miércoles, 21 de mayo de 2014

Vuelve a Jehová, dominicana

 Si saben obedecer...
Milton Tejada C.
NO SÉ SI ES UN RETRATO DE NUESTRA GENERACIÓN, pero leo sobrecogido a Isaías 1. Describe esa capacidad que tienen quienes -como el pueblo de Israel en ese momento- son capaces de alabar a Dios y no honrar realmente su nombre y mucho menos obedecerle.
Hijos que se han revelado contra su Padre y Jehová les llama "degenerados". Gente pecadora, cargada de culpa (ay, la bendita culpa, arma del enemigo aun entre los cristianos).
Y el profeta hace una descripción tan brutal de lo herido que es un pueblo -y una persona- que vive en el pecado que llega a afirmar que no es posible herirlo más: "Dónde seguirlos hiriendo, si acumulan delitos? La cabeza es una llaga, el corazón está agotado, de la planta del pie a la cabeza no queda parte ilesa; llagas, moretones, heridas recientes, no exprimidas ni vendadas, ni aliviadas con ungüento...".
Es esa la situación de mi patria, es esa la situación de República Dominicana?
Hay una actitud que impide que este pueblo -el de Israel y a lo mejor el nuestro- vuelva colectivamente a Jehová.
"Estoy harto -dice Jehová- de holocaustos... no me traiga más dones vacíos. Sus solemnidades y fiestas las detesto, aunque multipliquen las plegarias no los escucharé...". Pero, por qué... si eres Padre, Jehová? Por qué cierra los ojos a un pueblo que clama a ti?
Muy sencilla respuesta nos indica el profeta: sus manos están llenas de sangre. Aparten de mi sus malas acciones, cesen de obrar mal... busquen el derecho, enderecen al oprimido, defiendan al huérfano, protejan a la viuda. CAMBIEN DE ACTITUD.
Y hay una ESPERANZA: Entonces, vengan, y litigaremos (1:18) y sus pecados quedarán más blanco que la nieve...
"SI SABEN OBEDECER, LO SABROSO DE LA TIERRA COMERÁN", (Is 1:19).
Quieres agarrarte a este pacto o prefieres, pueblo mío, seguir con falsas religiosidades, con fiestas llenas de borracheras y bochorno, con el desvío del derecho de los pobres y la corrupción de tus líderes... La práctica de la religiosidad sin la práctica de la obediencia es pura burla a Jehová. Vuélvete, dominicana.

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