domingo, 26 de octubre de 2014

Cinco "solas" de la reforma protestante

Las cinco “solas” de la reforma
Óscar Margenet 
El 31 de octubre se cumplirán 497 años de la Reforma Protestante. Se recuerda ese día al clérigo católico romano Martín Lutero que, a costa de la excomunión papal y la condena de muerte, hizo públicas sus 95 tesis contra la corrupción eclesiástica reinante. Las 'Cinco Solas' son las frases que resumen su legado.
Las cinco frases en latín comienzan con el vocablo que en nuestro idioma significa ‘solamente’. Este autor desea destacarlas relacionándolas con su base bíblica haciendo notar que las negritas son suyas. Es importante recordar que, así como las 95 tesis deben analizarse en su conjunto, ‘las cinco solas’ no deben aislarse al ser analizadas una por una; sino, pensarlas y expresarlas juntas e inseparables: Solamente Escritura, Gracia, Fe, Cristo, a Dios la gloria.

Solamente Escritura: "Toda la Escritura es inspirada por Dios, y útil para enseñar, para redargüir, para corregir, para instruir en justicia, a fin de que el hombre de Dios sea perfecto, enteramente preparado para toda buena obra." 2ª Timoteo 3:16,17."Me postraré hacia tu santo templo, y alabaré tu nombre por tu misericordia y tu fidelidad; porque has engrandecido tu nombre, y tu palabra sobre todas las cosas". Salmo 138:2.

Solamente Gracia: "para alabanza de la gloria de su gracia, con la cual nos hizo aceptos en el Amado, en quien tenemos redención por su sangre, el perdón de pecados según las riquezas de su gracia, que hizo sobreabundar para con nosotros en toda sabiduría e inteligencia, Efesios 1:6-8.

"Pero el don no fue como la transgresión; porque si por la transgresión de aquel uno murieron los muchos, abundaron mucho más para los muchos la gracia y el don de Dios por la gracia de un hombre, Jesucristo." Romanos 5:15.

Solamente Fe: “Porque en el evangelio la justicia de Dios se revela por fe y para fe, como está escrito: Mas el justo por la fe vivirá”. Romanos 1:17. "Justificados, pues, por la fe, tenemos paz para con Dios por medio de nuestro Señor Jesucristo; por quien también tenemos entrada por la fe a esta gracia en la cual estamos firmes, y nos gloriamos en la esperanza de la gloria de Dios." Romanos 5:1,2.

Solamente Cristo: "Porque hay un solo Dios, y un solo mediador entre Dios y los hombres, Jesucristo hombre, el cual se dio a sí mismo en rescate por todos, de lo cual se dio testimonio a su debido tiempo."

1ª Timoteo 2:5,6. "Porque en él habita corporalmente toda la plenitud de la Deidad, y vosotros estáis completos en él, que es la cabeza de todo principado y potestad." Colosenses 2:9,10.

Solamente a Dios la gloria: "Porque de él, y por él, y para él, son todas las cosas. A él sea la gloria por los siglos. Amén". Romanos 11:36. “Si, pues, coméis o bebéis, o hacéis otra cosa, hacedlo todo para la gloria de Dios". 1ª Corintios 10:31. "Al que nos amó, y nos lavó de nuestros pecados con su sangre, y nos hizo reyes y sacerdotes para Dios, su Padre; a él sea gloria e imperio por los siglos de los siglos. Amén." Apocalipsis 1:5,6. 


sábado, 18 de octubre de 2014

Carta a Los Romanos-3/No estamos exentos

No soy tan malo, pero…

Wao! Una semana súper difícil, incluyendo jueves y viernes en que me vi precisado acostarme un momentito a las 6.00 am para levantarme una hora más tarde. Hoy, sin embargo, es sábado y también madrugo. Me enfoco en seguir mi lectura de Los Romanos que empecé hace una semana. Estoy un poco detenido entre el capítulo 1 y 2, obligado a volver atrás.

Cuando leo Romanos 1:18-32 estoy tentado de concluir apresurada y complacientemente: soy salvo y agradable a Dios porque NO SOY ninguna de estas cosas abominables que aquí se señalan:
  • De los que reprimen con injusticias la verdad, NO SOY.
  • Un razonador que se dedica a vaciedades, NO SOY.
  • Idólatra (de estatuas y hechuras humanas), NO SOY.
  • Inmoral, NO SOY.
  • Con pasiones degradantes, NO SOY.
  • Homosexual, NO SOY.
  • Rompedor de toda regla de conducta, NO SOY.
  • Lleno de toda clase de injusticias, NO SOY.
  • Perverso, codicioso, colmado de envidias, NO SOY.
  • Homicida, fraudulento, malpensado, difamador, calumniador, hostil a Dios, insolente, soberbio, fanfarrón, con inventiva para lo malo, rebelde a mis padres, sin conciencia, sin palabra, sin entrañas (que es como decir sin corazón), sin compasión… ¡Señor, claro que NO SOY nada de esto!
Entonces… me basta para serte agradable? NO SOY nada de esto, significa que SOY uno de los tuyos? ¡NO SOY pagano, Señor, soy judío! Diría algún hebreo en el tiempo de Pablo… pero el NO SER nada de esto no me basta!

Como indica Macartur en su comentario al capítulo 2 de Los Romanos: a través de la historia muchos individuos y sociedades paganas han mantenido altos estándares de conducta. Incluso en ocasiones, cuando alguien tiene un “alto estándar” de conducta nos atrevemos a decir: “parece cristiano”.

