viernes, 23 de mayo de 2008

Desde mi fe / Los cristianos somos apostatas

Desde mi fe / Los cristianos somos apostatas

Ratzinger, para los católicos el papa Benedicto XVI, dedicó hace unos meses duras palabras a la Unión Europa (UE) con motivo del 50° aniversario del Tratado de Roma, por la ausencia de una mención a Dios en la Declaración de Berlín que adoptarán los Veintisiete. Afirmó que intentar construir una "casa común europea" que no tenga en cuenta las raíces cristianas del continente constituye una "singular forma de apostasía" que la induce a "dudar de su propia identidad".

El Papa usó la dura expresión de "apostasía" tras explicar que "la identidad histórica, cultural y moral de Europa, antes aún de ser geográfica, económica y política, es una identidad construida por un conjunto de valores universales que el cristianismo ha contribuido a forjar, adquiriendo de esta manera un papel no solo histórico, sino fundacional de Europa".

Benedicto XVI arremetió contra el pragmatismo de los dirigentes de la UE y les instó a edificar "una nueva Europa" inspirada en la "perenne verdad del Evangelio".

Hasta aquí la noticia…

La palabra apostasía tiene su origen en dos términos griegos: απο (apo), "fuera de" y στασις (stasis), "colocarse". Por lo tanto, un apostata es quien “se coloca fuera de” una determinada doctrina o fe. También podemos asumir el concepto como quedar excluido… o como “autoexcluirse”, “renunciar”.

Desde el punto de vista católico formal, la apostasía es un procedimiento voluntario, explícito. Apartarse de la fe y de los usos y costumbres católicos no constituye apostasía y, por otro lado, la expulsión de la Iglesia Católica no es apostasía, sino excomunión. Muchos dominicanos fueron bautizados en la Iglesia Católica, pero el procedimiento de la Iglesia Católica obliga a renunciar voluntariamente a esa fe a la que la persona fue integrada, en la generalidad de los casos, involuntariamente.

En un sentido menos “dotado” de teología católica y más laico, la apostasía es la renuncia, explícita o implícita, a determinada doctrina. En esa dirección, los cristianos evangélicos son apostatas con relación a la fe católica. Nos hemos colocado fuera… ahora bien, la pregunta que dejo de fin de semana es: ¿fuera de qué?

Ahora bien, al valorar la cultura y la identidad de Europa… quizás los cristianos estamos más cerca del juicio de Ratzinger. La civilización moderna coloca al ser humano “fuera” de los parámetros del Evangelio. Es la cultura de la permisividad y la subjetividad como absoluto. El Evangelio, en cambio, impulsa la cultura de la subjetividad como un relativo que gira en torno a Jesucristo, la roca firme. Sin embargo, los parámetros de apostasías de la Iglesia Católica y los cristianos protestantes son distintos: para la primera, las normas y la tradición, para los segundos, la Palabra de Dios como autoridad.

En ese sentido, todo ser humano puede decirse apostata… pero de qué? Buen fin de semana.

tejadamilton@gmail.com

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