer causa común eliminando las deshumanizantes divisiones sociales y erradicar la pobreza de una vez por todas.

(Fragmento de “Navidad: pero para todos”,  publicado en:  http://www.elcaribe.com.do/2014/12/24/navidad-pero-para-todos


martes, 23 de diciembre de 2014

El se hizo uno de nosotros

MENSAJE DE NOCHE BUENA /1

Fue Noche Buena, la familia se alistaba para ir a la iglesia, cuando el padre de la familia anunció que no iba. No es que no creía en Dios, ni tampoco que tenía algo en contra de la iglesia, simplemente no tenía ganas de salir. Se quedó solo en casa viendo por la ventana la nieve caer cada vez más copiosa, cuando observó unos pajaritos luchando contra el viento. Pensó ayudarles y abrió la cochera, pero los pájaros no quisieron entrar. Les puso semillas de comer pero tampoco quisieron salir de la tempestad. No sabiendo que hacer empezó a mover los brazos para guiar los pájaros hacia la puerta, pero eso solo los espantó. Entonces pensó, –  si solo pudiera hacerme como un pájaro para que me entendieran – y en eso replicó las campanas de la iglesia.

Hace 2000 años Dios comprendió que el hombre no entendía su amor, entonces vino a este mundo y se hizo hombre para ayudarnos entender su plan de salvación. Juan 3:16 declara – Porque Dios (él todopoderoso que hizo el universo sin fin y él mismo que es santo y sin mal), amó al mundo (que significa a cada persona en el mundo, a usted y a mí, aun con nuestras imperfecciones y pecado) de tal manera (o con tan gran amor), que ha dado a su Hijo unigénito (el bebé nacido de María y después crucificado por los pecados del mundo), para que todo aquel que en él cree (que acepte su amor y perdón), no se pierda (estando separado de Dios), mas tenga vida eterna (vida en este mundo con la ayuda de Dios y eternamente en su presencia en un lugar llamado el cielo. Esto es el mensaje de Navidad.

(Gilbert Abels, Rector Del Seminario Reina Valera).

domingo, 21 de diciembre de 2014

Reflexión / Es pagana la navidad?

¿Eres un pagano si celebras la Navidad?

El día de Navidad, como lo celebraban los cristianos, no tiene nada que ver con el paganismo.
Will Graham

¿Eres un pagano si celebras la Navidad? Bueno, sí y no. La respuesta depende de lo que adores durante la temporada festiva.

Si tus deidades son el dinero, la auto-indulgencia y el materialismo, entonces puedes etiquetarte como un pagano de pura cepa. Pero si tu deseo en Navidad es adorar al Dios Trino y darle gracias a Jesús por venir a la tierra, entonces no hay nada pagano en ti.

En el mundo cristiano de hoy, pequeños grupos de creyentes están lanzando ataques a otros santos de Dios que optan por celebrar la Navidad. Ellos justifican su agresión afirmando que la Navidad era originalmente un festival pagano. Por lo tanto, los cristianos deben abstenerse de cualquier sentimiento pro-Navidad. Otra bala en su pistola es que Dios nunca nos manda celebrar la encarnación en las Escrituras. Hacerlo es, entonces, algo no bíblico y fuera de lugar. Vamos a investigar estas dos afirmaciones con la Biblia en una mano y la historia en la otra.  

#1: ¿ES LA NAVIDAD PAGANISMO?
En cuanto a los orígenes de la Navidad, hay que confesar que antes de la conversión de Constantino al cristianismo en el siglo IV los romanos pasaban una semana adorando a Saturno de manera inmoral durante el festival de Saturnalia (que comenzaba el 17 de diciembre). La celebración era seguida por el culto al “Sol Invicto” para así coincidir (más o menos) con el solsticio de invierno el 25 de diciembre.

Pero cuando al cristianismo se le dio una nueva esfera de influencia en el Imperio Romano gracias a Constantino, la Iglesia trató de distanciarse de cualquier clase de paganismo. Esta fue la razón por la cual los cristianos decidieron adorar al Sol de justicia (esto es, Jesucristo) en lugar de al Sol Invicto (Malaquías 4:2). La celebración de la bondad de Dios al enviar a Jesús a la tierra marcó a los creyentes como un pueblo santo, quienes se diferenciaron de la tradición pagana. Por lo tanto, cualquier reclamo contemporáneo que proponga que la conmemoración de la Iglesia de la encarnación se originó en el paganismo es totalmente falso. De hecho, la razón por la que la Iglesia decidió adorar a Jesús por su nacimiento el 25 de diciembre era precisamente para alejarse del paganismo.

Si los paganos optan por adorar a sus falsos dioses en el día de Navidad, pueden hacerlo. Pero los cristianos siempre se han negado a inclinarse ante el sol. Ellos adoran al Dios Uno y Trino el 25 de diciembre para recordar la obra de la salvación eterna. El hecho de que los paganos usen el dinero no significa que los cristianos deban dejar de usar el dinero. Y sólo porque los paganos lean libros, eso no significa que los cristianos deban dejar de leer libros. De la misma manera, sólo porque algunos falsos adoradores glorifiquen a demonios en el día de Navidad eso no significa que los cristianos deban dejar de adorar a Jesús.

En resumen, el día de Navidad, como lo celebraban los cristianos, no tiene nada que ver con el paganismo. Es un día libre de paganismo en el corazón de los hijos de Dios. No hay ninguna base para la objeción histórica de esos grupos de “No a la Navidad”.  

