TRES CONSEJOS PARA LA FELICIDAD DE NUESTROS HIJOS
Primer consejo. Desarrollen el ser personas bondadosa, buenas
personas. Manténganse sensibles ante el sufrimiento ajeno, eso nos hace
humanos.
Segundo consejo. No pierdan nunca la alegría. Vivir con alegría no es algo genético, se
aprende. No es que sean payasos, pero enfádense menos. Vean las cosas positivas,
incluso en circunstancias que parecen adversas. Alegría, sentido del humor ante
diversas situaciones. Aprendan a reírse de sí mismos. Cuando uno va alegre la
vida es increíble.
Tercer consejo.
Pensando en su trayectoria profesional, la vida es simple. Se trata de hacer
de modo extraordinario las pequeñas cosas ordinarias de cada día, y
disfrutarlo.
Y les aseguro -y es
ya mi convicción personal- que, si sostienen toda su vida en Dios, todo esto es
posible y será posible entonces, como dice Jesús, tener vida y vida en
abundancia.