domingo, 6 de junio de 2021

Seis enseñanzas de Daniel 6

Un cafecito con mi Dios:

SEIS ENSEÑANZAS DE DANIEL 6:1-28

Esta madrugada, en el café que El y yo nos tomamos juntos, leímos Daniel 6:1-28 y me mostró algunas enseñanzas. Las comparto contigo.

Primera enseñanza. Al gobernar hazlo con prudencia, no te apresures en tomar decisiones pese a que muchos te aconsejen en una dirección. Escucha otras voces, otras tendencias y, sobre todo, escúchame a Mi. Creo que esto vale para el gobierno de mi casa y para cualquier nivel de gobierno que, como hombre, me toque asumir.

Segunda enseñanza. Un gobernante obedece sus leyes. En mi hogar, debo obedecer las normas que establezco –claro que no son inamovibles, porque podemos equivocarnos-, pero se trata, como decimos comúnmente, de dar el ejemplo (pido a Jesús que conceda esto a los gobernantes de mi país).

Tercera enseñanza. “Se arrodillaba tres veces al día y oraba y daba gracias delante de su Dios como lo hacía antes” (6:10). Creo que esto de “tres veces al día” significa TODO el día. A lo largo de TODO el tiempo. Momentos especiales, sí, pero mantener una actitud permanente de adorador. Una actitud que no cambia, aunque cambien las circunstancias, por eso dice “…como lo hacía antes”. ¿Antes de qué? ¡Del decreto de Darío! “Oye, el rey prohibió adorar a otro…”. Y Daniel, tozudo: no importa, yo soy adorador del Unico Dios.

Cuarta enseñanza. “…y abiertas las ventanas de su casa…”. ¡Wao! ¡Daniel no oculta su condición! No sería, hoy, un cristiano de la secreta. Era un desafío a la autoridad del rey. Hay una enseñanza complementaria con el Nuevo Testamento que nos invita a “entrar en tu habitación”: entra en tu corazón, a solas y en presencia de todos… No te avergüences de tu relación Conmigo y yo no me avergonzaré, dice Jesús.

Quinta enseñanza. “… y pasó la noche (el rey) sin comer, ni divertirse y hasta el sueño se le fue…” (NVI). Claro, hijo mío, así tiene que ser. Tus decisiones equivocadas, no puedes asumirlas “como si nada” e irte a acostar y dormir tranquilo. En tu caso, como cristiano, el Espíritu Santo te rearguye. Ayuno y tristeza (no divertirse) embargan el alma. Es la actitud correcta ante nuestras equivocaciones como líderes.

Sexta enseñanza. “…ante El fui hallado inocente” (RV). No importan los juicios de los hombres, importa el juicio de Dios. Y de esto viviré pendiente, lo cual me da una extraordinaria libertad. El control está en sus manos. Al fin y al cabo, el hombre sólo puede quitarme la vida de este cuerpo, puede provocarme mucho sufrimiento, pero no puede quitarme la vida y el gozo eterno. Al fin y al cabo, “El es el Dios viviente” (6:26).

 

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