#2: ¿ES PECADO AGRADECER A DIOS POR LA ENCARNACIÓN?
La segunda objeción es más teológica que histórica. ¿Dios, realmente, nos ordena adorarle por la encarnación? Bueno, sí y no de nuevo. No hay ningún mandamiento bíblico específico que diga: "Adorarás al Señor tu Dios por la santísima encarnación", pero la Biblia sí hace resaltar una y otra vez que debemos agradecer a Dios por todo (encarnación incluida).

Acabo de releer los textos de la natividad registrados en los dos primeros capítulos de Mateo y Lucas. ¿Cuánta gente alaba a Dios por la Encarnación? ¡Un montón! He aquí una breve lista de las personas que la Biblia menciona: los sabios de Oriente, María, los pastores, los ángeles, Elizabeth, Zacarías y el anciano hermano Simeón. Sólo Dios sabe cuánta gente lo alabó por el nacimiento de Jesús y en ninguna parte de la Biblia dice que Dios les reprendió por hacerlo.

Es algo espiritual alabar a Dios y si la Navidad calienta tu corazón para agradecer a Dios por su desbordante gracia y bondad, entonces, ¡hazlo de todas las maneras posibles! Dios no puede ser ofendido por tal adoración. Así que, mi respuesta es no. No es pecado agradecer a Dios por la encarnación, aunque en ningún lugar se nos ordene.  

UNOS CONSEJOS DE PABLO
Espero que esto te haya ayudado, sobre todo a aquellos que tienen una conciencia sensible y están realmente preocupados por quedar atrapados en las envolturas seductoras del paganismo. El apóstol Pablo estaba particularmente preocupado de que ningún miembro de la Iglesia juzgase a otro por la celebración de días especiales. Esta clase de gente tiende a hablar motivada por un celo mal dirigido y así hacen mucho daño al cuerpo de Cristo. Así que, sé muy consciente de ellos, pero muéstrales compasión.

He aquí dos textos paulinos que, en esta línea de pensamiento, han tocado mi corazón especialmente en los últimos dos días: "Uno hace diferencia entre día y día (por ejemplo, el día de Navidad); otro juzga iguales todos los días. Cada uno esté plenamente convencido en su propia mente. El que hace caso del día, lo hace para el Señor; y el que no hace caso del día, para el Señor no lo hace" (Romanos 14:5-6). Y el segundo es: "Por tanto, nadie os juzgue en comida o en bebida, o en cuanto a días de fiesta, luna nueva o días de reposo, todo lo cual es sombra de lo que ha de venir; pero el cuerpo es de Cristo" (Colosenses 2:16).  

CONCLUSIÓN
Con estos textos y este estudio en mente, aprovecho esta oportunidad para desearte una muy Feliz Navidad por dondequiera que te encuentres en el mundo ¡Que tu Navidad sea una que glorifique a Dios! En medio de las disputas y los conflictos no nos olvidemos que la Navidad no se trata del paganismo romano, sino de nuestro gran Dios y Salvador: Jesucristo, Emanuel.




lunes, 15 de diciembre de 2014

Preservar la vida en todo momento

Confraternidad Evangélica llama a
preservar la vida en todo momento

La Confraternidad Evangélica Dominicana (CONEDO), a propósito del debate en torno a las observaciones del presidente de la Republica, Danilo Medina, al Código Penal como fue aprobado por las Cámaras Legislativas, queremos manifestar lo siguiente:

1º. Afirmamos que nuestro Dios es el Dios Creador y Sustentador de toda vida y, por lo tanto, defendemos también el derecho a la vida que tiene todo ser humano, desde la concepción hasta la muerte.

2º. En este marco y tomando en cuenta la ciencia moderna, creemos que es voluntad de Dios preservar la vida en todo momento. Ninguna circunstancia es suficiente para privar de vida a un ser humano que, por su condición prenatal, no puede defenderse. Su derecho a la vida debe asumirse como inalienable.

3º. Si un dilema médico indica peligro o riesgo significativo para la vida de una madre y la vida de su criatura con la posibilidad de que uno de los dos pueda morir, consideramos que es factible para la medicina en sus avances actuales luchar por preservar la vida de ambos hasta determinado punto y que si, en el proceso, es inevitable la muerte del feto, la prioridad la tiene la vida de la madre.

4º. No aprobamos la teoría que pretende establecer como derecho la posibilidad de rechazar la vida de aquellos seres humanos que, en condición prenatal, se consideran “deficientes”, “no viables”, “con deformaciones graves”. No podemos aceptar como válido negar que el propósito de toda vida pueda ser cumplido en ese ser humano y en quienes le rodean. No existe una “raza superior” ni un tipo de ser humano “perfecto” o “conveniente y adecuado”, sino que para Dios todos los seres humanos tienen la misma dignidad y derechos.

5º. La concepción fruto de una violación o incesto se realiza en un contexto de pecado y agresión contra la mujer. Entendemos el dolor, la indignación y hasta la impotencia que puede causar un hecho como este. Se ve agravada esta circunstancia cuando la víctima es una mujer menor de edad. Sin embargo, conocemos de la misericordia de Dios y conocemos de cómo muchos hombres y mujeres nacidos de estas circunstancias han glorificado a su Creador. Conocemos historias que indican que “donde abundó el pecado, sobreabundó la gracia” (Rom 5:20).

Además, creemos que esta vida tiene los mismos derechos que hemos enunciado para los demás casos, defendemos su derecho a existir hasta el final.

