martes, 11 de diciembre de 2018

Cómo crecer en la vida de pareja


Cómo crecer en la vida de pareja

El contexto: 

A nivel nacional, más del 40% de los matrimonios formales terminan en divorcio. Algunos consideran que en las uniones consensuales, el porcentaje de separación es mayor. Estas cifras no contemplan lo que llamo “divorcio emocional”: parejas que viven juntas, pero que han perdido la capacidad de “ser juntos” con un horizonte común. Es decir, al menos 4 de cada 10 hogares dominicanos es disfuncional. Es un desafío para todos nosotros, para nuestro disfrute y para la salud emocional de muchos de nuestros hijos.


Jarabacoa no es distinta. Un año de referencia, el 2010: Se produjeron 418 matrimonios y 169 divorcios para un 40.4%. Añadan ustedes a esto que, probablemente, hay quienes se casan en Jarabacoa pero no se divorcian en Jarabacoa.

Pablo nos dice que “Ten en cuenta que en los últimos días vendrán tiempos difíciles. 2 La gente estará llena de egoísmo y avaricia; serán jactanciosos, arrogantes, blasfemos, desobedientes a los padres, ingratos, impíos, 3 insensibles, implacables, calumniadores, libertinos, despiadados, enemigos de todo lo bueno, 4 traicioneros, impetuosos, vanidosos y más amigos del placer que de Dios. 5 Aparentarán ser piadosos, pero su conducta desmentirá el poder de la piedad. ¡Con esa gente ni te metas!”  (2 Timoteo 3:1-5).

Es difícil que una persona así forme un hogar firme y lleno de amor. Y es la sociedad en que vivimos. Trabajar por hogares firmes, por matrimonios llenos de amor, es una forma de trabajar por enderezar esta torcida sociedad.

Hoy queremos compartir algunas claves que nos han ayudado a alejar de nosotros la plaga del divorcio –habiendo fracasado en nuestro primer matrimonio- y, sobre todo, que han hecho de nuestro matrimonio una relación fundamentada en el Señor, que genera gozo, alegría, compromiso y que nos da una perspectiva optimista de nuestras vidas, que nos han ayudado a crecer en la vida de pareja.

Partamos del mandato fundamental de Dios con relación al matrimonio, contenido en Génesis: “Dejará el hombre a su padre y a su madre y se unirá a su mujer y serán una sola carne…”. No hay ninguna otra relación que apunte a la exclusividad como esta. EL MATRIMONIO ES UNA RELACIÓN EXCLUSIVA.

PRIMERA CLAVE. Fundamenten un hogar en que Dios sea el centro.

Toda la Biblia nos indica que Dios es el único que realmente puede estar totalmente en control de nuestras vidas y nuestro hogar, sin daño para nosotros. Él nos ama y nos ama con un amor perfecto. Todo amor humano es imperfecto.
Es difícil con lo imperfecto que somos que podamos edificar un hogar que agrade a Dios. Es por eso que el Salmo 127:1 nos dice que:

“Si el Señor no edifica la casa,
 en vano se esfuerzan los albañiles.
Si el Señor no cuida la ciudad,
 en vano hacen guardia los vigilantes”
(Salmo 127:1)

Esta es la clave más importante. Parte de que tanto el hombre como la mujer tengan una relación personal con Dios. Y en la medida que tu relación personal con Dios crece, te darás cuenta de que Él sabe que es lo mejor para cada uno de nosotros y para nuestra relación.

Pongamos a Dios en el centro de nuestro hogar. Recordemos lo que nos dice Jesús (Mateo 19:4-6):

—¿No han leído —replicó Jesús— que en el principio el Creador “los hizo hombre y mujer”, y dijo: “Por eso dejará el hombre a su padre y a su madre, y se unirá a su esposa, y los dos llegarán a ser un solo cuerpo”? Así que ya no son dos, sino uno solo. Por tanto, lo que Dios ha unido, que no lo separe el hombre”.

