miércoles, 7 de mayo de 2008

Desde la fe / La Masturbación


LA MASTURBACIÓN

La sexualidad por un camino errado

El diccionario la define como “estimulación de los órganos genitales hasta el orgasmo, llevada a cabo mediante contacto manual o corporal de otro tipo, excluyendo el coito”.

Una definición más adecuada: “Práctica de la autoestimulación hasta alcanzar el orgasmo, por los medios que sean”.

LA BIBLIA

Sobre este, como sobre otros temas, la Biblia guarda silencio.

La interpretación católica de Gen 38,8-10, en que iguala la masturbación con el onanismo, no es correcta. Onán tuvo coito con una mujer, pero al llegar el momento del orgasmo “vertía sobre tierra, para no dar descendencia a su hermano” (v. 9).

Es decir: masturbación, autoestimulación sexual, no es onanismo.

PRINCIPIOS BIBLICOS

La Biblia guarda silencio, pero tiene principios.

La autosexualidad es mala y pecaminosa cuando:

1º. Cuando su único motivo es el placer biológico;

2º. Si la persona permite que se convierta en un hábito compulsivo;

3º. Cuando dicho hábito es el resultado de sentimientos de inferioridad y produce sentimientos de culpabilidad;

4º. Cuando se realiza en conexión con imágenes pornográficas, ya que Jesús dijo que la lujuria tiene que ver con los intereses del corazón (Mt 5,28).

El énfasis bíblico se hace en el autocontrol.

Si la autosexualidad fuera el camino, Pablo lo diría en su enseñanza sobre el autodominio sexual (1 Cor 7, 8-9). ¿Por qué Pablo no dice que si alguien no puede controlar su instinto sexual se masturbe? Porque la masturbación no es una forma de autocontrol, sino una falta del mismo.

  • Somos personas amantes del placer y la masturbación es una forma de escoger a éste antes que a Dios.
  • El sexo lo da Dios para contrarrestar la soledad (Gn 2,18). La autosexualidad, en cambio, produce mayor soledad. “Es una isla desierta”.
  • El camino: buscar a alguien que comparta nuestra “isla”, no quedarnos solos en ella para siempre.
  • Si hemos cometido pecado de autosexualidad, podemos ser perdonados.
  • Si la práctica es obsesiva y de mucho tiempo, tal vez romper con ella implique una verdadera guerra espiritual, pero en Cristo podemos vencer.

PASOS PARA LA VICTORIA


No se trata de algo necesario.

La masturbación no disminuye la tensión sexual, sino que la aumenta.

La conducta autoerótica implica casi siempre pecado sexual y lascivia en el terreno de la fantasía.

La autosexualidad produce una fijación en los propios órganos y deseos sexuales, al contrario de lo que sucede en la relación matrimonial.

La autosexualidad crea hábito. Nadie llega jamás a ser esclavo de ningún hábito si no lo inicia alguna vez y lo continúa practicando cada vez más.

La autoestimulación erótica desempeña un papel central en casi todas las formas de esclavitud sexual: desde la prosmicuidad pasando por la pornografía.

La masturbación incontrolada puede tener una clara dimensión demoníaca.

1 comentario:

Tierra Fértil dijo...

Gracias Milton, de veras que este tema que desarollas aquí para la gloria de Dios es de mucha bendición. Que sigas adelante en tu buen trabajo para el Reino de Dios. Dios te bendiga a ti y tus colaboradores.