6º. En cuanto a si los cristianos queremos imponer nuestro punto de vista a toda la sociedad, queremos manifestar que la fe cristiana no es una fe para vivirla en un aposento, a solas. Los valores cristianos fundamentados en la Biblia fueron formulados por nuestro Creador, que nos conoce y sabe quiénes somos. Por esto, con humildad pero con determinación, tenemos la obligación de tratar de influir en una sociedad como la dominicana mediante las leyes, de modo que como nación podamos vivir más de acuerdo a los parámetros de Dios.


Finalmente, recordamos lo que dice el escudo de la nación: “Conocerán la verdad y la verdad les hará libres”. Esa verdad está en la Palabra revelada y aunque tenemos libertad para ir en una dirección contraria, no podemos obviarla.

martes, 9 de diciembre de 2014

El antídoto ante el desánimo

¿Por qué estás desanimado/a?

Nuestra hermana Miriam Martire de Morillo, esposa del Pastor Eddy Morillo (Santiago de los Caballeros) nos comparte esta hermosa reflexión…

En un bazar de artículos usados se estableció un puesto que estaba rotulado “Armas Poderosas contra las personas”, cuando una persona fue atraída hacia aquel módulo, el encargado y él tuvieron una conversación:

Cliente: ¿Cuáles son esas armas que tiene a la venta?

Encargado: Tengo ésta que es gigantesca y da la impresión de ser indestructible, se llama orgullo. Esta otra, que produce mucho humo contagioso que se esparce fácilmente y al contaminarte debes recibir un tratamiento complicado, se llama enojo. Esta de aquí, es muy popular por lo fácil de cargar, y esa es la mentira.

Después de haber dado a conocer cada arma, el encargado hizo una pausa, e inclinándose debajo de la mesa le comento: Existe una arma, es la más pequeña de todas y pasa desapercibida por muchos, pero es poderosísima.

A lo que el cliente contesto: ¿Cuál es esa arma?
Encargado: Es el DESANIMO, contestó con una sonrisa irónica.

Creo que todos hemos sido atacados con el arma del desanimo en diferentes circunstancias y cuando estás herido parece que ya nada importa, no hay porqué seguir adelante, nos detiene en el camino y nos quita la fe y la esperanza dejándonos susceptibles y frágiles.

Parte del Salmo 42:5-6  dice:
“¿Por qué estoy desanimado? ¿Por qué está tan triste mi corazón?”.

Sin duda hay un motivo para estar intranquilos y desanimados, pero prosigue el salmo diciendo:
"¡Pondré mi esperanza en Dios! Nuevamente lo alabaré, ¡mi Salvador y mi Dios!".

El antídoto contra el desánimo  es fe en Dios y la confianza plena en su providencia.
Haz un análisis interno y pregúntate ¿Por qué estoy desanimado/a? pero no con la actitud de dar una respuesta, sino, con el ánimo de recobrar fuerzas en Dios.

¡No permitas ser atacado con esta arma, sino lucha porque Dios está contigo!

sábado, 29 de noviembre de 2014

Hablar...con el corazón

HABLAR CON EL CORAZÓN


Qué significa hablar con el corazón? He aquí algunos “tips” ofrecidos por Jaime Fernández en Protestante Digital. Nos haría mucho bien seguirlos.

“No hay nada tan importante en la vida como saber hacer las cosas más sencillas. Ellas son las que marcan la diferencia en las relaciones. No lo que nosotros creemos trascendental, sino el aprender a hablar con el corazón”, nos dice Fernández.
  • Decir “te quiero” sinceramente, a la gente que quieres.
  • Cuando digas “lo siento”, mira a quien lo dices a los ojos.
  • Ama profunda y apasionadamente. Podrás salir lastimado, pero es la única forma de vivir la vida plenamente.
  • Recuerda que un gran amor y un gran logro implican un gran riesgo.
  • Llama a tus padres y sé agradecido.
  • Cásate con una persona con la que te guste hablar y estar juntos. Con el paso del tiempo, la conversación y el cariño crecen, mientras otras cosas que creíamos importantes, disminuyen.
  • Aprende a disfrutar de algún tiempo a solas.
  • Recuerda que a veces el silencio es la mejor respuesta.
  • Ejercita tu paciencia. Muchos no saben esperar y pierden casi todo, a veces hasta su propia vida. 
  • Vive una vida buena y con sentido. Cuando tengas muchos años, disfrutarás recordando lo ocurrido, y tendrás la oportunidad de revivirla otra vez.
  • Aprende a disfrutar de Dios y de todos sus regalos.
  • No interrumpas a alguien cuando te halaga.
  • Una vez cada año, ve a algún lugar en el que no hayas estado antes.
  • Aprende de memoria tu poema favorito.
  • Habla con Dios todas las veces que puedas, en todos los lugares en los que puedas.
  • Visita a tus amigos cuando lo necesitan.
  • Siempre que puedas, habla con el corazón.  



lunes, 24 de noviembre de 2014

Actual / Biblia y corrupción

Biblia y corrupción:
"Maldito el que acepte soborno" dice la Biblia
La Biblia condena la corrupción -lacra de nuestra sociedad- como un grave pecado en numerosas citas escritas hace miles de años como si fuera hoy.
Javier Losano

La corrupción no entiende ni de regiones ni de siglas políticas. Los escándalos se han producido en todas las comunidades y en todos los partidos. Donde ha habido poder ha habido corrupción.