Oren en voz alta el uno por el otro. ¡Esta es una regla maravillosa! Arrodíllense delante de Dios y pídanle que les permita sentir y expresar verdadero amor el uno por el otro, perdón, fortaleza y sabiduría para la solución de sus problemas.

SEGUNDA CLAVE. Están llamados a ser independientes y un círculo cerrado

¡Independiente! Es una gran palabra.
Independiente en lo emocional.
Independiente en lo económico.
Independiente en sus proyectos, visiones, sueños…

Dice la Palabra de Dios:
“Por tanto dejará el hombre a su padre y a su madre, se unirá a su mujer y serán una sola carne” (Génesis 2:24). 

Y el refrán expresa: “el que se casa, casa quiere”.

Las parejas casadas o los que desean casarse deben dejar padre y madre y establecer su propio hogar, aun cuando las condiciones económicas los obliguen a vivir en una habitación.

¡Y el matrimonio es un círculo cerrado! Como un anillo de boda, cerrado.

Cosas que atentan contra el círculo que es el amor:

·         "No cometerás adulterio" (Exodo 20:4).
·         "El corazón de su marido está en ella confiado... Le da ella bien y no mal todos los días de su vida” (Proverbios 31:11, 12).
·         "Que te guarden de la mala mujer... No codicies su hermosura en tu corazón, ni ella te prenda con sus ojos. ¿Tomará el hombre fuego en su seno, sin que sus vestidos ardan? Así, el que se llega a una mujer que no es la suya, no quedará impune" (Proverbios 6:24-29).
                                                                                                           
Defienda el uno al otro y excluya estrictamente a todos los posibles entrometidos.

TERCERA CLAVE. Perdonar hasta 70 veces 7. Un aprendizaje difícil 

Cuando dos personas comparten toda su vida, cuando están juntas buena parte de cada día y de la noche, es inevitable que surjan algunos roces. Más incluso: en ocasiones a quienes más fácilmente herimos es a quienes tenemos más cerca.
Enfurruñarse, amargarse, pensar mal del otro o atribuirle toda la culpa resulta insensato. No sirve sino para crear más problemas, más disgustos y posiblemente hasta un divorcio. Procure escuchar de verdad el punto de vista del otro. ¡No se quede allí pensando en lo que usted va a decir! No piense cómo va a contraatacar o a "desquitarse".
Si después de una discusión familiar o de un desacuerdo serio con su pareja sobre alguna ofensa, sea real o imaginaria, usted sigue enojado o molesto con el otro, ¿qué debe hacer? Nuevamente, debe hacer lo que Dios siempre manda en esas situaciones: ¡perdonar al otro!
El perdón, para un cristiano, no es una opción. La Palabra de Dios dice: “Si traes tu ofrenda al altar y allí te acuerdas de que tu hermano tiene algo contra ti, 24 deja allí tu ofrenda delante del altar y ve, reconcíliate primero con tu hermano, y entonces vuelve y presenta tu ofrenda” (Mt 5:23-24).
Jesucristo que es nuestro máximo ejemplo dijo: "Padre, perdónalos, porque no saben lo que hacen" (Lucas 23:34).
Si debemos perdonar a todas las personas, ¿cuánto más debemos perdonar a nuestra preciosa pareja que se ha convertido en nuestra propia carne y hueso?
No olvide jamás estas palabras de Jesús: "Entonces se le acercó Pedro y le dijo: Señor, ¿cuántas veces perdonaré a mi hermano que peque contra mí? ¿Hasta siete? Jesús le dijo: No te digo hasta siete, sino aun hasta setenta veces siete" (Mateo 18:21–22).
Nadie puede vivir con alegría si guarda adentro ofensas y rencores, especialmente contra su pareja. Siendo así, aprenda, con la ayuda de Dios, a perdonar a su cónyuge todos los días y sigan adelante los dos, forjando una relación verdaderamente íntima y amorosa.

