La labor del maestro
Flickr: Fernando
|
Selecciona: Isabel Pavón.
02 DE AGOSTO DE 2014
Ahora miro hacia atrás y contemplo
La obra que has realizado,
La ardua labor que has hecho
A lo largo de estos años.
Cómo has colocado con paciencia
Cada pieza en su espacio,
Cada elemento en su lugar
Sin equívocos ni fallos.
Así lo tenías previsto para mí
Y así lo has llevado a cabo.
Nada ha faltado a tu empeño,
Nada ha escapado a tus manos.
Sabías lo que querías hacer,
Todo cuanto tenías planeado.
Has quitado y has puesto,
E ignorante te he culpado
De no importarte el dolor
Que causaban tus manos
Trabajando sin descanso
Para dar forma al duro barro
Que se resistía al empeño
De ser por Ti así tratado.
Ay, sin tan sólo hubiera creído,
Si tan sólo hubiera callado,
Dejándote hacer tu obra
Cual Alfarero apasionado
En crear un hermoso vaso,
Y cual Escultor afanado
En descubrir al fin un ángel
En este mármol tosco y basto.
No supe esperar en silencio
Ni guardar tu tiempo exacto …
Ay, aunque tu obra perfecta
En mí aún no has acabado …
No sé si ya vislumbras acaso
La imagen que habías soñado,
Y hasta que no la concluyas
No habrá treguas ni descanso
Para tus ojos y tus dedos,
Para tu corazón y tus manos,
Empeñados en formar en mí
La imagen de tu Hijo amado.
La obra que has realizado,
La ardua labor que has hecho
A lo largo de estos años.
Cómo has colocado con paciencia
Cada pieza en su espacio,
Cada elemento en su lugar
Sin equívocos ni fallos.
Así lo tenías previsto para mí
Y así lo has llevado a cabo.
Nada ha faltado a tu empeño,
Nada ha escapado a tus manos.
Sabías lo que querías hacer,
Todo cuanto tenías planeado.
Has quitado y has puesto,
E ignorante te he culpado
De no importarte el dolor
Que causaban tus manos
Trabajando sin descanso
Para dar forma al duro barro
Que se resistía al empeño
De ser por Ti así tratado.
Ay, sin tan sólo hubiera creído,
Si tan sólo hubiera callado,
Dejándote hacer tu obra
Cual Alfarero apasionado
En crear un hermoso vaso,
Y cual Escultor afanado
En descubrir al fin un ángel
En este mármol tosco y basto.
No supe esperar en silencio
Ni guardar tu tiempo exacto …
Ay, aunque tu obra perfecta
En mí aún no has acabado …
No sé si ya vislumbras acaso
La imagen que habías soñado,
Y hasta que no la concluyas
No habrá treguas ni descanso
Para tus ojos y tus dedos,
Para tu corazón y tus manos,
Empeñados en formar en mí
La imagen de tu Hijo amado.
Autores: Chari Morillo
Tomado de: http://www.protestantedigital.com/ES/Magacin/articulo/6667/La-labor-del-maestro
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