Un mal ancestral
Tan de actualidad pero a su vez tan antigua. Pese a la enorme dimensión de los casos que copan las portadas la corrupción es casi tan antigua como la vida misma. Desde hace miles de años ha habido casos de este tipo y también entonces los autores fueron reprendidos, aunque no siempre con facilidad.

La Biblia recoge ejemplos de ello y sobre todo condena estas prácticas, extendidas a lo largo de la historia y por todo el orbe. Tanto el Antiguo Testamento como el Nuevo muestran cómo el "justo" debía luchar contra el soborno, el fraude, el abuso laboral y el robo de aquello que recaudaban a los que trabajando debían pagar sus impuestos. Como si tiempo no hubiera pasado.

La corrupción para el cristianismo entraña un pecado grave pues es una agresión al prójimo y también al bien común. Aunque de carácter más general dos de los diez mandamientos engloba este tipo de actuaciones. Concretamente el que dice: "no codiciarás los bienes ajenos" y el que sin medias tintas afirma que "no robarás".

Además de ellos, la Biblia está repleta de alusiones muy explícitas a una corrupción que se asemeja mucho a la que está destruyendo España y en las que se marca el camino que el "justo" debe seguir.

Es gigantesco el número de textos que inciden en que nadie (y especialmente quien sigue a Jesús) no puede, o mejor dicho no debe, caer en la injusticia, el abuso y los actos ilegales en torno al poder y el dinero. Sin embargo a menudo sólo se subraya de la Biblia lo relativo a la moral sexual olvidando estas otras áreas tan importantes.  

Antiguo Testamento

El gran profeta Isaías ya aseguraba en el siglo VIII antes de Cristo que "el que rehúsa ganancias fraudulentas, el que se sacude la palma de la mano para no aceptar soborno, el que se tapa las orejas para no oír hablar de sangre, y cierra sus ojos para no ver el mal. Ese morará en las alturas, subirá a refugiarse en la fortaleza de las peñas, se le dará su pan y tendrá el agua segura". (Is. 33, 15-16).

El libro de Levítico, uno de los que forma el Pentateuco y escrito unos 1.500 años a.C cita también: "no hurtaréis; no mentiréis ni os defraudaréis unos a otros" (Lv 19, 11). En él igualmente aparece que "no haréis sentencias injustas, ni cometeréis injusticias en pesos y medidas. Tened balanza, pesas y medidas exactas" (Lv 19, 35).

El Deuteronomio, otro de los grandes libros del AT muestra referencias claras: "no torcerás el derecho, no harás acepción de personas, no aceptarás soborno, porque el soborno cierra los ojos de los sabios y corrompe las palabras de los justos". (Dt, 16, 19). En otro punto escribe que "maldito quien acepte soborno para quitar la vida a un inocente" (Dt 27, 25).

 También el libro de los Salmos contiene distintas referencias a esta lacra. "No morará en mi casa quien cometa fraude" (Sal 101, 7). "No juntes mi alma con los pecadores, ni mi vida con los hombres sanguinarios, que tienen en sus manos la infamia, y su diestra repleta de soborno" (Sal 26, 10).

En el libro de Samuel, por ejemplo, se citan también los presentes como agasajo para conseguir favores: "sus hijos no siguieron su camino: fueron atraídos por el lucro, aceptaron regalos y torcieron el derecho" (I Sam 8, 3). El profeta Daniel tiene un mensaje para un colectivo cuestionado. "Envejecido en la iniquidad, ahora han llegado al colmo los delitos de tu vida pasada, dictador de sentencias injustas, que condenabas a los inocentes y absolvías a los culpables" (Dn 13, 53).

Hay muchísimas referencias más entre los libros y profetas del Antiguo Testamento que inciden en estas mismas cuestiones.

El Nuevo Testamento

Las referencias a sobornos, extorsiones y fraude en general también tienen gran cabida en los Evangelios así como entre los apóstoles en sus cartas posteriores, especialmente en San Pablo.

Quizás el ejemplo más claro es Zaqueo, un recaudador de impuestos que se había enriquecido defraudando aún más a su pueblo y que ve pasar a Jesús a su paso por Jericó. Su conversión fue inmediata y en el Evangelio de Lucas se cuenta que conmovido fue consciente de lo que había hecho hasta entonces afirma: "daré, Señor, la mitad de mis bienes a los pobres; y si en algo defraudé a alguien, le devolveré el cuádruple".

También en Lucas aparece un pasaje de Juan Bautista, al que acudieron muchos a bautizarse entre los que había personas que no actuaban cumpliendo las normas. El pasaje dice así: "Preguntáronle también unos soldados: 'Y nosotros ¿qué debemos hacer?' El les dijo: 'No hagáis extorsión a nadie, no hagáis denuncias falsas, y contentaos con vuestra soldada". Igualmente, en Mateo se cuenta que los sumos sacerdotes "sobornaron" a los guardias que custodiaban el sepulcro cuando Jesús resucitó para que no dijeran la verdad.

