martes, 31 de agosto de 2021

Carta a los padres / 2. Resolver conflictos con los hijos

Carta a los Padres / 2

1 de Septiembre, 2021

EL CONFLICTO, OPORTUNIDAD PARA SU FORMACIÓN

20 afirmaciones que pueden ayudarte a tender puentes en lugar de destruirlos

Mis estimados padres:
A grandes y pequeños en ocasiones se nos hace difícil poder manejar un conflicto emocional en nuestras vidas. Sin embargo, tengamos presente que resolver un conflicto no significa "ganar" un pleito, sino buscar un espacio común que conduzca a satisfacción de las necesidades de quienes participan en una relación.
Además, querido papá o mamá, quitémonos de la cabeza que "ese muchacho es un problema". No, no es así. Cuando asumimos ese concepto estamos llevando a nuestro hijo a desvalorizare, a pensar que él no es suficientemente bueno, a creer que es un fracaso.
Más bien asume que hay un problema y que es posible buscar solución. 
Pilar de la Torre

Hoy quiero compartirte algunos conceptos, frases, palabras, de una conferencia que escuché de Pilar de la Torre, a través del proyecto del BBVA-El País llamado "Aprendemos Juntos". Y, ciertamente, aprender juntos es una manera de edificar la casa, de tener vida y vida en abundancia.
No a secas, sino que me permito algunos comentarios a las ideas de De la Torre.
Esta psicóloga sigue el modelo de Marshall Rosenberg. “Para mí, las herramientas más poderosas en el proceso de comunicación no violenta son sus cuatro pasos: hechos, sentimientos, necesidades y acción. Es decir, cuando legitimamos la experiencia o vivencia interna de un niño estaremos reforzando su autoestima y esto se consigue a través de la escucha, compresión y aceptación”, expresa (las negritas en el texto y las letritas a color son mías, Milton T).

Seguiré escribiéndote, pero escríbeme tú a mi compartiendo tus experiencias en la crianza de tus hijos y tus hijas, tus dudas, tus temores... será un modo de compartir aprendizajes, de animarme a escribir sobre aspectos que nos inquietan, que se nos presentan en la vida diaria, y te lo agradeceré. También puedes seguir nuestra cuenta en Instagram: @my.gratavida o escribirnos a nuestro correo: tejadamilton@gmail.com

1.  No eduques a tus hijos ni resuelvas los conflictos con ellos con violencia. Eso les amargará el corazón.    Violencia estodo aquello que hacemos o no hacemos, que decimos o no decimos que genera daño para la otra persona, mucho o poco, que lleva a que la otra persona, en el caso de nuestra familia, nuestros hijos, se sientan dolidos, se pongan a la defensiva, se cierren, se alejen emocionalmente de nosotros”.

 2.    A veces creemos que hemos dicho lo correcto. No es sólo lo que dices, es también el cómo lo dices un elemento que puede llevarte a conflicto con tus hijos.  Las palabras, cómo nos expresamos y la energía que ponemos en esa expresión pueden alimentar el desencuentro con nuestros hijos. O a la inversa, pueden hacernos vivir proximidad y cercanía”.

 3.      La formación de nuestros hijos es un proceso de búsqueda de identidad de parte de ellos. Nuestro hogar forma parte de esa dinámica, pero hogares inseguros tienden a originar personas inseguras. En ese sentido, los  niños necesitan estar seguros de que tienen un lugar en la familia. Los niños necesitan sentirse mirados con calidez.

 4.    "Lo que te digo es lógico" es uno de los argumentos "sólidos" con el que nos dirigimos en ocasiones a nuestros hijos. Sin embargo, no logramos comunicarnos. ¿Por qué? Porque olvidamos su plataforma emocional, porque no nos damos cuenta que son obstáculos de la comunicación con nuestros hijos: juzgar, sermonear, querer tener la razón y convencer a nuestros hijos por la lógica, la ironía, la amenaza.... cuando lo que está pasando es más a nivel emocional.

  5.      “¿Elijo el camino de los obstáculos, los muros en la relación para conseguir, con un desgaste de energía enorme, lo que yo quiero que ocurra? ¿O elijo el camino del encuentro, de la profundidad, del diálogo, de ver qué está pasando, de la empatía, de la honestidad?”. Yo, Milton, soy un corredor, ahora me encuentro preparándome para realizar un maratón, es una carrera de fondo, larga, en que la mente puede convertirse en nuestro mayor obstáculo o dificultad. Así es la educación con los hijos, una carrera de fondo. Si tiras la toalla a mitad de camino no llegarás a la meta.

 6.     Levantar muros en la comunicación, divide. Uno de esos muros es el silencio. Esta autora afirma que “…el silencio, para nuestros hijos, es retirada del afecto. Y ellos contactan con más o menos angustia en ese momento, porque es la retirada de un afecto que necesitan para sobrevivir”. Wao! Nuestros hijos necesitan el afecto para sobrevivir ¿habías caído en la cuenta de eso, querido padre? 

