Y dijo Dios: Hagamos al hombre
a nuestra imagen, conforme a nuestra semejanza;
y señoree en los peces del mar, en las aves de los cielos,
en las bestias, en toda la tierra...
(Génesis 1:26).
Dios es el líder de líderes y Él llama a los creyentes para que sean líderes de otros. Dios pudo haber planeado su creación de muchas otras maneras. Él decidió crear seres humanos que tuvieran un espíritu y la capacidad de poder relacionarse con Él y seguirle pero sin que estuvieran forzados a hacerlo. Cuando el hombre cayó en el pecado, Dios pudo haber ejecutado un plan de redención que no incluyera a los pecadores, sin embargo, Él nos ha llamado a participar y dirigir a otros mientras le seguimos. Él aclara eso desde el principio cuando afirma: "...y señoree en...".
El llamado al liderazgo es un patrón constante en la Biblia. Cuando Dios decidió escoger una nación para sí, Él no llamó a las masas. Él llamó a un líder, Abraham. Cuando Él quiso liberar a su pueblo de Égipto, Él no los guió colectivamente sino que levantó un líder para que lo hiciera, Moisés. Cuando el pueblo iba a entrar a la Tierra Prometida, ellos siguieron a un hombre, Josué. Cada vez que Dios desea hacer algo grandioso, Él llama a un líder. En la actualidad Dios todavía llama líderes para que hagan trabajos, tanto grandiosos como pequeños.
(Biblia de liderazgo con notas de John C. Maxwell).
2 comentarios:
Wow, qué interesante está esto. ¡Demasiaaaado bueno! Muchísimas gracias por compartir.
Muy bueno!
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