San Pablo en su carta a los Romanos habla de la importancia de no evadir impuestos ante una costumbre extendida entonces. El apóstol de los gentiles insta a esta comunidad: "por eso precisamente pagáis los impuestos, porque son funcionarios de Dios, ocupados asiduamente en ese oficio Dad a cada cual lo que se debe: a quien impuestos, impuestos; a quien tributo, tributo; a quien respeto, respeto; a quien honor, honor. Con nadie tengáis otra deuda que la del mutuo amor. Pues el que ama al prójimo, ha cumplido la ley".   Imprimir TAGS Sobornos Justicia Corrupción Biblia   



jueves, 13 de noviembre de 2014

Pastoral Evangélica / Contra la corrupción

Contra la cultura de corrupción

La Confraternidad Evangélica Dominicana (CONEDO) lamenta la cultura de corrupción instaurada en nuestros países y en específico en nuestra nación. Desde nuestro corazón como creyentes queremos expresar lo siguiente:
1.   Creemos en un Dios justo y que aborrece la maldad. Él está en contra del fraude, del soborno, en contra de que se absuelva al culpable y se condene al inocente, de las balanzas falsas, de las leyes injustas. Una y otra vez, a través de los profetas, advierte a aquellos que en posición de liderazgo se burlan de su pueblo y lo corrompen.
2.   Creemos que Dios no puede ser burlado. Que aunque escapemos de la justicia humana, nunca podremos escapar de la Divina. Todos un día daremos cuenta a Dios por nuestras acciones. “Según sembrare, así cosecharás” (Gálatas 6:7).
3.   Creemos que el corazón del ser humano está inclinado hacia el mal y que solo Dios puede transformarnos desde dentro, cuando nos arrepentimos sinceramente y aceptamos a Jesús como nuestro Señor y Salvador.
4.   Creemos que Dios ha colocado los gobernantes y las leyes para dirigirnos por el buen camino de paz, orden y prosperidad, y así vivir en una sociedad en donde sea posible la equidad. Dios rechaza a quienes “aman el soborno y van tras las recompensas” (Isaías 1:23), a quienes “engordaron y se pusieron lustrosos… se hicieron prósperos y la causa de los pobres no atendieron” (Jeremías 5:28), que se han llenado de riquezas podridas (Santiago 5:1).
Sobre estas convicciones puestas como fundamento, la Confraternidad Evangélica Dominicana (CONEDO) quiere expresar lo siguiente:
1.   La persecución de las malas acciones y de la corrupción en una sociedad no debe ser circunstancial, sino constante, permanente. No debe ser coyuntural, sino la norma.
2.   Las leyes deben ser iguales para todos. Ningún hecho contra la ley debe quedar impune. Si la maldad aumenta es porque no se aplica la ley. Si la ley se aplica a unos sí y a otros no, crea irritabilidad, indignación y deseos de seguir el camino de los malos.
3.   El orden, la obediencia a la ley y la integridad deben ser modeladas, motivadas e instauradas (aplicadas) desde las altas instancias de nuestra sociedad. Cabezas de familia, presidentes de instituciones, líderes religiosos, funcionarios públicos y privados, congresistas, jueces, presidente de la nación y todo aquel que tenga una posición de liderazgo.
4.   La corrupción ha creado un espíritu de “damelomío” y no se detendrá mientras la norma sea la impunidad, tendiendo a involucrarnos a todos y a hacerse sistémica.
Como creyentes en Jesucristo, hacemos un llamado al pueblo evangélico y a la sociedad dominicana a levantar la voz, a enarbolar una cultura de integridad, a decir NO a las malas acciones, a ser diferentes, a reconocer positivamente las buenas acciones, a estar dispuestos a pagar el precio por ser íntegros y a transformar nuestra nación.

Como ciudadanos, exijamos a nuestros líderes y gobernantes que se instaure una cultura de dar el ejemplo, de que  “la ley debe entrar por casa”.

Además, pedimos a nuestros hermanos en la fe a clamar por la salud de la nación, a orar intensamente a nuestro Dios para que nuestro país cambie.

Santo Domingo,

13 de Noviembre, 2014

domingo, 9 de noviembre de 2014

La levadura del pan

Un avivamiento espiritual

“Qué cosa fuera, corazón, qué cosa fuera, qué cosa fuera la masa sin cantera…” oigo cantar a Mercedes Sosa en este domingo 9 de Noviembre. Nos encontramos en Jarabacoa mi esposita Ana Ysabel y yo. Necesito pisar el freno –y bien a fondo-. Es una ocasión propicia para hacerlo.

Luego de disfrutar de un rato de piscina y de dormir en el Gran Jimenoa, decidimos ir a la iglesia Fraternidad Cristiana “Amor a Quisqueya”  que preside un hermano nuestro, el pastor Popin, quien se encuentra de viaje. Predica una de las líderes, Sandra (disculpen que no escuché el apellido). Me encontré otros amigos: Los Luna (que también son parte de la Iglesia a la que asisto en Santo Domingo, presidida por el Pastor Rafael Montalvo); Pedro Brioso, Valentín (un artista de Jarabacoa que se encuentra cerca del creador), una maestra de mi hijo Luis…

Sandra nos interpela: si queremos un avivamiento, empieza por nosotros. Si nos creemos suficientemente buenos, no será posible (es la misma idea que compartí hace unas semanas al exponer mis reflexiones sobre Romanos 1 y 2).

Aquí comparto sus palabras (más o menos, cualquier equivocación es mía, no de ella).

Un avivamiento es una pequeña llama que se enciende.

Avivamiento: el pueblo de Dios corriendo a arrepentirse... no son las multitudes que no conocen a Dios (eso es un fruto). El avivamiento empieza por el Pueblo de Dios, y empieza corriendo a arrepentirse.