Hay un grupo de hombres (y yo he estado en ese grupo) que considera que le es suficiente no ser igual a los paganos descritos en Romanos 1:18ss. Un grupo (y he estado entre ellos) que considera que el haber sido bautizados o pertenecer a una Iglesia o haber nacido en una familia cristiana, o acogerse a doctrinas claras o pertenecer a uno o varios ministerios y ser líder en la Iglesia les garantiza su seguridad espiritual y hasta la seguridad eterna…

Nadie puede ser salvo y seguro si no se reconoce culpable, pecador, delante de Dios y acepta a Jesús como su Salvador y Señor.

Viendo la continuidad (que no es contraste) entre el capítulo 1 y 2 de Los Romanos se evidencia lo que es una tendencia universal: exagerar la falta de los demás (ellos, los paganos, los de otra iglesia, los distintos a nosotros, los evidentes) y minimizar la propia; fijarse en la pequeña viga del ojo ajeno como si fuera una montana, y obviar la tremenda viga en el ojo propio o reducirla a un grano de arena (Mt 7:1-3). Donde Mateo puso OJO, bien puedo yo poner CORAZÓN.

En Romanos 2:1ss se IMPUGNA EL ESPÍRITU DE JUSTICIA EGOCÉNTRICA, el creernos justos en nuestra propia opinión, el estar convencidos de que hacemos algo “satisfactorios” y suficiente (Mt 15:1-3 y Lucas 18:21).

LA UNICA JUSTICIA QUE SALVA VIENE DE DIOS.

Pienso en un proceder muy común en dominicana a todo nivel y tipo de liderazgo. He escuchado predicadores con el énfasis en “nosotros no somos como…. He escuchado líderes políticos con tremendas acusaciones en contra de sus contrarios (p.e., “corrupto”), pero con un criterio muy limitado sobre lo que critican, como si no los tocase.

¡No! No digo que entonces debo quedarme paralizado, con un sentido de culpa o de yo no tengo autoridad para juzgar.
  • Lo que digo es que ese juicio NO ES EN MI PROPIA OPINIÓN y, en muchos casos, PUEDE QUE ME INCLUYA A MI MISMO.
  • Lo que digo es que el orgullo y la soberbia de creernos buenos por nosotros mismos es uno de los pecados favoritos del diablo porque nos impide reconocer, con humildad, que le necesitamos a EL.
  • Lo que digo es que la única justicia verdadera, la única justificación verdadera, proviene de Dios.
Señor, que tu luz ilumine todos los rincones de mi corazón!

Gracias!

domingo, 12 de octubre de 2014

Carta a Los Romanos-2/ “Te condenas a ti mismo”

Parámetros para juzgar
Leer la carta a Los Romanos es como nadar en el mar. Brazadas vienen, brazadas van, avanzo, pero no agotaré toda su riqueza porque es ancho, es hondo, soy limitado.

Hoy leo el capítulo 2.

Me detengo en Romanos 2:3. No, no me niega la posibilidad de juzgar (Ver Romanos 2:3). Sin embargo, el parámetro supone una confrontación al interior de mi mismo, de mi familia y de mi iglesia. A la luz del Espíritu Santo, una evaluación continua ha de permitirme discernir qué tan conforme a tu voluntad, Padre, están mis actos, mi proceder, mi corazón (o los de mi familia, mi iglesia…).

El sentido de “te condenas a ti mismo” es, a mi modo de ver, el sentido de “responsabilidad”.  Si juzgas a alguien de ladrón, por ejemplo, te condenas a ser honrado. Y entonces cabe preguntarse ¿lo eres?

¡Claro! Si vas a juzgar a alguien por ladrón y te confrontas a ti mismo –siguiendo este consejo que me doy- no te limites, p.e., al erario público. No tienes acceso a él y entonces te será fácil ser honrado “en esta materia”. ¿Eres honrado realmente con lo que Dios ha puesto en tus manos, a tu alcance? ¿Eres honrado con el tiempo en tus estudios o en tu trabajo? ¿Eres honrado con los dones que Dios depositó en ti para servicio de tus hermanos? No dar a tus hermanos lo que les pertenece –y de lo cual eres simplemente administrador- es robar. ¿Cómo juzgar a estos “políticos corruptos y ladrones” si practicamos las mismas cosas?

Pablo, al igual que Jesús, golpea en estos versos el espíritu de hipocresía con el que solemos juzgar a otros. O, como expresa Will Graham: “Si vives una vida secreta de pecado e iniquidad, ¿quién eres para atreverte a hablar en contra del pecado de otra persona en público? ¡Eso es el colmo de la hipocresía!”.

Puedo escribir muchas páginas repasando diversos “parámetros morales” con los cuales solemos juzgar a otros, pero basta con indicarme hoy, domingo 12 de octubre del 2014, varias conclusiones:
  1. No, no tengo prohibido juzgar.
  2. La confrontación del juez es, primero, consigo mismo, a la luz del Espíritu Santo.
  3. Juzgar-me no es condenar-me, es simplemente arrojar luz sobre lo que soy o lo que hago con el propósito de limpiar, sanar, corregir, crecer, caminar… en SU fuerza (que las nuestra no dan ni para una brazada en este ancho mar).
  4. Un llamado profundo a la misericordia (para con otros, pero también para conmigo). Ninguno es justo en los parámetros de Dios, el plenamente santo y justo.

 Otro día seguiré nadando en estas aguas de Los Romanos.

¡Padre, cuida de mi!