 7.       “… a nivel universal, a ninguna persona le sienta bien que le impongan las cosas, que le exijan. A ninguna edad (…) el ser humano viene, desde que nace, con una constitución emocional preparada para defender la libertad, la libertad de elección. Y eso lleva al rechazo de la exigencia”. En cuanto puedas, querida madre o padre, presenta opciones e incluso pregunta al hijo -si su desarrollo evolutivo lo permite- por las opciones que ve. Y aprovecha la oportunidad para que aprendan a evaluar esas opciones (a priori o a posteriori).

 8.      La alternativa a no exigir no es el caos, es el diálogo. ¿La alternativa a la exigencia? Límites. Límites claros, estructurados, amorosos. Y cuando pasamos de la conexión a la que nos lleva el diálogo… ¿Qué necesitas tú, qué necesito yo, y qué podemos hacer juntos para cuidar de ambas necesidades? La exigencia ya no es necesaria y sí hay evolución, y sí hay motivación.

 9.      La comunicación no violenta implica poner límites. Una comunicación en donde no se ponen límites, antes o después es una comunicación violenta. Cuando no se ponen límites, las necesidades de alguna de las partes no son respetadas o cuidadas. “Los límites son acciones que nosotros elegimos poner para cuidar de una necesidad nuestra”.

 10.   Sustituyamos el “pero” en la comunicación por el «al mismo tiempo», en lugar de contraponer, suma. El «pero» anula, barre lo anterior, y el «al mismo tiempo» incluye.

 11.   “Mi primera obligación como madre o como padre es cuidar de lo mío, cuidar de mis necesidades, porque en el momento en que yo cuido de mis necesidades, voy a estar disponible para cuidar las del otro. Si yo no cuido de mis necesidades, dejando de poner límites que siento dentro de mí o poniendo límites que no siento, al final le voy a hacer pagar un precio a mis hijos. Porque si no cuido una necesidad, le voy a hacer responsable. Y si pongo límites que no me convienen, va a pasar factura a la relación también”.

 12.   Cuando nuestros hijos no cumplen un acuerdo, algo que hemos pactado, el modelo social que tenemos suele ser el reproche, la acusación, el hacerle sentir culpable: «Habíamos quedado en esto y no lo has cumplido». El juicio: «Eres un irresponsable, no se puede confiar en ti». Palabras muy duras. Aprovechemos un incumplimiento para el diálogo, para buscar alternativas, para comprenderle.

 13.   A veces, en el tema de los acuerdos sucede que los padres los forzamos un poquito. Nos parecen razonables. A veces los acuerdos responden a nuestras necesidades, pero no la de ellos.

 14.   “Tenemos dos alternativas cuando no se respeta un acuerdo: utilizar esa falta de respeto del acuerdo para alimentar desencuentro y confrontación o, a partir de un acuerdo que no es respetado, llegar, pasando por explorar qué necesidades se han quedado en el camino, a un nuevo acuerdo diferente y enriquecido, porque este nuevo acuerdo cuida de más necesidades que el anterior”.

 15.   En la cultura del NO se toma esto como un NO a la persona, como algo personal, cuando casi siempre es un no a la acción, un no a la propuesta, un no al planteamiento ante una situación. Si nuestros hijos nos dicen NO y nos lo tomamos como algo personal, crecerá la tensión, el conflicto, el desencuentro.

 16.   En toda relación hay conflictos, pero nos han enseñado a resolver el conflicto de dos maneras “que es como lo resuelven los animales: atacando o huyendo. Y eso sí es dañino. La comunicación no violenta nos da un proceso que nos permite, de manera real, convertir el conflicto en una situación de más encuentro que antes, porque hay un nuevo ajuste fruto del conflicto que hemos tenido”.

 17.   Nosotros elegimos: los conflictos son oportunidades de acercamiento o podemos convertirlos en oportunidades de distanciamiento.

 18.   Marshall Rosenberg da tres recetas para incorporar la comunicación no violenta a nuestra vida. La primera receta es practicar, la segunda, practicar y la tercera, practicar.

 19.   “Ayuda mucho el decodificar necesidades. Quiere comer entre horas, ¿qué necesita? Tiene hambre. Se está quejando del profesor, ¿qué necesita? Comprensión, confianza. Me está diciendo que soy injusto con su hermano, ¿qué necesita? Atención, cariño. Me está diciendo que cuánto me quiere, ¿qué necesita? Seguridad afectiva”.

 20.   «Conexión antes de educación»…pon el foco en la conexión antes de la educación, luego la educación fluirá.

Finalmente, querido papá, querida mamá..se supone que nuestros hijos caminan hacia su madurez como personas, pero también se supone que en esa relación se espera madurez de parte tuya. Un amigo a quien aprecio mucho, Martín Luzón, me dio una definición maravillosa de madurez: madura es la persona que se obliga a sí misma desde dentro a lo correcto, no desde fuera. 

Con afecto,

Milton Tejada C.

A

 

2 comentarios:

Unknown dijo...

Excelente, me identifique con el silencio

Fabio dijo...

¡Excelente! 👏🏾