Salmo 85:6
"No volverás a darnos una nueva vida para que TU PUEBLO se regocije en ti...?"
Si el salmista reclama una nueva vida es porque no tiene. ¿Es posible que el Pueblo de Dios esté sin vida? La tragedia más grande es creer que tiene vida y estar muerto...

La advertencia a una de las 7 iglesias fue esa: estas muerta... y habla a la Iglesia, no habla a los inconversos del mundo. El avivamiento empieza en la Iglesia, no fuera. El quebrantamiento es condición. Cuando tú y yo, el Pueblo de Dios, lloramos por nuestros pecados. 

Cuando nos creemos muy vivos no clamamos para que venga la vida de El sobre nosotros... jamás el que se cree muy vivo va a pedir misericordia.

La Iglesia primitiva tuvo su avivamiento, con tal impacto que a nosotros llegó. Muerte de Jesús y resurrección, una historia todavía gris. Esperen el Espíritu Santo... se reunían y se reunían a orar. 

Hechos 2:1-4: “Cuando llegó el día de Pentecostés, estaban todos juntos en el mismo lugar. De repente, vino del cielo un ruido como el de una violenta ráfaga de viento y llenó toda la casa donde estaban reunidos. Se les aparecieron entonces unas lenguas como de fuego que se repartieron y se posaron sobre cada uno de ellos. TODOS fueron llenos del Espíritu Santo y comenzaron a hablar en diferentes lenguas, según el Espíritu les concedía expresarse".


¿Será que Dios ha cambiado o que su Iglesia no es la del inicio? ¿Será que Dios se cansó de querer derramar su presencia sobre nosotros? ¿Es Dios o somos nosotros?

Los que buscaron, encontraron. Ese grupo de gente buscó y encontró, se les dio.

QUÉ PASA CUANDO VIENE LA PRESENCIA DE DIOS A LA IGLESIA

Una Iglesia viva significa que está llena del Espíritu de Dios. 

Frutos del avivamiento:

1. Denuedo al hablar. Pedro da tremendo discurso: les invito a que se acerquen a Dios porque en El tienen paz, vida en abundancia...no. Les dijo: ustedes son unos asesinos y Jesús, a quien asesinaron, tiene perdón de pecados. Y la gente se compungió, entendió la magnitud de su pecado y preguntan: qué necesitamos hacer.


2. Sanidades. La gente era sanada. Los cristianos obraban milagros. "Lo que tengo, te doy...". Oro ni plata tengo... no eran gente de poder económico, pero tenían algo mejor que dar. Hechos 3:7-8... Lo que podemos dar a la gente es mucho más que dinero.

¿Será que ya no podemos hacer sanidades? ¿Por qué? ¿Qué ofrecemos a aquellos que están pidiendo, qué le vamos a dar?

"Todas eran sanadas...".  

3. Empezaron a compartir sus necesidades. Las necesidades de uno eran necesidades del otro. Es el sentido de fraternidad.  Hechos 4:33-35. "Los apóstoles,  a su vez, con gran poder, seguían dando testimonio... pues no había ningún necesitado en la comunidad. Quienes poseían casas o terrenos... a cada uno según su necesidad".

Dios no ha cambiado. El corazón de Dios, su deseo, es que nos parezcamos a esa Iglesia. El evangelio es para valientes, no es para cualquier persona. Es vivo, tu vida diaria. 


Cuando miramos la necesidad de otra persona... ¿la consideramos nuestra? Así nos vemos, así ves a tu hermano? "Yo, resuelvo lo mío..." se convierte, lamentablemente, en nuestro estilo de vida y por eso nos convertimos en una Iglesia que no ve a Dios, que lo menos que está es viva...

Lo más triste es creernos vivos cuando estamos muertos...

4. Dios y su causa eran su vida. Se convirtieron en gente que no pensaron si perderían su libertad. No les importó esto. A Esteban no le importó su vida. Lo que deseaban hacer no era nada, era: qué quieres tú, Señor, y a quién tú quieres... Se dedicaron a Dios, a lo que Dios quería para sus vidas. 

¿Habrá algo que necesitemos como Iglesia? ¿Nos falta, qué...?


Muchas veces soñamos con muchas cosas para nuestro país, queremos algo especial para esta tierra... un pedacito de tierra con muchos problemas, pero deseo que cuando alguien se levante por justicia, se vea. PERO sé que no sucederá nada si el Pueblo de Dios no se vuelve a Él. Lo que queremos ver en esta tierra va a empezar por ti y por mí, y si en ti y en mí no pasa nada, aquí no va a pasar nada. República Dominicana seguirá siendo lo que siempre ha sido.

Si un grupo de creyentes, un grupito, se vuelve a Dios de todo corazón, se duela de su pecado... Si El me dio vida, mi vida le pertenece a Él.  Si no es así, no veremos lo que queremos ver.

Tenemos un problema, el arrepentimiento tiene que seguir vigente hoy, hasta el final de mis días. Necesito que mi pecado sea redimido, necesito arrepentirme. Un corazón contrito y humillado, Él no lo desprecia. La iglesia primitiva, un grupito de gente, trastorno el mundo entero.