CUARTA CLAVE. Hombres, ustedes son la cabeza…
Mujeres Dios la llama a ser sujetas a sus maridos

HOMBRES / CABEZA
“El esposo es cabeza de su esposa, así como Cristo es cabeza y Salvador de la iglesia, la cual es su cuerpo” (Efesios 523).

Ahora antes de que usted celebre ese versículo y lo utilice como un pretexto para decir que en su casa se debe hacer todo como usted diga, leamos bien algunos versículos que aparecen junto a este.

“Sométanse unos a otros en el temor de Dios” (Efesios 5:21).

“Maridos, amad a vuestras mujeres, así como Cristo amó a la iglesia, y se entregó a sí mismo por ella” (Efesios 5:25).

Su función como cabeza significa que usted es líder responsable ante Dios. Sin embargo, no es un liderazgo cualquiera. Nuestro liderazgo se compara al de Jesús, quien fue un líder a través de su servicio.

Como cabeza es importante que usted tenga una dirección / Y esa dirección está en manos de Dios

Prov 14:12 dice:
“Hay caminos que al hombre le parecen rectos, pero que acaban por ser caminos de muerte”.

Tu esposa y tus hijos están esperando un hombre que pueda traer dirección y un sentido a toda la familia. No una dirección que sea la que usted piense, o que le convenga a usted. Sino un camino que sea de bendición y de salud a todos aquellos que están bajo su liderazgo en la casa.

El hombre sabio utiliza todos sus recursos
Gen 2:18:
«No es bueno que el hombre esté solo. Voy a hacerle una ayuda idónea». Otra traducción dice: “adecuada”. ¡Tu esposa es tu ayuda Idónea! Es de gran importancia que usted sepa utilizar bien los recursos que Dios le puso a su lado en ella.
Reconoce que ella es diferente a ti. Ella tiene dones y talentos que no son como los tuyo, pero los dones y talentos de ella te complementan a ti.

MUJER / SUJECCION

1 Pedro 3:1-2
“Asimismo vosotras, mujeres, estad sujetas a vuestros maridos; para que también los que no creen a la palabra, sean ganados sin palabra por la conducta de sus esposas, considerando vuestra conducta casta y respetuosa.”

Efesios 5:22   ”Las casadas estén sujetas a sus propios maridos, como al Señor.”

Si dices que eres sujeta al Señor, esa misma sujeción debes mostrarla a tu esposo, sujetas como al Señor. La sujeción tiene que ver con la actitud de tu corazón. Haces lo que debes hacer con la actitud correcta, eso es sujeción.

Estamos llamadas a ser sujetas, no solo obedientes, y Dios que conoce los corazones, si somos obedientes a El, en Su tiempo veremos el fruto de nuestra sujeción.
Tito 2:3-5

QUINTA CLAVE. La relación con tu esposo/a es tu prioridad

¡La relación con tu esposa(o) es tu prioridad!

Además, dice la Palabra de Dios que el hombre dejará a su padre y a su madre (dejará) y se unirá a su mujer (no dice que se unirá a sus amigos o a sus hijos, a su mujer…).

Prioridad en esta relación significa que tienes que sacar tiempo para poder seguir nutriendo la relación que tú y su esposa tienen. Un tiempo especial. La Biblia nos enseña que tu verdadero ministerio se inicia en tu casa 1Tim 3:2-4, Tito 1:5-6.

No dé por sentado el amor de tu pareja. Exprésalo o, por el contrario, la monotonía destruirá tu matrimonio. Ocúpate de que el amor crezca o terminará muriendo y separándose.

SEXTA CLAVE. El sexo es bueno… pero dentro el Plan de Dios

Cuando pensamos en el sexo lo asociamos con algo que causa problemas en el matrimonio. Sin embargo, aclaremos: El sexo es bueno, PERO dentro del Plan de Dios.

