No soy
tan malo, pero…
Wao! Una semana súper difícil, incluyendo jueves y viernes
en que me vi precisado acostarme un momentito a las 6.00 am para levantarme una
hora más tarde. Hoy, sin embargo, es sábado y también madrugo. Me enfoco en
seguir mi lectura de Los Romanos que empecé hace una semana. Estoy un poco
detenido entre el capítulo 1 y 2, obligado a volver atrás.
Cuando leo Romanos 1:18-32 estoy tentado de concluir
apresurada y complacientemente: soy salvo y agradable a Dios porque NO SOY ninguna
de estas cosas abominables que aquí se señalan:
- De los que reprimen con injusticias la verdad, NO SOY.
- Un razonador que se dedica a vaciedades, NO SOY.
- Idólatra (de estatuas y hechuras humanas), NO SOY.
- Inmoral, NO SOY.
- Con pasiones degradantes, NO SOY.
- Homosexual, NO SOY.
- Rompedor de toda regla de conducta, NO SOY.
- Lleno de toda clase de injusticias, NO SOY.
- Perverso, codicioso, colmado de envidias, NO SOY.
- Homicida, fraudulento, malpensado, difamador, calumniador, hostil a Dios, insolente, soberbio, fanfarrón, con inventiva para lo malo, rebelde a mis padres, sin conciencia, sin palabra, sin entrañas (que es como decir sin corazón), sin compasión… ¡Señor, claro que NO SOY nada de esto!
Entonces… me basta para serte agradable? NO SOY nada de
esto, significa que SOY uno de los tuyos? ¡NO SOY pagano, Señor, soy judío!
Diría algún hebreo en el tiempo de Pablo… pero el NO SER nada de esto no me
basta!
Como indica Macartur en su comentario al capítulo 2 de Los
Romanos: a través de la historia muchos individuos y sociedades paganas han
mantenido altos estándares de conducta. Incluso en ocasiones, cuando alguien
tiene un “alto estándar” de conducta nos atrevemos a decir: “parece cristiano”.
Hay un grupo de hombres (y yo he estado en ese grupo) que
considera que le es suficiente no ser igual a los paganos descritos en Romanos
1:18ss. Un grupo (y he estado entre ellos) que considera que el haber sido
bautizados o pertenecer a una Iglesia o haber nacido en una familia cristiana,
o acogerse a doctrinas claras o pertenecer a uno o varios ministerios y ser
líder en la Iglesia les garantiza su seguridad espiritual y hasta la seguridad
eterna…
Nadie puede ser salvo y seguro si no se reconoce culpable,
pecador, delante de Dios y acepta a Jesús como su Salvador y Señor.
Viendo la continuidad (que no es contraste) entre el
capítulo 1 y 2 de Los Romanos se evidencia lo que es una tendencia universal:
exagerar la falta de los demás (ellos, los paganos, los de otra iglesia, los
distintos a nosotros, los evidentes) y minimizar la propia; fijarse en la pequeña
viga del ojo ajeno como si fuera una montana, y obviar la tremenda viga en el
ojo propio o reducirla a un grano de arena (Mt 7:1-3). Donde Mateo puso OJO,
bien puedo yo poner CORAZÓN.
En Romanos 2:1ss se IMPUGNA EL ESPÍRITU DE JUSTICIA
EGOCÉNTRICA, el creernos justos en nuestra propia opinión, el estar convencidos
de que hacemos algo “satisfactorios” y suficiente (Mt 15:1-3 y Lucas 18:21).
LA UNICA JUSTICIA QUE SALVA VIENE DE DIOS.
Pienso en un proceder muy común en dominicana a todo nivel
y tipo de liderazgo. He escuchado predicadores con el énfasis en “nosotros no
somos como…. He escuchado líderes políticos con tremendas acusaciones en contra
de sus contrarios (p.e., “corrupto”), pero con un criterio muy limitado sobre
lo que critican, como si no los tocase.
¡No! No digo que entonces debo quedarme paralizado, con un
sentido de culpa o de yo no tengo autoridad para juzgar.
- Lo que digo es que ese juicio NO ES EN MI PROPIA OPINIÓN y, en muchos casos, PUEDE QUE ME INCLUYA A MI MISMO.
- Lo que digo es que el orgullo y la soberbia de creernos buenos por nosotros mismos es uno de los pecados favoritos del diablo porque nos impide reconocer, con humildad, que le necesitamos a EL.
- Lo que digo es que la única justicia verdadera, la única justificación verdadera, proviene de Dios.
Señor, que tu luz ilumine todos los rincones de mi corazón!
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