Quiero ser parte... y tengo que quebrarme delante de la presencia de Dios. Es rogar... hasta cuándo, y declararme muerto. Sin Ti no hay esperanza para mi vida. Si Dios no me perdona cada día, no hay esperanza. Tengo una salida: arrepentirme delante de Él.


domingo, 26 de octubre de 2014

Cinco "solas" de la reforma protestante

Las cinco “solas” de la reforma
Óscar Margenet 
El 31 de octubre se cumplirán 497 años de la Reforma Protestante. Se recuerda ese día al clérigo católico romano Martín Lutero que, a costa de la excomunión papal y la condena de muerte, hizo públicas sus 95 tesis contra la corrupción eclesiástica reinante. Las 'Cinco Solas' son las frases que resumen su legado.
Las cinco frases en latín comienzan con el vocablo que en nuestro idioma significa ‘solamente’. Este autor desea destacarlas relacionándolas con su base bíblica haciendo notar que las negritas son suyas. Es importante recordar que, así como las 95 tesis deben analizarse en su conjunto, ‘las cinco solas’ no deben aislarse al ser analizadas una por una; sino, pensarlas y expresarlas juntas e inseparables: Solamente Escritura, Gracia, Fe, Cristo, a Dios la gloria.

Solamente Escritura: "Toda la Escritura es inspirada por Dios, y útil para enseñar, para redargüir, para corregir, para instruir en justicia, a fin de que el hombre de Dios sea perfecto, enteramente preparado para toda buena obra." 2ª Timoteo 3:16,17."Me postraré hacia tu santo templo, y alabaré tu nombre por tu misericordia y tu fidelidad; porque has engrandecido tu nombre, y tu palabra sobre todas las cosas". Salmo 138:2.

Solamente Gracia: "para alabanza de la gloria de su gracia, con la cual nos hizo aceptos en el Amado, en quien tenemos redención por su sangre, el perdón de pecados según las riquezas de su gracia, que hizo sobreabundar para con nosotros en toda sabiduría e inteligencia, Efesios 1:6-8.

"Pero el don no fue como la transgresión; porque si por la transgresión de aquel uno murieron los muchos, abundaron mucho más para los muchos la gracia y el don de Dios por la gracia de un hombre, Jesucristo." Romanos 5:15.

Solamente Fe: “Porque en el evangelio la justicia de Dios se revela por fe y para fe, como está escrito: Mas el justo por la fe vivirá”. Romanos 1:17. "Justificados, pues, por la fe, tenemos paz para con Dios por medio de nuestro Señor Jesucristo; por quien también tenemos entrada por la fe a esta gracia en la cual estamos firmes, y nos gloriamos en la esperanza de la gloria de Dios." Romanos 5:1,2.

Solamente Cristo: "Porque hay un solo Dios, y un solo mediador entre Dios y los hombres, Jesucristo hombre, el cual se dio a sí mismo en rescate por todos, de lo cual se dio testimonio a su debido tiempo."

1ª Timoteo 2:5,6. "Porque en él habita corporalmente toda la plenitud de la Deidad, y vosotros estáis completos en él, que es la cabeza de todo principado y potestad." Colosenses 2:9,10.

Solamente a Dios la gloria: "Porque de él, y por él, y para él, son todas las cosas. A él sea la gloria por los siglos. Amén". Romanos 11:36. “Si, pues, coméis o bebéis, o hacéis otra cosa, hacedlo todo para la gloria de Dios". 1ª Corintios 10:31. "Al que nos amó, y nos lavó de nuestros pecados con su sangre, y nos hizo reyes y sacerdotes para Dios, su Padre; a él sea gloria e imperio por los siglos de los siglos. Amén." Apocalipsis 1:5,6. 


sábado, 18 de octubre de 2014

Carta a Los Romanos-3/No estamos exentos

No soy tan malo, pero…

Wao! Una semana súper difícil, incluyendo jueves y viernes en que me vi precisado acostarme un momentito a las 6.00 am para levantarme una hora más tarde. Hoy, sin embargo, es sábado y también madrugo. Me enfoco en seguir mi lectura de Los Romanos que empecé hace una semana. Estoy un poco detenido entre el capítulo 1 y 2, obligado a volver atrás.

Cuando leo Romanos 1:18-32 estoy tentado de concluir apresurada y complacientemente: soy salvo y agradable a Dios porque NO SOY ninguna de estas cosas abominables que aquí se señalan:
  • De los que reprimen con injusticias la verdad, NO SOY.
  • Un razonador que se dedica a vaciedades, NO SOY.
  • Idólatra (de estatuas y hechuras humanas), NO SOY.
  • Inmoral, NO SOY.
  • Con pasiones degradantes, NO SOY.
  • Homosexual, NO SOY.
  • Rompedor de toda regla de conducta, NO SOY.
  • Lleno de toda clase de injusticias, NO SOY.
  • Perverso, codicioso, colmado de envidias, NO SOY.
  • Homicida, fraudulento, malpensado, difamador, calumniador, hostil a Dios, insolente, soberbio, fanfarrón, con inventiva para lo malo, rebelde a mis padres, sin conciencia, sin palabra, sin entrañas (que es como decir sin corazón), sin compasión… ¡Señor, claro que NO SOY nada de esto!
Entonces… me basta para serte agradable? NO SOY nada de esto, significa que SOY uno de los tuyos? ¡NO SOY pagano, Señor, soy judío! Diría algún hebreo en el tiempo de Pablo… pero el NO SER nada de esto no me basta!

Como indica Macartur en su comentario al capítulo 2 de Los Romanos: a través de la historia muchos individuos y sociedades paganas han mantenido altos estándares de conducta. Incluso en ocasiones, cuando alguien tiene un “alto estándar” de conducta nos atrevemos a decir: “parece cristiano”.