Dice la Palabra que Dios hizo al hombre con todos sus órganos y sentidos y El vio que era bueno. El sexo fue hecho para: Multiplicación (Génesis 1:28 “Y los bendijo Dios, y les dijo: Fructifíquense y multiplíquense...”); Compañerismo (No es bueno que el hombre esté solo), y Deleite (Eclesiastés 9:9 “Goza de la vida con la mujer que amas todos los días de la vida...”).

Cada uno es responsable de la satisfacción sexual de su pareja. Eres la única persona asignada por Dios para hacerlo / 1 Corintios 7:2  “pero a causa de las fornicaciones, cada uno tenga su propia mujer, y cada una tenga su propio marido.” Si no lo haces, abres una puerta al pecado. Leamos  1 Corintios 7:3,5  “El marido cumpla con la mujer el deber conyugal, y asimismo la mujer con el marido... No os neguéis el uno al otro, a no por algún tiempo de mutuo consentimiento para ocuparos sosegadamente en la oración; y volved a juntaros en uno para que no os tiente Satanás a causa de vuestra incontinencia.”

SÉPTIMA CLAVE. Comunicación, comunicación y más comunicación

Todo lo que hacemos es comunicación. Y la mayor parte de los matrimonios tienen problemas en esta área. Simple y sencillamente es necesario comprender que el otro es diferente, que tiene trasfondos diferentes… y aprender a comunicarnos. Algunos elementos a tomar en cuenta:

·         Dedicar tiempo el uno al otro.
·         Habla por ti mismo
·         Comprender al otro
·         Escucha con atención
·         Esfuércense por hablarse bondadosamente

La comunicación es un proceso. El tiempo, la honestidad, la claridad, el respeto, la valorización y el amor de uno con el otro, te ayudarán a ti y al resto de tu familia a desarrollar el arte de la comunicación. La comunicación es una destreza que puede ser aprendida y mejorada pera que lleva tiempo.

OCTAVA CLAVE. Nunca se retiren enojados a dormir

"No se ponga el sol sobre vuestro enojo" (Efesios 4:26). "Confesaos vuestras ofensas unos a otros" (Santiago 5:16). "Olvidando ciertamente lo que queda atrás" (Filipenses 3:13). "Sed benignos unos con otros, misericordiosos, perdonándoos unos a otros, como Dios también os perdonó a vosotros en Cristo" (Efesios 4:32).

Permanecer enojados el uno con el otro por ofensas pequeñas o grandes, es muy peligroso. A menos que se resuelvan prontamente, aun los problemas más pequeños se arraigan en la mente como convicciones y actitudes que afectarán adversamente toda su vida.

Por eso Dios nos pide que eliminemos todo enojo antes de retirarnos a dormir. Sean lo suficientemente nobles para perdonar y decir con sinceridad: "Perdóname". Después de todo, nadie es perfecto. Reconozcan el error cuando lo cometan. Además, reconciliarse es una experiencia muy agradable, y tiene un poder extraordinario para mantener la unión matrimonial. ¡Dios lo sugiere! Da resultado.

NOVENA CLAVE. Estén de acuerdo en que el divorcio no es la respuesta 

"Lo que Dios unió, no lo separe el hombre" (Mateo 19:6). "Cualquiera que repudia a su mujer, salvo por causa de fornicación, y se casa con otra, adultera, y el que se casa con la repudiada, adultera" (Mateo 19:9). "La mujer casada está sujeta por la ley al marido mientras éste vive" (Romanos 7:2).

La Biblia es clara. Los lazos del matrimonio son indisolubles e indestructibles. El divorcio es permisible únicamente en el caso de adulterio, pero aun en tal caso no es obligatorio, sino sólo permitido. El perdón es siempre mejor que el divorcio, aun en el caso de una caída moral. El matrimonio es para toda la vida.