sábado, 9 de julio de 2022

Para un matrimonio feliz

 Del sábado

Tips para un matrimonio feliz

Mis padres, Carmen y Apolinar, de quienes aprendí
algunas pautas para un matrimonio feliz.
Muchos cristianos luchan afanosamente por construir su relación familiar sobre la roca firme que es Jesús. Muchos vienen de familias llamadas disfuncionales, heridas.

Hoy te ofrecemos aquí algunos tips que tomamos de la relación más importante de la familia: la de pareja. Estos tips nos fueron ofrecidos en el Fin de Semana Inolvidable que organizó la Red de Pareja en el año 2011. Tomemos nota, y si quieres compartir algún otro tips, te escucho.

 

Más que encontrar la persona apropiada, consiste en ser uno la persona apropiada.

 

Algunos destructores del matrimonio:

1.       La indiferencia, el desdén, el desprecio;

2.      La violencia conyugal (hiere, ofende, separa);

3.       El silencio como ausencia;

4.       El desacuerdo en el uso del dinero;

5.       La frialdad en la vida espiritual;

6.       La disfunción sexual (y el empeño en no buscar ayuda);

7.       La adicción al trabajo;

8.       Los celos;

9.       Palabras que ofenden;

10.     La culpabilidad.

 

Cuanto más cerca estas de una persona, más tienes que perder cuando abres la boca.

“El corazón de un matrimonio es el sistema de comunicación.  La principal de las dificultades matrimoniales surge cuando la pareja es incapaz de comunicarse” (Kevin House y David Marshall).

 

Al discutir lo más importante:

1.       No es determinar quién tiene la razón, sino procurar entendimiento;

2.       No es resolver el problema, sino saber lo que cada cónyuge piensa y siente;

3.       No es estar de acuerdo a como dé lugar, sino saber que cada uno puede expresar lo que piensa sin temor a ser rechazado.

 

Para mantener un matrimonio blindado (a prueba de dardos), se necesita intimidad: emocional, intelectual, sexual y espiritual… se necesitan paredes y ventanas que definan límites de hasta dónde llegan terceros en esas áreas. Mantén la intimidad que es la mejor defensa de tu matrimonio. Hay intimidad cuando nos sentimos amados sin condiciones.

Las parejas felizmente casadas son las que atacan los problemas y juntos los superan. Las que no tienen el valor para enfrentarlos son las que fracasan en el matrimonio. Las parejas felizmente casadas actúan como buenos amigos. Las parejas felizmente casadas manejan sus conflictos de manera cordial y positiva.

 

Algunas verdades fundamentales:

1.       En un conflicto, ninguno tiene toda la razón;

2.       La aceptación va primero, el cambio va después;

3.       Compartir el poder tiene sus beneficios;

4.       El poder de lo positivo (se necesitan cinco actos positivos para compensar uno negativo).

 

Cuatro jinetes del apocalipsis en la relación matrimonial:

1.       La crítica: atacar a la persona y no al problema;

2.       El desdén: despreciar y rebajar al conyuge mediante la burla o el sarcasmo;

3.       Actitud defensiva: Excusa con la intención de culpar al otro;

4.       Actitud evasiva: El silencio, es como hablarle a una pared.

 

Guardar facturas hace mucho daño.

Pelear en el matrimonio es danzar, no es boxear. No se busca el nocaout, sino poder escuchar la misma música. En una pelea matrimonial la victoria de uno es la derrota de los dos. O ganamos los dos, o perdemos los dos.

El amor es una decisión, un acto de la voluntad, un compromiso que debemos llevar a cabo independientemente de nuestras emociones.

Necesitamos una relación que tenga significado. Ni posesiones, ni posiciones satisfacen nuestra necesidad de amor.

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