Hay un grupo de hombres (y yo he estado en ese grupo) que considera que le es suficiente no ser igual a los paganos descritos en Romanos 1:18ss. Un grupo (y he estado entre ellos) que considera que el haber sido bautizados o pertenecer a una Iglesia o haber nacido en una familia cristiana, o acogerse a doctrinas claras o pertenecer a uno o varios ministerios y ser líder en la Iglesia les garantiza su seguridad espiritual y hasta la seguridad eterna…

Nadie puede ser salvo y seguro si no se reconoce culpable, pecador, delante de Dios y acepta a Jesús como su Salvador y Señor.

Viendo la continuidad (que no es contraste) entre el capítulo 1 y 2 de Los Romanos se evidencia lo que es una tendencia universal: exagerar la falta de los demás (ellos, los paganos, los de otra iglesia, los distintos a nosotros, los evidentes) y minimizar la propia; fijarse en la pequeña viga del ojo ajeno como si fuera una montana, y obviar la tremenda viga en el ojo propio o reducirla a un grano de arena (Mt 7:1-3). Donde Mateo puso OJO, bien puedo yo poner CORAZÓN.

En Romanos 2:1ss se IMPUGNA EL ESPÍRITU DE JUSTICIA EGOCÉNTRICA, el creernos justos en nuestra propia opinión, el estar convencidos de que hacemos algo “satisfactorios” y suficiente (Mt 15:1-3 y Lucas 18:21).

LA UNICA JUSTICIA QUE SALVA VIENE DE DIOS.

Pienso en un proceder muy común en dominicana a todo nivel y tipo de liderazgo. He escuchado predicadores con el énfasis en “nosotros no somos como…. He escuchado líderes políticos con tremendas acusaciones en contra de sus contrarios (p.e., “corrupto”), pero con un criterio muy limitado sobre lo que critican, como si no los tocase.

¡No! No digo que entonces debo quedarme paralizado, con un sentido de culpa o de yo no tengo autoridad para juzgar.
  • Lo que digo es que ese juicio NO ES EN MI PROPIA OPINIÓN y, en muchos casos, PUEDE QUE ME INCLUYA A MI MISMO.
  • Lo que digo es que el orgullo y la soberbia de creernos buenos por nosotros mismos es uno de los pecados favoritos del diablo porque nos impide reconocer, con humildad, que le necesitamos a EL.
  • Lo que digo es que la única justicia verdadera, la única justificación verdadera, proviene de Dios.
Señor, que tu luz ilumine todos los rincones de mi corazón!

Gracias!

domingo, 12 de octubre de 2014

Carta a Los Romanos-2/ “Te condenas a ti mismo”

Parámetros para juzgar
Leer la carta a Los Romanos es como nadar en el mar. Brazadas vienen, brazadas van, avanzo, pero no agotaré toda su riqueza porque es ancho, es hondo, soy limitado.

Hoy leo el capítulo 2.

Me detengo en Romanos 2:3. No, no me niega la posibilidad de juzgar (Ver Romanos 2:3). Sin embargo, el parámetro supone una confrontación al interior de mi mismo, de mi familia y de mi iglesia. A la luz del Espíritu Santo, una evaluación continua ha de permitirme discernir qué tan conforme a tu voluntad, Padre, están mis actos, mi proceder, mi corazón (o los de mi familia, mi iglesia…).

El sentido de “te condenas a ti mismo” es, a mi modo de ver, el sentido de “responsabilidad”.  Si juzgas a alguien de ladrón, por ejemplo, te condenas a ser honrado. Y entonces cabe preguntarse ¿lo eres?

¡Claro! Si vas a juzgar a alguien por ladrón y te confrontas a ti mismo –siguiendo este consejo que me doy- no te limites, p.e., al erario público. No tienes acceso a él y entonces te será fácil ser honrado “en esta materia”. ¿Eres honrado realmente con lo que Dios ha puesto en tus manos, a tu alcance? ¿Eres honrado con el tiempo en tus estudios o en tu trabajo? ¿Eres honrado con los dones que Dios depositó en ti para servicio de tus hermanos? No dar a tus hermanos lo que les pertenece –y de lo cual eres simplemente administrador- es robar. ¿Cómo juzgar a estos “políticos corruptos y ladrones” si practicamos las mismas cosas?

Pablo, al igual que Jesús, golpea en estos versos el espíritu de hipocresía con el que solemos juzgar a otros. O, como expresa Will Graham: “Si vives una vida secreta de pecado e iniquidad, ¿quién eres para atreverte a hablar en contra del pecado de otra persona en público? ¡Eso es el colmo de la hipocresía!”.

Puedo escribir muchas páginas repasando diversos “parámetros morales” con los cuales solemos juzgar a otros, pero basta con indicarme hoy, domingo 12 de octubre del 2014, varias conclusiones:
  1. No, no tengo prohibido juzgar.
  2. La confrontación del juez es, primero, consigo mismo, a la luz del Espíritu Santo.
  3. Juzgar-me no es condenar-me, es simplemente arrojar luz sobre lo que soy o lo que hago con el propósito de limpiar, sanar, corregir, crecer, caminar… en SU fuerza (que las nuestra no dan ni para una brazada en este ancho mar).
  4. Un llamado profundo a la misericordia (para con otros, pero también para conmigo). Ninguno es justo en los parámetros de Dios, el plenamente santo y justo.

 Otro día seguiré nadando en estas aguas de Los Romanos.

¡Padre, cuida de mi!