DIOS NOS MANDA COSAS IMPOSIBLES
ME BASTA CONQUE HOY TE QUEDE CLARA ESTA PALABRA:
CUANDO TE ENTERAS DE QUE NO PUEDES, ENTONCES COMIENZAS A PEDIR A DIOS QUE HAGA LO IMPOSIBLE.
Somos incapaces y no tenemos la habilidad ni el poder para hacer cosas imposibles. A veces nos cuesta reconocerlo, pero Dios te pide que reconozca que para ti no es posible, que eres incapaz, que no tienes poder, para que entonces reconozca que EL es el Dios de lo imposible.
- El Señor mandó a Moisés a abrir el Mar Rojo (Éxodo 14:16).
- Mandó
a Josué a conquistar la ciudad de Jericó con gritos y al son de trompetas
(Josué 6).
- Pidió
a Débora que junto a Barack enfrentara un ejército muy superior al de Israel y
que lo venciera;
- Pidió
a Abraham estar seguro de que su descendencia se multiplicaría de tal manera
que no se podría contar (Genésis 16:10).
- Dios
ordenó a Eliseo actuar en tres casos imposibles: la viuda y las vasijas de
aceite; los ancianos que no tenían hijos, y el caso de Naamán.
- Jesús dijo al hombre paralítico, “Levántate, toma tu camilla y vete a tu casa” (Mateo 9:6).
Muchos milagros.
Muchas intervenciones extraordinarias de Dios en el Antiguo y en el Nuevo Testamento
En todas, un hombre, una mujer, uno de nosotros, actuó en nombre de Dios, con la autoridad de Dios.
Sin embargo, en todos los casos el ser humano no puso su fe en si mismo, sino en Dios y en su Poder. En su interior Moisés, Josué, Daniel, Pedro, Pablo, José, Débora, Sarah, el paralítico, el ciego, el publicano, el leproso… se decían en su interior: “Señor… sé que no puedo”.
Dios quiere que entiendas, que entendamos, nuestra incapacidad.
Dios no quiere que nos creamos autosuficientes ni capaces de hacerlo.
La única esperanza radical, profunda, para nosotros se encuentra en el Señor Jesucristo y su Espíritu Santo.
Hasta el día de hoy, muchos siguen creyendo que, de alguna manera, el hombre es capaz de seguir los mandatos de Dios por su propio esfuerzo y por consiguiente, predican una doctrina de salvación por méritos humanos.
Es una pretensión arrogante: pensar que podemos salvarnos por nuestros propios medios y esfuerzos. Es absurdo creer que, por nuestra fuerza y habilidad, podemos lograr lo imposible.
Estamos llamados a una lógica distinta a la de este mundo. La lógica de Dios es distinta.
Y para hacer posibles las cosas imposibles Dios utiliza hombres y mujeres como tú y como yo, como Gedeón a quien llama “varón esforzado y valiente” (Jueces 6:12), cuando en realidad estaba escondido porque Dios llama a las cosas que no son como si fueran.
Un Gedeón que escondía la cosecha; un Pedro cambiante
y emotivo, un líder; un Moisés tartamudo, conduce a la liberación… Dios mira el
potencial que ha puesto en ti…
No cuente contigo, hermano… cuenta con la ayuda de Dios.
Clama a Dios. Saca tiempo para orar y ayunar y verás la respuesta de Dios en tu vida.
Si hay cosas que están mal, remuévelas. Pon a Dios en primer lugar y con lo que tengas en las manos, verá la mano de Dios sobre tu vida… El accionar de Dios es diferente, su lógica es la de Señor, no la humana, es el Dios de lo imposible, créele a Dios y lánzate a hacer las cosas que Dios te ha llamado a hacer.
Dios dice al hombre: “Te amo tanto que he entregado a
mi Hijo en la cruz para salvarte”. El amor no es cerebro: es corazón. El amor
de Dios es la locura de la cruz
¿Qué razones tiene Dios para amarnos?
¡Ninguna!
Y, sin embargo, nos ama.
Nos ata a Él con cuerdas de amor. Nos ama hasta la
muerte.
Las muchas aguas no pueden apagar el amor de Dios ni
pueden ahogarlo los ríos.
Aunque diéramos todo lo que poseemos a cambio del amor de Dios, nos encontraríamos con el desprecio más absoluto por su parte.
Dios no vende su amor: lo regala.
Su amor no entiende de razones, no acepta argumentos cerebrales. Ama porque ama, porque su naturaleza es amar.
ES SU AMOR POR NOSOTROS EL QUE HACE QUE LO IMPOSIBLE SEA POSIBLE.
Ahora, en este momento, ora por los imposibles de tu vida, aquellos que son solo posibles para Dios.
Esta hora es la hora nuestra, la hora de los locos que decimos: Dios quiere usarnos para hacer lo imposible. Con su poder, con su autoridad podemos lo imposible (por nuestras fuerzas no podemos nada, o mejor dicho: podemos hundirnos, como Pedro).
Lucas 18:27 nos lo dice:
Y Jesús respondió: Lo imposible para los hombres, es posible para Dios.
Grata vida para todos y que Dios te bendiga.