Necesitamos acompañarle
Modesto Cedano Duran
El Pastor Modesto y su esposa Josefina |
“Ayer me enteré de alguien que murió luego de una larga lucha con adicciones. Habia logrado acercarse a Dios hace unos 8 meses pero sucumbió bajo las garras de este terrible mal en esta semana.
Todos estamos familiarizados con esa escena clásica de alguna película de la Guerra de Vietnam... Hay unos soldados prisioneros de guerra en territorio enemigo metidos en un hoyo profundo tapado por palos de bamboo y fuertemente custodiados.
El ejército envia un equipo élite para rescatar a dichos prisioneros y logran contra todo tipo de obstáculo y contratiempo llegar hasta donde se encuentran los cautivos abriendo su celda, desatando sus manos y pies y subiéndolos del pozo donde se hallaban recluidos.
¿Ya son libres?
Si y no.
Todavia resta encaminar o cargarlos hasta el helicoptero que se encuentra a una buena distancia en un campo abierto esperando para llevarnos a una base segura.
Nuestro enemigo al percatarse del rescate nos dará caza hasta re-apresarnos o matarnos. El grupo rescatista y los prisioneros liberados sufrirán disparo enemigo y sus vidas correran peligro hasta que no logren alejarse de la zona.
En cierta medida, y entiendan el ángulo que pretendo enfocar, la vida cristiana es una carrera que premia al que llegue a la base. La salvación es un evento y a la vez es un proceso.
Le llevamos el evangelio al cautivo que le hace libre pero necesitamos acompañarle y discipularlo hasta que el Señor nos lleve en los aires y nos saque de este campo lleno de peligrosidad que atenta contra nuestra vida. El que persevere hasta el fin será salvo.”
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